Es uno de nuestras cafeterías favoritas del barrio. Al estilo de otros locales de la zona, su decoración es entre industrial y vintage, con cierto aire asiático, con una larga mesa para compartir uno de sus espectaculares cafés y desayunos. Porque aquí el café se mima mucho, es de especialidad y podéis pedirlo de filtro. La leche fresca y los baristas especializados completan el pack perfecto para los amantes de un buen café. También podéis probar sus esponjosos bizcochos, bagels, ensaladas y unas larguísimas tostadas con mantequilla y mermelada, tomate, hummus, pesto y una gran variedad de combinaciones con aguacate (caprese, con huevo, con salmón, etc.).
Malasaña es posiblemente el barrio de Madrid con más bares por kilómetro cuadrado. Y cada uno tiene su público, desde los nuevos hipsters que se han mudado a la zona hasta los ancianos que llevan toda la vida viviendo en el barrio. Abiertos a cualquier hora del día, dog-friendly, con enchufes para los portátiles, con mobiliario vintage... es difícil no encontrar un bar en el que sentirse a gusto.