En Pere IV con Llacuna han abierto una coctelería que parece sacada de una serie de David Simon, con un componente sórdido de lo más acogedor. Penumbra naranja, fórmica, cuero... Estamos en un 'dive bar', que es la versión norteamericana del viejo bar de toda la vida, y donde tanto te hacen un cóctel como te ponen birras y bocadillos (y un hilo familiar te remite al bareto manolo de toda la vida). No son de Brooklyn: Carlos Vélez, hijo de Poblenou, conoció a su pareja, Sen Enver, londinense, en Nueva York.
Trabajaban en bares uno delante del otro, y se pasaron una década larga recorriendo Estados Unidos a través de la hostelería. El regreso a casa lo han hecho abriendo Henry's, un local que destila buen rollo y coctelería de autor –hacen ellos los infusionados y clarificados– y puedes tomar maravillas como un Smoking Melon, cruce ahumado y retro de Japón y México. Las cañas están bien tiradas, hay happy hour de cócteles de Spritz a 5 euros y también cocinan unas smash burgers hechas con brinza tremendas.
Los precios populares los sitúan en la franja de barrio: "En Estados Unidos la gente pasa mucho más tiempo que nosotros en el bar, y por eso queremos que Henry's sea como la sala de estar de tu casa". La cocina cierra a las 24 h, así que se convierte en uno de los escasos lugares de Poblenou para tomar un bocado con garantías hasta tarde.