Pronunciad Chivúos, con acento en la 'u'. Este bar, todo de madera y acogedor, es el invento de dos cocineros barbudos y venezolanos, con experiencia en Estados Unidos y en la alta cocina catalana. El concepto es sencillo, pero llevado a cabo con talento y personalidad: cinco bocadillos de recetas norteamericanas que van más allá de la hamburguesa, y cinco tiradores de cerveza artesana local. Un ejemplo: el portentoso bocadillo de 'Pulled pork', cerdo asado y especiado durante doce horas, con salsa barbacoa y cebolla confitada. Su cheesecake, servido en un tarro de mermelada, vale una cata y dos. Lo hacen bien: hay que apartar la clientela yanqui para sentarse.
Sus hamburguesas estan a la altura: una cheeseburger que, más que de manual, es un paradigma: estamos ante una jugosa ternera a la barbacoa, cheddar fundido y bacon crujiente, un prodigio de sabor compacto y carne al punto, que te la acabas y ya en querrías otra.