Pez Tortilla

Reseña

Pez Tortilla

4 de 5 estrellas
  • Bares y pubs
  • precio 1 de 4
  • Malasaña
  • Crítica de Time Out
Gorka Elorrieta
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Time Out dice

Dos iconos tradicionales de todas nuestras barras y esta ola que no cesa de las cervezas artesanales. ¿Qué puede salir mal? La ecuación es tan fácil que no sabemos cómo nadie ha apostado antes por esta hiperespecialización, esta siempre apetitosa inmersión de bechamel y huevo. Hay expertos en lo uno y lo otro que triunfan y llevamos décadas comiendo las versiones de madres y abuelas, las nuestras, las de amigos y vecinos... pero es hora de acercarse a Pez Tortilla.

En un bar de siempre, apenas remozado (hipsterizarlo sería normalizarlo en pleno barrio de Malasaña y, en este caso, sería ir contra natura), sus propietarios despliegan un espléndido muestrario de croquetas. Como mínimo hay media docena de rellenos distintos. Desde los más canónicos (de jamón, boletus o pisto) hasta los más osados (de langostinos al ajillo, puerros y cecina o ¡chipirones a la vizcaína!). Como se imaginan, las asociaciones más inesperadas son las que antes se agotan y es que, a pesar de esos giros, su propuesta cae siempre de pie. Rebozadas con una especie de panko (ese pan rallado japonés que ofrece una cobertura más crujiente) y bien escurridas, sus croquetas, de lograda textura, están deliciosas. Las sirven en pareja o como ración, pero una vez mordido el anzuelo de lo primero, lo segundo viene solo.

Con las tortillas se ponen igual de estupendos. Son combinaciones que ya funcionan por sí mismas pero que te hacen arquear una ceja si se presentan bajo la denominación de pincho de tortilla. Las hacen de queso azul y nueces, de brie trufado y jamón, de trigueros y puerros… y consiguen bajarte la ceja de un plumazo. Gustosas y, obviamente, poco cuajadas.

Y todo esto apenas ocupa un tercio de la carta. El resto, venga de lejos (Estados Unidos, Inglaterra, Bélgica…) o cerca (Navarra, Soria, Cuenca…), son lagers, IPA, Pale Ale… y un puñado de vinos. Los cinco grifos cambian regularmente y también el maridaje que proponen.

Después de una visita ya es un pequeño, por familiar y dicho con afecto, clásico. Su apuesta merece asentarse en la zona, tan atestada de (huecos) sitios de moda y/o cuidado interiorismo. Solamente tienen un pero: demasiadas mesas altas. La mesa de la ventana es, de largo, el rincón más codiciado.

Detalles

Dirección
Pez, 36
Madrid
28004
Transporte
Noviciado (M: L2)
Horas de apertura
Cocina: Lu. a mi. 19 a 24 h. Ju. y vi. 13 a 16 h y 19 a 24 h. Sá. y do. de 12 a 17 h y de 19 a 24 h. Bar: Lu. a mi. de 18 a 2 h. Ju. de 12 a 2 h. Vi. y sá. de 12 a 2.30 h. Do. de 12 a 24 h.
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