Los chicos de Parallelo, originarios de San Remo, aplican una ética artesana impecable a sus helados. Se dedican en cuerpo y alma a producir helados tan flipantes como el de piña con albahaca, sin ningún preparado. La composición de sus sorbetes es de un 70% de fruta. Italia es un país de hierba mediterránea, más que el nuestro, y les gusta experimentar. Se especializan también en helados salados, arriesgan y ganan. Y prestan mucha atención al km 0: su sorbete de pera de Lleida es una delicia. No menos alucinante es su helado de judía del Ganxet: inspirado en el helado japonés de azuki, es cien por cien vegano, y recomiendan que se combine con chocolate negro.
El calentamiento global –llamadle cambio climático, si os hace sentir mejor– hace que las olas de calor nos caigan encima con alevosía y virulencia. Y llega la pregunta de oro: ¿hay una buena heladería, cerca de casa? Barcelona no es Florencia, de acuerdo –y no nos engañemos, no comemos helado todo el año– pero sí que disponemos de todo tipo de buenas heladerías, algunas de ellas entre las mejores de Europa. Contra el soponcio, un buen helado. Eso sí, la otra mejor manera de combatir tu calentamiento global es sentarse en buena compañía a tomar unas cañas y tapas espectaculares. Otra opción, el terraceo en las terrazas más bonitas de Barcelona.
NO TE LO PIERDAS: Los 50 mejores restaurantes de Barcelona