Bar Torpedo (Eixample Esquerre)
Scott ChasserotBar Torpedo (Eixample Esquerre)
Scott Chasserot

Los mejores bocadillos de Barcelona

No hay nada más universal que un buen bocadillo: italianos, norteamericanos, indios, catalanes... ¡Cocina de la buena entre panes!

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Son buenos tiempos para el bocadillo en Barcelona. Te lo puedes llevar sin problemas, te lo puedes comer en espléndida soledad, y te garantiza siempre un buen rato: la intimidad con un buen bocata, en tu bar o restaurante favorito, es un momento insuperable. El buen bocadillo está descentralizado, lo encontramos por toda la ciudad. Echadle un vistazo a esta lista: bocadillos de Barcelona que debéis conocer –¡y morder!– sí o sí. Y si no os apetece un bocadillo, aquí nuestra lista de hamburguesas (que en el fondo son lo mismo que un bocadillo, pero todo el mundo hace ver que no). 

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Time Out Market Barcelona
  • Qué hacer
  • El Gòtic

Time Out Market es un concepto único que tiene el objetivo de celebrar los sabores más auténticos y reunir la mejor comida y cocineros de una ciudad bajo un mismo techo, y ya está presente en grandes ciudades del mundo como Nueva York, Montreal, Oporto y Ciudad del Cabo, entre otros. En Barcelona se encuentra en el Port Vell, en la terraza-mirador del Maremagnum, con vistas espectaculares al mar y la ciudad, y ofrece una visión panorámica de los mejores restaurantes y gastronomía de Barcelona bajo un mismo techo.

El espacio, de 5.250 metros cuadrados, alberga una cuidada selección de 14 chefs, un restaurante de servicio completo y cuatro bares: dos de ellos al aire libre. Darvaza, especializado en brasas del mundo, ha ideado una carta de opciones para comer con las manos con proteína de alta gama: bollos a la brasa con tartar de atún ahumado o de chuleta de Black Angus con 'coleslaw', por ejemplo. Absolutamente irresistibles.

Los mejores bocadillos de Barcelona

  • Gràcia

¿Qué lleva? Pan francés con chorizo ​​criollo hecho a la brasa con salsa chimichurri y criolla

Pablo Lagrange (argentino, ex-Noma, Mugaritz, Tickets), Lucía Aguilar (peruana, ex-Enigma, GoXo, Boragón de Santiago de Chile) y Ricardo Mateo tienen un pequeño local en Gràcia dedicado al choripán, uno de los bocadillos más apreciados en América Latina. Todo lo hacen ellos desde cero: el embutido lo elaboran con cerdo Duroc y un poco de ternera, cocinado en el horno de brasa Pira. El pan es de tipo francés, con buen muelle para contener la grasa de la carne y el aceite de las salsas. El chimichurri se hace con hierbas frescas, vinagre y aceite de calidad, y la salsa criolla con chiles chipotle y habanero lactofermentados. Todo por 8,5€.

Además del choripán, ofrecen 'sanguchito de vacío' con pan de chapata, kebab vegano (gírgolas, seitan, lechuga, salsa de cacahuetes y 'anticuchera') y 'pastrón' (pecho de ternera ahumada, mayonesa de wasabi, queso y verdurito encurtidas con pan bollo).

  • Bar de bocadillos
  • Esquerra de l’Eixample
  • precio 2 de 4

¿Qué lleva? Pastrami de lengua de ternera, mostaza de hierbas y pan de molde.  

Rafa Peña (Gresca) abrió el Torpedo, un bar de bocadillos de alta envergadura que lo peta con ejemplos como este bikini de pastrami de lengua, en el que nada es lo que parece, sino que es mucho mejor: la carne es suave lengua de ternera marinada como pastrami y a la plancha (que no os dé yuyu, es deliciosa) con pan de molde de croissant de Triticum y mostaza de hierbas. Con el queso fundido, las hierbas de la carne y la mantequilla del pan, esto es un meloso y casi dulce canto a la vida.  

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  • El Putget i Farró

¿Qué lleva? Milanesa de ternera Black Angus con mayonesa de kimchi

Vanesa Zorzoli y Santiago Macías, dueños del consolidado local graciense de cocina latinoamericana La Brillantina Bar, han abierto un segundo negocio especializado en bocadillos originales y épicos. En la carta, ocho tapas tradicionales (croquetas de pollo bresado y de setas, ensaladilla con bonito, tortilla de patatas hecha al momento, etc.) y siete bocadillos que van desde el clásico bikini elevado gracias a una espléndida mantequilla de hierbas hasta creaciones más personales, como el de panceta, calabacín en miso y manzana. La jefa es argentina, así que una de las opciones debía ser el sándwich de milanesa, que ya se está consolidando como uno de los primeros 'hits' del Fábula. Y el dueño es colombiano, así que el café es de especialidad y de su país de origen. Aquí podréis venir a desayunar, comer y cenar y siempre... de fábula.

  • Bar de bocadillos
  • Dreta de l'Eixample
  • precio 2 de 4

¿Qué lleva? Calamares rebozados en su tinta, en panecillo de frankfurt artesano. 

La visión del bocadillo del Kim Díaz, factótum del MutiClub, Bodega Solera y Bar Mut, se concretó en una elegante barra y veterana ya barra de bar vintage -homenaje a los bares madrileños de los 50- y una carta de unos diez de bocadillos de cocina de carne y pescado sorprendentes, pura tradición entre panes. El campeón y favorito es el bocata de calamares: con calamares rebozados finos y ligeros, aderezados con una mayonesa con su propia tinta. Un bocado pecaminoso: y lo mejor de todo es que está a años luz del 'bocatacalamares' más famoso que te puedas comer en Madrid (el del Brillante) y sale un poco más barato. 

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  • Bar de bocadillos
  • Gràcia
  • precio 1 de 4

¿Qué lleva? Albóndigas en salsa de tomate, queso próvola y 'nduja (carne picante de cerdo marinada con guindilla)

Compà es una charcutería/tienda de panini donde el calabrés Vittorio Cicero hace los bocadillos en bucle delante de tus narices. Es un lugar que inspira confianza cuando pones los pies: ves cómo cortan la focaccia, reban una buena pieza de porchetta, añaden patatas al horno y provola, unos minutos de plancha... ¡y presto! Tienes un bocado caliente, compacto, crujiente y delicioso, de sabores cálidos y uniformes que hace que dejes de lado lo que estás haciendo para que durante un ratito solo exista el momento de intimidad entre tú y el panini, que te llega en las manos con mezclas como el Sanizzo, con chorizo ​​de Calabria, grelos y provola, así hasta una decena. Alejado de núcleos turísticos, la mayoría de la clientela es italiana y trabajadora, y las variedades de delicadezas del refrigerador y de la estantería –guanciale, scamorza blanco, scamorza ahumado, alcachofas en conserva...–proclaman que detenerse aquí es una buena idea. Tienen un segundo local en la Barceloneta (Sant Carles, 29) y un tercero en Badal (Sants, 236-238).

  • Sants - Montjuïc

¿Qué lleva? Cap i pota y tripa con salsa chimichurri

Todo el mundo se deshace en elogios cuando habla de Montferry. Y es que vale la pena. La bodega se ha hecho famosa por sus bocadillos para el desayuno, que por su dimensión merecen el calificativo de desayunos de tenedor. Cada día por la mañana presentan el bocadillo del día en las redes sociales y fácilmente el estómago hablará. La bodega abre todo el día. Por eso, no se puede dejar de mencionar la oferta de tapas, como las bravas personalizadas, las tortillas, las albóndigas y las croquetas. Ambiente de bodega con un punto hipster, ideal para comer bueno y barato.

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  • Bar de bocadillos
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera
  • precio 1 de 4

¿Qué lleva? Tira de ternera braseada

En una esquina de la calle Princesa, Simone Nizi, italiano, y los hermanos argentinos Leonardo y Diego Amico se reparten el trabajo mientras van a lo que van. Después de años trabajando en alta cocina -se conocieron en el restaurante de Francis Mallmann en la Provenza- su primer restaurante propio se concreta en "un concepto de comida callejera de autor donde queremos que la gente disfrute mucho". Son delicias para comer con dos manos –son generosos y hay que aferrarlos, que vierten– como el bocadillo de calabacín a la plancha con salsa gorgonzola y parmesano y cebolla china. Para acompañar, nada de patatas, porque todo el mundo hace, sino unas croquetas esféricas de berenjena y patata, y una deliciosa miniempanada de ternera, cocinada con la misma grasa de la tira del vacuno. Seguidles la pista, que esta gente tiene talento y ganas de (hacernos) disfrutar.

  • Catalana
  • Gràcia
  • precio 1 de 4

¿Qué lleva? Albóndigas a la jardinera en pan de barra

Bodega de toda la vida (¡de las primeras de Barcelona que repartió hielo!) en la que tanto puedes desayunar de tenedor, como hacer el cafelito sentado con el diario, como recargar las pilas con un menú potente. Todo es de alto voltaje gastronómico en su medida, la de bodega clásica de barrio. Empezando por su bocadillo de albóndigas, de proporciones míticas: la chicha es, ni más ni menos que un guiso de albóndigas a la jardinera, con sus guisantes y todo. No hace falta pan con tomate si tienes un poderoso sofrito. Las aprisiona un pan de barra excelente, crujiente y alveolado, que me da en la nariz que es del próximo Forn Europa. 

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  • Bar de bocadillos
  • Sant Antoni
  • precio 1 de 4

¿Qué lleva? Mortadela, pesto de pistacho y queso, en la focaccia especial de la casa. 

De los creadores del Due Spaghi llegó el Santo Porcello, un bar de bocadillos italianos que quiere llenar, según Toni Pol, el dueño, la "poca cultura del bocadillo italiano que hay en Barcelona". El pan es la clave del triunfo y los hacen a medida para que aguante recetas como este Bologna La Grassa: una maravilla con pesto de pistacho, mortadela de verdad, un suave queso scamorza ahumado y aceite balsámico, un bocado aromático y sustanciosos que dispara el placer al once. Recalco que la diferencia entre comer mortadela italiana de Bolonia de la buena y lo que te encuentras en el súper, es la diferencia entre una gamba fresca de Roses y las del tres delicias de sobre.  

  • Peruana
  • El Poblenou
  • precio 2 de 4

¿Qué lleva? Entremuslo de pollo marinado 24 horas con ají panca y miso, salsa tarín y salsa criolla

Warike es un restaurante peruano atípico que nació en pandemia como un puesto de comida... ¡en un muelle de carga de camiones de Poblenou! Para no convertirse en un restaurado clandestino, Jeff Espinosa y Roser Comellas, los dueños, salieron del almacén, y ahora, en un local con una magnífica terraza, ejercen la cocina peruana no tradicional. En Wuarike (en quichua significa lugar desconocido donde disfrutar de la comida) cocinan al cilindro: “Un cilindro de acero inoxidable donde cuelgas la carne, y el carbón va debajo. Como una olla a presión donde controlas la cocción y fumas en el carbón”, explica. En la carta encontraréis cinco maravillas más en formato sándwich, como este 'sanguche' nikkei o el 'bandiola' de cerdo.

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  • Coctelerías
  • El Poblenou
  • precio 1 de 4

¿Qué lleva? Costilla de cerdo al horno con cebolla, pepinillo encurtido y salsa barbacoa

En Pere IV con Llacuna hay una coctelería que parece sacada de una serie de David Simon, con un componente sórdido de lo más acogedor. Penumbra naranja, fórmica, cuero... Estamos en un dive bar, que es la versión norteamericana del viejo bar de toda la vida, y donde tanto te hacen un cóctel como te ponen birras y bocadillos. No son de Brooklyn: Carlos Vélez, hijo de Poblenou, conoció a su pareja, Sen Enver, londinense, en Nueva York.

El regreso a casa lo hicieron abriendo Henry's, un local que destila buen rollo y coctelería de autor –hacen ellos los infusionados y clarificados– y puedes tomar maravillas como un Smoking Melon, cruce ahumado y retro de Japón y México.

No faltan las hamburguesas ni los hot dogs, y de vez en cuando se marcan bocadillos de película como el Mc Ribs; chuleta de cerdo hecha al horno hasta que queda extra tierna y jugosa. Ya le gustaría a Ronnie McDonald tener esta joya en su carta.

  • Bar de bocadillos
  • El Poble-sec
  • precio 2 de 4

¿Qué lleva? 'Porchetta' en pan de torta y mil cosas deliciosas

En La Porca todo es bueno y tiene buena pinta. De la parte creativa se encarga Rubén León -publicista reconvertido en tabernero- y de la cocina su madre, con un recetario adaptado de los años en los que sirvió en un bar de menú y catering. La estrella indiscutible es su fabuloso bocadillo de 'porchetta' que elaboran ellos mismos -cerdo deshuesado y asado a baja temperatura durante cuatro horas, con hierbas mediterráneas- con cebolla marinada con lima, pesto rojo de cacahuetes y una mayonesa de tomate seco con jugo de la cocción, envuelto todo en pan de torta crujiente. Decir que es bueno decir que Maradona era un futbolista decente.

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  • Cocina de los nativos americanos
  • Vila de Gràcia
  • precio 1 de 4

¿Qué lleva? 'Pulled pork', ensalada de col y salsa barbacoa. 

De rodillas ante esta gente: ellos fueron los que introdujeron el 'pulled pok' y el concepto de bocata de cerdo a la barbacoa en Barcelona. Dos venezolanos con experiencia en Estados Unidos y en la alta cocina catalana sirven bocadillos de recetas estadounidenses –más allá de la hamburguesa– y cerveza artesanal local. Un ejemplo: el portentoso 'pulled pork', cerdo asado con especias durante dieciséis horas con salsa barbacoa casera y una ensalada de col que da el toque agrio justo a la dulzura y melosidad del cerdo. 

  • Bar de bocadillos
  • Sant Antoni
  • precio 2 de 4

¿Qué lleva? Una costilla de ternera asada en pan de brioche

El chef brasileño Fabio Souza ha ideado barbaridades como la estrella de la casa: el Fat Cow, un bocadillo con casi medio kilo de costilla de ternera –hecha durado 18 horas, su hueso en el bocadillo, ¡que extraes sin esfuerzo!– que lleva mayonesa casera, queso californiano Monterey Jack y cebolla confitada. Es un bocadillo de 15 euros, el más caro de la carta, pero es una maravilla de suculencia y sabor que te deja exhausto (mira que servidor es de vida, y para mí es casi un plato y medio).

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  • Bar de bocadillos
  • precio 1 de 4

¿Qué lleva? Pan de bollo, chile de carne y judías, chile de Jalapa, mayonesa y crema agria

Chula Vista va de comida fronteriza. En concreto, de la californiana-mexicana. No confundir con el tex-mex, eh. En la carta veréis quesadillas de las grandes, como dicta el estilo del norte. Aquí los burritos no se rellenan con arroz, sino con patatas fritas. Hay tacos y taquitos, que es como se llaman las tortillas envueltas y fritas en California. Otro punto fuerte de la carta de sólidos son los bocadillos. El Sloppy Juan tiene un relleno desbordante, jugoso y con un punto picante controlado. La carta de líquidos es gloria bendita. Los responsables son los chicos de Two Schmucks. Ya sabéis, cócteles sublimes 'on tap'. ¡Y cuidado con las gaseosas caseras! La de mango lleva tamarindo y chile de Jalapa, y la cola Chula, agua de jamaica infusionada.

  • Bar de bocadillos
  • La Nova Esquerra de l'Eixample

¿Qué lleva? Cerdo 'pulled', kimchi casero, cilantro, yogur y mix de hierbas

Ahora que el más tonto hace 'smash burgers' en serie, se agradece que aparezcan de vez en cuando pequeños bares de bocadillos como Dillos: Marien y Hanibal no son ninguna cadena; esta pareja venezolana lleva media vida dedicada al 'street food' y su primer negocio propio sin ruedas es un chiringuito de bocadillos creativos con bombas de sabor y artesanía como el Pork Dillo: un bocado generoso con carne de cerdo asada todo un día. La carta es corta, pero cada bocadillo es un 'hit': como su versión del bocadillo cubano, o un bocadillo de ternera que se derrite, emmental y mayonesa con salsa huancaína.

Todo lo que comeréis entre rebanada y rebanada (¡y la bollería para el desayuno!) es de elaboración propia, desde un kimchi casero hasta las salcitas (y sobre todo la carne asada a baja temperatura muchas horas). El local dispone de una pequeña barra para comer con cuatro o cinco plazas, aunque la mayoría de los clientes optan por llevarse el bocadillo (que, por cierto, vienen en tamaño medio y grande, así puede probar más). Precios contenidos, nada de levantadas de camisa.

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  • India
  • El Raval
  • precio 1 de 4

¿Qué lleva? Buñuelo de patata y barroca salsa india en un brioche artesano

Ivan abrió el Mirch -adaptación de 'Mirchi' al inglés, pimienta, dos minutos antes de lo que ya sabéis– en febrero del 2020. Y es heredero de la primera familia que abrió un restaurante de cocina india en la ciudad. De hecho, la mitad de lo que encontrarás aquí es comida vegetariana, y destaca como ejemplo de 'street food' el 'vada pav', un especiado bocadillo de buñuelo de patata que él ha gourmetizado con pan de horno Cloudstreet y una salsa excepcional: de yogur con comino, mezclada con un chutney de menta y cilantro y uno de tamarindo. Un bocado tan equilibrado como cremoso, fresco y ácido. Hay versión carnívora del bocadillo, con contramuslo deshuesado de pollo en el horno tandoor.

  • Mexicana
  • Ciutat Vella
  • precio 1 de 4

¿Qué lleva? Pollo rebozado al estilo del sur de Estados Unidos, ensalada de col y salsa de chipotle.

La furgoneta Eureka, de Gastón y Priscilla, pionera del 'food-Truckin', se puso en marcha en el 2013 y ahora está empotrada a un lado de la plaza Reina Amàlia. El restaurante, que Gastón define como un "diner californiano", es tan pulcro, anguloso y minimalista como la reurbanizada plaza, antes un agujero negro. Es un lugar impoluto donde acabas con las manos embadurnadas. Su bocadillo de pollo es una bomba: pollo frito y rebozado, coleslaw con limón, pepinos y salsa de chipotle y miel, en bollo. Por menos de 12 euros, llevan una generosa ración de patatas al horno con chimichurri y una buena ensalada de hoja de roble. El bocadillo dispara instantáneamente los receptores de placer y pervive el recuerdo en la garganta un buen rato después.

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