Los años no parecen pasar en este restaurante barcelonés. Seguramente es uno de los espacios más emblemáticos de la ciudad y al mismo tiempo uno de los que pasa más desapercibido. Quizás mejor así, para evitar que se llene demasiado y correr el riesgo de que pierda su identidad. Agut es un oasis, entre la multitud de restaurantes que pueblan el Gòtic, donde aún hoy en día se puede disfrutar de la mejor cocina tradicional catalana de fonda puesta día. Así es como ha sobrevivido.
El Gòtic es un buen punto de partida para conocer Barcelona. Comienza bajando la Rambla, bonita y bulliciosa, y piérdete por las callejuelas medievales y las plazas del casco antiguo. Para admirar la arquitectura de la ciudad, llega hasta la plaza de Sant Jaume y visita los dos edificios del Govern, el palacio renacentista de la Generalitat y la fachada neoclásica del Ajuntament. Y ahora, punto y aparte.
Si nos quedáramos aquí, en una especie de 'free tour', nos estaríamos perdiendo buena parte de las joyas del Gòtic: restaurantes emblemáticos, bares con solera, tiendas con personalidad... Todo lo que diferencia un decorado de película de una ciudad viva. Coge lápiz y libreta (o abre la app de notas del móvil) y ven con nosotros.