Warike es un restaurante peruano atípico que nació en pandemia como un puesto de comida... ¡en un muelle de carga de camiones de Poblenou! Jeff Espinosa recuerda que él y su pareja, Roser Comellas, tenían “licencia de delivery y degustación, y hacíamos bocadillos, pero la gente no paraba de venir”.
Para no convertirse en un restaurado clandestino, salieron del almacén, y ahora, en un local con una magnífica terraza, ejercen la cocina peruana no tradicional. En Warike (en quichua significa lugar desconocido donde disfrutar de la comida) cocinan al cilindro: “Un cilindro de acero inoxidable donde cuelgas la carne, y el carbón va debajo. Como una olla a presión donde controlas la cocción y fumas en el carbón”, explica. El tocino tierno y crujiente de un cerdo al cilindro, con un marinado agridulce al estilo chifa, es una dimensión de disfrute porcino por descubrir. Y también brasean a la 'caja china', una caja de acero cerrada con brasa en lo alto que convierte un pollo asado en una maravilla jugosa. Los cebiches son de traca y creación, con unos toques asiáticos que devuelven el plato a Japón, más allá de la influencia nikkei.