Gelateria di Michele
Foto: Maria DiasGelateria di Michele
Foto: Maria Dias

Las mejores heladerías de Barcelona

Los mejores helados de Barcelona en todas sus variantes: artesanos, italianos, de autor, singulares, japoneses ...

Ricard Martín
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El calentamiento global –llamadle cambio climático, si os hace sentir mejor– hace que las olas de calor nos caigan encima con alevosía y virulencia. Y llega la pregunta de oro: ¿hay una buena heladería, cerca de casa? Barcelona no es Florencia, de acuerdo –y no nos engañemos, no comemos helado todo el año– pero sí que disponemos de todo tipo de buenas heladerías, algunas de ellas entre las mejores de Europa. Contra el soponcio, un buen helado. Eso sí, la otra mejor manera de combatir tu calentamiento global es sentarse en buena compañía a tomar unas cañas y tapas espectaculares. Otra opción, el terraceo en las terrazas más bonitas de Barcelona.

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  • Heladerías
  • Vila de Gràcia
  • precio 1 de 4

Los chicos de Parallelo, originarios de San Remo, aplican una ética artesana impecable a sus helados. Se dedican en cuerpo y alma a producir helados tan flipantes como el de piña con albahaca, sin ningún preparado. La composición de sus sorbetes es de un 70% de fruta. Italia es un país de hierba mediterránea, más que el nuestro, y les gusta experimentar. Se especializan también en helados salados, arriesgan y ganan. Y prestan mucha atención al km 0: su sorbete de pera de Lleida es una delicia. No menos alucinante es su helado de judía del Ganxet: inspirado en el helado japonés de azuki, es cien por cien vegano, y recomiendan que se combine con chocolate negro.

  • L'Antiga Esquerra de l'Eixample

Massimo Pignata dejó su Italia natal para abrir esta heladería artesanal en el Eixample. Sus helados están hechos con ingredientes puros, 100% naturales, tal y como sus abuelos piamonteses habrían querido. Cada vez que los probéis, un puñetazo de placer os golpeará. Si prefierís comer y beber caliente, probad el café y acompañadlo de los dulces del día, elaborados por Massimo. Este hombre es capaz de sacarse de la manga el helado de 'tortell' de Sant Joan! Ya hace tiempo que ha dejado de ser el secreto mejor guardado de la ciudad, así que hay que ponerse zen a la hora de hacer cola porque seguro que será larga. Tiene un segundo local, Obrador Delacrem, en Passeig de Sant Joan, 59.

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  • Tiendas
  • Pastelerías

La heladería que Albert Adrià abrió en lo alto de la Rambla en junio del 2024 está muy lejos de la parodia de helados con humo de nitrógeno y explosiones que algunos esperaban. "Soy un pastelero que no come dulces, solo fruta y helados, así que tiene todo el sentido del mundo que abra una heladería", explica. La intención de Adrià y el pastelero heladero Alfredo Machado era abrir una heladería con helados bajos en azúcar y con el punto de cremosidad óptimo, aquel en el que el helado no es líquido, pero tampoco un cubito que te quema la boca. Y la solución ha sido privilegia los sorbetes con la mejor fruta de temporada posible, que les suministra La Boqueria, en la acera de enfrente.

Un ejemplo fabuloso: su helado de cereza, hecho con la mejor cereza del año y con una intensidad dulce ¡que hace que parezca tener más sabor a cereza que la fruta misma! Algunos otros de los veinte sabores en exposición son chocolate al 72%, albaricoque –el favorito de Adrià–, pistacho verde iraní o pistacho tostado, almendra marcona... "Sabores poco reflexivos. Queremos que te pongas la cuchara en la boca y hagas 'oh!". También os dejará con la boca abierta el elegante y minimalista interiorismo del local, a cargo de El Equipo Creativo, a medio camino entre la Odisea 2001 de Kubrick y la escarcha de la nevera.

  • Tiendas
  • Gràcia

El panadero Matthieu Atzenhoffer y la pastelera Alba Ceamanos unen destrezas para que su clientela no tenga que elegir entre una pasta y un helado. En Morreig no son dos productos excluyentes, todo lo contrario. Brioche con helado? ¡Un sí rotundo! La esponjosidad y el aroma de mantequilla del primero sumado a la cremosidad del segundo funcionan a la perfección. Además, la combinación se puede complementar con salsas (caramelo salado, chocokata o pistacho) y toppings (avellana o almendra caramelizada, setas de choco con leche o pistachos). Los helados los elaboren con fruta natural, nada de potenciadores de sabor, y las infusiones las hacen en frío. Los ingredientes son de km 0. También tienen polos de diferentes sabores (mango, coco, vainilla, avellana, pistachos).

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  • Heladerías
  • L'Antiga Esquerra de l'Eixample
  • precio 1 de 4

Takashi Ochiai es uno de los grandes pasteleros de Barcelona y también heladeros. Con la ayuda de Andrea de Bellis, artesano italiano, ha desarrollado una heladería italiana tradicional con toques japoneses. Para caer de culo: viaje en cremosidad delirante a Asia y sorbetes de sabores como cereza y umeboshi. Kurimu, que significa 'cremoso' en japonés, sigue la misma filosofía de producto de calidad y km 0 que la pastelería. Encontraréis sabores tan acertados como el sorbete de fresa, limón y 'yuzu' o el de chocolate y jengibre. Atreveos con el helado de sésamo negro, delicioso, o pedidlo con un 'tayaki', un simpático pececillo de hojaldre, que vendría a ser el cucurucho japonés, pero mucho mejor que el barquillo.

  • Tiendas
  • Gràcia

¿Otra heladería italiana en Gràcia? Afirmativo. Esta está capitaneada por Maurizio Lunardi, dueño y maestro heladero. ¿Particularidades de la Cloud? La primera es que los sabores cambian con el paso de las estaciones. En otoño e invierno, apuesta por los cálidos; calabaza, especias chai y boniato y moscato, por ejemplo. El verano los gustos más refrescantes son los protagonistas; mango, melón, limón, y uno de los más exitosos de la casa, el de aguacate con agua de coco y limón. Evidentemente, nunca faltan los clásicos; stracciatella, vainilla, pistachos y chocolate (hecho con una base de cacao Domori 100%, el Ferrari de los chocolates). El de 'nocciola' (avellana) es otro de los preferidos de la clientela, por lo que nunca desaparece de la vitrina. La segunda especificidad es que Lunardi utiliza cantidades mínimas de azúcar.

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  • Heladerías
  • El Poblenou

Irene Iborra, quinta generación de la horchatería Tío Ché, está al frente de Mamá Heladera. Estudiante en la escuela Hofmann prestó mucha atención a las explicaciones sobre neurogastronomía de Montse Saperas: cómo la percepción del sabor afecta a la cognición y la memoria. "¿Qué recuerdo tienes de pequeño? ¿Tu abuela te llevaba a comer higos del árbol? ¿Y ella llevaba colonia de rosas? ¿Y quizás esto ocurría en el Alt Empordà? Pues a partir de eso hacemos un helado", ríe. Por ejemplo: ¡helado de recuerdo de plastilina! Hecho de coco con almendra amarga y una pizca de sal, tan abracadabrante como el helado-recuerdo "Rebañas la olla de la bechamel": con nuez moscada, pimienta, sal y mantequilla (y que a los locos de pasarnos con la nuez moscada haciendo bechamel nos encanta).

  • Tiendas
  • Gràcia

¡Buf! Nos cuesta decidir qué es más único si la heladería Aurélien o su dueño. Doctor en Física, pintor, diseñador y calígrafo, en verano de 2022 decidió abrir un local en la plaza del Sol dedicado a los helados de autor. ¿Y qué significa esto? Pues, que encontraréis sabores florales (lavanda, jazmín, rosa saúco, azafrán), frutos secos (sésamo negro, pistachos, avellanas, nueces), combinaciones originales como el 'bouyguette' (crema de queso de cabra, miel de azahar y romero) y clásicos. En total, casi 30 y pocos tipos distintos. De hecho, veréis dos vitrinas; una para los de base láctea y la otra para los veganos. La oferta no termina aquí; también hay granizados y horchata. Id, id, y después nos lo explicáis.

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  • Cafeterías

Amiko Gelato es una heladería y cafetería con un interiorismo impresionante. Inspirada en el arte decó de los edificios de Palm Beach, en Miami, entramos en un espacio de curvas sinuoso, combinado con líneas rectas y modernas que te deja con la boca abierta. Colores intensos y aires retrofuturistas, y la colisión de vegetación tropical con esculturas que recuerdan a helados. Y el sitio sorprende sobre todo porque su diseño es tan estilizado como cómodo: los asientos están pensados ​​para que tengas espacio de movimientos, te sientes y puedas contemplar toda la estancia de forma diáfana, con la sensación de estar en el salón de tu casa.

Y a ver, ¿la parte gastronómica está a la altura de las circunstancias? Pues cabe decir que Amiko es muy recomendable porque es de los pocos lugares de Barcelona que une café de especialidad y helados la mar de buenos, con preferencia por los sabores de fruta tropical y chocolate y dulce de leche (este es un negocio de empresarios argentinos). Abre a partir del mediodía, y es una dirección ideal para comer una merienda dulce y reposar las nalgas un buen rato: la pastelería –cheesecake, carrot cake, crema con frutos rojos y dulce de leche, pastel de limón, de pistachos...– es obra de Pasté BCN, y los alfajores que venden, deliciosos, nada tienen que ver con los industriales con los que estamos familiarizados.

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  • Sants

¿Sabíais que el helado nació en Sicilia, como una evolución de los sorbetes surgidos de las nieves del Etna y que, posteriormente, fue perfeccionado por las cortes renacentistas florentinas? De ahí que la heladería isleña esté tan valorada en todo el país de la bota. ¿Y por qué os estamos contando todo esto? Pues porque no necesitaréis volar a Palermo para comprobarlo. Muy cerca de la plaza Osca, en Sants, hay una heladería siciliana clásica que solo abre las tardes de primavera y verano. El local puede pasar desapercibido, no tiene nada que ver con las heladerías que por dentro parecen naves espaciales, pero los helados seguro que no. Son canónicamente sicilianos; cremosos, de sabores intensos, hechos con ingredientes frescos y de calidad. Por supuesto, ofrecen de almendrachocolate y pistachos, los clásicos de la isla. Siempre hay granizados y, de vez en cuando, también podréis encontrar 'cannoli'.

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  • Tiendas
  • Gràcia

Arthur, el dueño y fundador de AMMA Gelato, se dedicaba al mundo financiero cuando se dio cuenta de que lo que realmente le hacía feliz eran las bolas de helados y no los barriles de petróleo. Dejó Ginebra para marcharse a Italia y aprender de los mejores. Con las lecciones pertinentes bien asimiladas, se instaló en Barcelona para abrir una heladería vegana en medio de Gràcia. Todo se elabora a diariodesde cero y con los mejores ingredientes naturales y crudos; frutos secos italianos, cacao ecuatoriano, sandías tarraconenses... Nada de premezclas extrañas ni pastas industriales. Los sabores cambian en función de las frutas de temporada y su inspiración. Para los paladares más clásicos recomendamos el de 'gianduia' (Nutella) y para los más atrevidos, el de aguacate, coco y limón. ¿Echaréis de menos la base láctea de los helados? No. Mil veces no.

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  • La Nova Esquerra de l'Eixample

Detrás de este establecimiento 'eixamplenc' donde a menudo se forman colas está Andrea Giuntoli, un maestro heladero milanés de origen toscano. Abierto en el año 2004, su equipo y él elaboran a diario y artesanalmente sorbeteshelados, 'semi-freddos' y 'variegatos' (helados mezclados con coulis) con ingredientes de proximidad y de procedencias con calidad certificada. La oferta de sabores cubre lo que se espera de una buena heladería; clásicos (café, vainilla, pistachos), sorpresas (lúcuma, açaí, queso de cabra con frambuesa) y también opciones veganas (aguacate, higo chumbo, chocolate negro con naranja). Ya cuentan con otras tres heladerías; en Mataró, Molins de Rei y Lima (Perú).

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  • Tiendas
  • El Gòtic

Anita Gelato es una cadena internacional de helados 'boutique' con 160 establecimientos repartidos entre Israel, América, Australasia y Europa. El negocio empezó de forma muy humilde; hace un par de décadas, Anita Avital y su hijo pequeño Nilo empezaron a vender helados por las calles y mercados semanales de Tel Aviv, empujando el carrito. ¿Y qué tienen sus productos por haberlo petado a escala planetaria? Un ingrediente secreto; mezclar las mermeladas de ella con los helados de él. En Barcelona, ​​ofrecen 25 sabores diferentes y una gran variedad de 'toppings'. Los más populares son el de pretzel de chocolate y el de almendras con chocolate. Aparte de los helados, también ofrecen sorbetes, batidos, yogures, cuencos de açai, cafés, chocolate caliente, tés, galletas caseras y horchata. Todos los locales tienen un aire art-déco de lo más 'cuqui' que recuerdan más a una joyería que a una heladería. Opciones para intolerantes a la lactosa, celíacos y veganos. Tienen un segundo local en la plaza de la Vila de Gràcia, 15.

  • Heladerías
  • precio 2 de 4

Natalia Ramírez, la propietaria y heladera jefa de Selvática, es colombiana. Y esto se nota en la elección de sabores tropicales, como por ejemplo un sorbete de aguacate con lima, o una muy acertada combinación de coco, piña y albahaca.

Ahora bien, Ramírez tiene una formación de cocina y pastelería de lo más sólida: con
estudios en la Carpigiani Gelato University -¡el primer centro de estudios superiores dedicado al helado! - y en l'Espai Sucre de Barcelona, en Selvática ha establecido una cafetería de especialidad-tienda-obrador en la que los helados van directos del obrador al cliente, y se elaboran con productos de temporada.

Tienen una atención especial hacia el vegano, con helados de vainilla vegana, por ejemplo, o el ya mentado de coco, pero también despachan creaciones que son pura fiesta mayor latina: como un helado de ¡dulce de leche, plátano y brownie! Como dice ella, "la buena vida y los buenos postres empiezan con un buen helado".

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  • Tiendas
  • Tiendas gourmet
  • El Poble-sec
  • precio 1 de 4

¿Recordáis el bar de bocadillos Pichi de Poble-sec? Pues, hace ya un par de años que el sobrino de los propietarios, Manel Garcia, lo ha convertido en una heladería. El local es pequeño, pero tiene espacio suficiente para preparar el producto allí mismo. Atención a los mosaicos de vidrieras que ha hecho a mano el maestro vitralero Joan Serra. Volviendo a los helados, están buenísimos —el de pistachos de Sicilia con un toque de sal merece una mención especial. Ofrece los sabores clásicos (chocolate, vainilla, etc.) y combinaciones más personales, como el de limón con hierbas aromáticas y el de mango y yuzu.

  • Heladerías
  • El Gòtic
  • precio 1 de 4

“Cuando ves que una heladería tiene más de 25 sabores y dice que es artesana, desconfía. No tienen tiempo de hacerlos”. Alessadro Gaetano, socio de OGGI (Officina Gelato Gusto Italiano), es taxativo. “La materia prima marca la calidad. Hacemos el helado de pistacho con pistacho siciliano y ya está. El industrial es aire, azúcar y colorante”. Los pruebo y me lo creo: sabores refrescantes como el de hinojo salvaje, menta y albahaca –un clásico siciliano– colorean el paladar en alta definición. Como buen argentino, el papa de ahora entiende de helados: OGGI son proveedores oficiales en los saraos de la Santa Sede.

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  • El Gòtic
Gelaaati di Marco
Gelaaati di Marco

Posiblemente una de las mejores heladerías italianas de la ciudad. Ofrecen una gran variedad de sabores, y todos sus productos, incluidos los canolis sicilianos, están elaborados con ingredientes naturales, sin colorantes ni conservantes. Vamos, el paraíso de los amantes de los dulces saludables. Y el café también es barato y excelente, dos condiciones difíciles de encontrar en el barrio. Las novedades heladeras de este verano son el Magic USA (cacahuetes, plátano, caramelo y nueces pecanas) y el Bisko Deluxe (pistachos y galletas). ¡Ah! El granizado siciliano de almendra es de lagrimita (de placer).

  • Heladerías
  • Sant Antoni

En el neón del local pone 1984, pero el local abrió en el 2012. La vida heladera de Roberta Bernasconi, de Lombardía, tiene bemoles. Su padre abrió su Gelatomanía en Milán en 1984, cuando él ya tenía 58. Y cuando el hijo de Roberta fue a estudiar a Barcelona, ​​ella —que había estudiado cine, pero vivía en Gran Canaria haciendo helados— lo acompañó. Peripecias aparte, los helados son fantásticos, bien sean los sabores clásicos —hasta 25 distintos— o inventos que dosifica con cuentagotas, como el de crema de mascarpone con manzana. Sin querer ser pretenciosa, afirma poseer "la clave de un buen helado: buen producto y equilibrio entre grasa, azúcar y aire".

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  • Tiendas
  • Fort Pienc

Lo único malo de la Heladería di Michele es que todos los sabores tienen tan buena pinta que es casi imposible escoger uno. Podrías quedarte pasmado ante el escaparate cinco minutos y no decidirte (a mí me pasó). Quizá por eso Michele te recomienda siempre que combines varios sabores en tarrina o cucurucho. Y una vez con el helado en la mano, te das cuenta de que el rato de deliberación ha merecido la pena. Heladería di Michele –lugar pequeño, entras y sales– ofrecen helados caseros y naturales que evitan la gran trampa en la que caen demasiado helados, los sabores demasiado dulces. La elección es pequeña, no te sentirás arrollado con docenas de sabores, pero eso está bien. Los helados son lo suficientemente sabrosos para no tener que ofrecer demasiadas opciones. ¿Y cómo los combino? Oreo y café juntos forman un sabor único, que deberás pedir cada vez que vuelvas.

  • Heladerías
  • Dreta de l'Eixample

Si paseas por el centro de Barcelona y te parece ver una estación espacial con astronautas dentro, no te has vuelto loco: estás frente a la nueva tienda de Lucciano's, una de las grandes heladerías de Argentina, que ha abierto su primer local en Barcelona. En Rambla Catalunya con Gran Via, la tienda tiene el subtítulo de 'Gelatto Station Barcelona' y recrea el diseño, la luz y el ambiente de una estación espacial. Triunfan los sabores de marcada identidad argentina: como un helado de almíbar de leche con almíbar de leche que es lujuria pura, y los distintos sabores de chocolate –sobre todo el helado de chocolate amargo de origen belga al 72%–, que se pueden combinar con avellanas o dulce de leche. También tienen una oferta muy amplia de 'ice pops' –los polos de toda la vida, aquí en formato de alta calidad.

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  • Heladerías
  • Dreta de l'Eixample

Siempre es noticia que abra una buena heladería en Barcelona. Y más si es una sucursal como Badiani, un gigante del helado artesano con origen en Florencia (que sería como decir que en Barcelona abre una pizzería napolitana de Nápoles). Badiani, abierta en Florencia en 1932, hoy se mantiene como uno de los lugares a visitar en la patria del helado. Podéis probar el helado que les ha dado fama mundial: el icónico Buontalenti, uno con mucha historia. También encontraréis el helado que dedican a Barcelona: hecho con chocolate blanco con cúrcuma y ripple de frambuesa, además de leche, huevos y bebida de soja.

  • Heladerías
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera
  • precio 1 de 4
Gocce di Latte
Gocce di Latte

Gocce di Latte es un ejemplo más del insultante dominio que ejerce la heladería italiana en nuestra casa (bueno, insultante no: este es un lugar amable de procesos artesanales que os permite ver tras un cristal las máquinas de hacer helados y pasteles). Mateo y Rita abrieron este establecimiento en el 2012 y a la excelencia italiana ellos aportan un repertorio de sabores original y acertado: cúrcuma, mandarina y romero, o cardamomo y dátiles, por ejemplo. Exploradores, este año os proponen el helado de macadamia y taro y otro de chocolate, sal y aceite! Su tiramisú también es delicioso, y por si fuera poco, tienen una tienda de productos veganos.

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