Al Grano
Foto: Scott ChasserottAl Grano
Foto: Scott Chasserott

Los mejores restaurantes italianos de Barcelona

Los restaurantes donde podréis degustar los mejores platos de la gastronomía italiana: más allá de la pasta y la pizza

Escrito por: Anna Torrents
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La cocina italiana es, posiblemente, la más popular del mundo. En cualquier rincón de Occidente es fácil encontrar un restaurante del país de la bota o degustar un buen plato de pasta, una pizza bien hecha o delicias dulces como el tiramisú. Barcelona, ​​donde vive una importante colonia de italiana, es toda una referencia de esta gastronomía fuera de Italia: descubrid los mejores restaurantes de cocina italiana que podéis encontrar en la ciudad, y comed italiano más allá del binomio pasta-pizza (que también os lo encontraréis). Pero si os decantáis específicamente por las pizzas, echad un vistazo a esta otra lista. Y si deben ser sin gluten, consultad aquí.

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Time Out Market Barcelona
  • Qué hacer
  • El Gòtic

Time Out Market es un concepto único que tiene el objetivo de celebrar los sabores más auténticos y reunir la mejor comida y cocineros de una ciudad bajo un mismo techo, y ya está presente en grandes ciudades del mundo como Nueva York, Montreal, Oporto y Ciudad del Cabo, entre otras. En Barcelona se encuentra en el Port Vell, en la terraza-mirador del Maremagnum, con vistas espectaculares al mar y la ciudad, y ofrece una visión panorámica de los mejores restaurantes y gastronomía de Barcelona bajo un mismo techo.

El espacio, de 5.250 metros cuadrados, alberga una cuidada selección de 14 chefs, un restaurante de servicio completo y cuatro bares: dos de ellos al aire libre. La presencia italiana corre a cargo de la pizzería número uno de Barcelona, ​​La Balmesina.

Los mejores restaurantes italianos de Barcelona

  • Italiana
  • Sarrià

Oliviero, Jacopo y Ricky son tres amigos del norte de Italia que, después de tomar buena nota en las cocinas maternas, se profesionalizan en otras de Londres y París. Finalmente, aterrizan en Barcelona y abren Mina; un cruce entre una ostería contemporánea y una neo-taberna. ¿Pizza y pasta? No exactamente. Aquí encontraréis producto italiano de calidad, influencias internacionales, técnica de alta cocina y una buena dosis de creatividad, siempre guiada por la temporada. Traducido en platos; el puerro confitado con 'scamorza' ahumada, rúcula y pistachos y la lengua 'tonnata' con pimientos escalivados. La carta de vinos es un viaje por el mundo: Italia, Cataluña, España y Francia, pero también Austria, Alemania, Grecia y Croacia. El pan es cosa de Forno Bomba.

  • Italiana
  • El Clot

El romano Gabriele Munari y el sardo Federico Perrotti son el alma de La Fame, un pequeño restaurante italiano de barrio sencillo y auténtico. Inspirados por las recetas tradicionales de sus 'nonnas', ofrecen platos clásicos como las croquetas romanas 'supplì' o los 'culurgiones', una pasta rellena típica de Cerdeña. No se limitan a la tradición y a menudo dejan espacio para la creatividad con propuestas como los 'fusilli' de espirulina. La carta es concisa, con tres apartados: aperitivos, pasta y postre. Los precios son muy asequibles, y cada día elaboran pasta fresca en su obrador. A mediodía, podéis disfrutar de un señor menú del día por solo 13,5 euros. Por si fuera poco, el local tiene terraza.

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  • Italiana
  • El Poble-sec
  • precio 3 de 4

No es lo mismo decir "hoy hemos cenado en un italiano" que "hoy hemos cenado en un veneciano". ¡Todavía hay categorías! El lugar tiene glamur y, como corresponde en estos casos, corre la berrea que algún jugador del Barça es cliente. El ambiente de taberna vintage, la hiperactividad de los hermanos y dueños, las camareras charlatanes y unos platos buoni, buoni, buoni son motivos suficientes para decidir que volveréis. Antes, acabad los 'bigoli in salsa veneziana', las sepias a la plancha con polenta, el pulpo a la brasa o, si quieréis parecer venecianos de pura cepa, el hígado de ternera a la veneciana.

  • Italiana
  • Sant Antoni
  • precio 3 de 4

Benzina: un restaurante de cocina italiana que late bajo la cromada carrocería de un club de aires neoyorquinos. Y en un lugar inmejorable: en el pasaje Calders de Sant Antoni.

"Nuestra intención es hacer cocina regional romana con un ambiente que pueda ser neoyorquino", explican, "y que la gente coma como en una típica trattoria, algo no muy corriente en Barcelona". Pero si algo diferencia al Benzina de los restaurantes clubs con más pretensión que oficio, es la cocina: se come muy bien, con raciones abundantes, excelente producto y un ticket nada desmedido.

Carta corta y efectiva: 'antipasti', seis pastas (la fresca hecha en cocina) y algo de carne y pescado. Y una banda sonora de rock clásico no invasiva, con tan sabor como sus salsas. Hacen cocina monderna, pero no pueden faltar sus auténticos espaguetis en la carbonara, hechos como mandan los cánones: sin leche y con 'guanciale'.

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  • Italiana

Las hermanas Gioia, Viola y Greta Raffaelli han llevado un pedacito de Italia a un callejón de Gràcia. Su restaurante, con tres espacios diferenciados, parece una casa particular decorada con fotografías de Sophia Loren y cuadros de mujeres al estilo de Modigliani. Aunque la familia viene de la Toscana, la carta recorre recetas de todas las regiones italianas, como la 'cotoletta' milanesa, la berenjena en la parmesana o postres sardos como las 'seadas', una masa crujiente rellena de queso pecorino y miel.

Sin embargo, lo mejor es dejarse llevar por la pasta artesana y una buena copa de vino, especialmente por los platos napolitanos 'linguine alle vongole' o los 'pappardelle' con ragú de venado. En la sobremesa, la fiesta continúa con limoncello, moscato de Asti y grappa. El apartado de los postres es una tentación a la que caeremos a cuatro patas: tiramisú con chips de chocolate, la mencionada 'seada' o... ¡una 'pera cotta'! Mezcla de panacotta con pera y vino dulce italiano, con crumble de chocolate negro y helado de vainilla.

  • Italiana
  • Les Corts
  • precio 3 de 4

Hay muchas maneras de llegar a Sicilia desde Barcelona, y una de las más rápidas es plantarse en el hotel NH Stadium, junto al Camp Nou, donde el chef italiano Andrea Tumbarello tiene uno de sus icónicos restaurantes, Don Giovanni.

El icónico chef –antiguo economista que iba mucho a Madrid y se decidió a poner un restaurante porque un día le sirvieron "una carbonara que en realidad era una cabronada"– tiene la premisa de ir más allá de la pasta y la pizza, y en su carta podemos encontrar platos como un huevo de corral frito, láminas de trufa y caviar de trufa negra. Ya sabéis que su segundo nombre es el Rey de la Trufa, un apelativo que se ha ganado a pulso en una carta con un apartado del oro negro cuando es temporada: blanca o negra, siempre fresca y de buena calidad.

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  • Italiana
  • Horta
  • precio 2 de 4

Este es un restaurante italiano muy atípico (o quizá justo al revés). Ubicado en una esquina por encima de Travessera de Gràcia, es la casa que Danilo Di Monaco abrió en el 2008.

Escondido tras una fachada discreta se encuentra un lugar de apariencia íntima y discreta, ideal para cenas románticas. Es un saloncito no demasiado grande, con mesas de dos personas, donde sirven platos de toda Italia, algunos muy conocidos –¡tienen hasta seis tipos de lasaña!– y otros no tanto, como los como las 'arrosticcini', brochetas de cordero.

Di Monaco es de Avellino (Campania), y se enorgullece del plato de su pueblo: unos suntuosos 'tagliatelle' frescos con setas, crema de parmesano, azafrán y trufa negra de la buena, de Bagnoli. La carta es muy extensa, pero se puede fiar de todo: a pesar de ser un lugar pequeño, tienen a veinte personas trabajando, hacen su pasta fresca y la mayoría del producto clave llega de Italia (¡incluso hacen la masa con agua mineral italiana!).

  • Italiana
  • Sant Antoni
  • precio 2 de 4

Este italiano pertenece a la estirpe de 'trattorias' de espíritu popular y mano exquisita donde se comen platos de pasta fresca de altísima calidad, sin tener que realizar grandes desembolsos. La pasta fresca es casera, y el chef Gabriele Milano ha dispuesto una oferta ambiciosa, que sigue la ortodoxia italiana y le aporta un toque de autor. No se limitan a ofrecer platos recurrentes de ese país de países gastronómicos que es Italia, sino que recorren la bota de norte a sur.

En la carta encontraréis desde platos casi alpinos, como los raviolis rellenos de ossobuco, hasta un plato calabrés como los 'paccheri' con 'nduja', una salchicha de la misma región picante. Los entrantes son un placer: 'arancino' con trufa, pan 'carasatu' de Cerdeña con pesto, mortadela con focaccia y pistachos.

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  • Bares de tapas
  • Dreta de l'Eixample
  • precio 2 de 4

Benditto es una vermutería italiana que sobre todo abre en franja de noche y noche (ya sabéis que en Italia el vermut es un asunto de tarde). Ahora bien, esta etiqueta se les queda corta: esta es la casa del cocinero Víctor Ferrer (Betlem, Cafè del Centre) y su pareja, la jefa de sala florentina Cati Mirenda. El primero aporta su talento a la hora de hacer cosas nuevas con la tradición, ella pone el conocimiento del producto gourmet transalpino (y dispone de cinco especialidades elaboradas de forma artesanal por parientes suyos).

El resultado va mucho más allá del bar de delicadezas frías: aquí encontraréis ejemplos muy afinados de cocina en frío, como huevos duros con guiso frío de buey de mar y mayonesa de albahaca, o un bistec tártaro de atún con cebolleta sobre 'schiacciata'. También elevan al máximo los mejores embutidos artesanos italianos: descubrid qué sabor tienen el 'capocollo' –cabeza y cuello de cerdo, delicado y aromático– realzado con piñones, cebolla confitada y cebolla envinagrada– o una muy intensa 'sbriciolana': un salami toscano , injertado de hinojo, que se deshace en la boca. Y claro, éste también es un lugar ideal para tomar vinos y vermuts buenos. Todo a precios amables, para mojar pan, no; mejor su buenísima focaccia.

  • Italiana
  • Camp d'en Grassot i Gràcia Nova
  • precio 2 de 4

El universo Pastan empezó en Reino Unido, donde cuentan con tres restaurantes más. De toda Europa, Gràcia fue la elegida para llevar su pasta plant-based, donde los veganos y no veganos pueden degustar recetas llenas de sabor que, además, respetan al planeta. La carta es corta y ecléctica, y propone pastas diferenciales que buscan asombro y disfrute.

Entre ellas, los tortellini de pimiento rojo con gelificación de estragón y hojas de romero fritas o los ravioli de guisantes y chalotas. También utilizan chorizo ​​vegano y pasta de sémola de trigo en ensaladas y falsos arroces y versionan quesos azules y camemberts. Para mitigar el impacto de las comidas que sirven, y como parte del movimiento Carbon Free Dining, plantan árboles frutales en todo el mundo.

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  • Italiana
  • Sant Gervasi - Galvany
  • precio 2 de 4

Enriquetto es el restaurante italiano donde confluyen tres socios restauradores con muy buen gusto y muchas ganas de divertirse: Kim Diaz del Bar Mut, Miquel Puchol de la cercana Mantequerías Pirenaicas, y Enric Rebordosa de La Confiteria.

Abierto en 2024, el emplazamiento es una delicia: aquella plazoleta sin nombre que queda amparada justo por debajo del no menos delicioso Parque del Turó de Monterols. Alejado del fundamentalismo de la autenticidad, Enriquetto es un homenaje a la cocina italiana en clave internacional, cogiendo platos que han hecho fortuna en todo el mundo y añadiendo su toque y una catalanización de producto. ¿Ejemplos? Un magnífico carpaccio con salsa Harry's Bar, esa barbaridad de disfrute desatado que es la pasta Alfredo, fettuccini ahogados en una ansiosa crema de parmesano y mantequilla, o unos pappardelle con ragú como los que debe hacer la 'mamma'. 

  • Mediterránea
  • precio 2 de 4

Si los 'linguine alle vongole e bottarga' de este restaurante sardo fueran una canción, sería 'Sapore di sale' de Gino Paoli. La pasta de sémola de trigo con almejas, huevos de lisa desecados, tomate y ajo nos hace sentir rayos de sol cegadores en los ojos, salitre en los labios y el Mediterráneo en el paladar. Queremos vender nuestra 'nonna' a cambio de poder zambullirnos en la salsa que queda en el fondo del plato, pero nos conformamos mojando pan 'guttiau'; unas láminas finas y crujientes de sémola de trigo duro. Salvatore, el dueño y cocinero de este pequeño restaurante con terraza junto al Parque del Carmel, elabora cocina de Cerdeña; mar, campo y pasto. Del interior tiene platos como los 'gnocchetti' con ragú de jabalí. De postre, una 'seada': una empanada rellena de queso dulce fundido y cubierta de limón y miel. Vinos sardos, sicilianos, piamonteses, emilianos y de aquí. Todo preparado en el momento y según disponibilidad del mercado del barrio.

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  • Italiana
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera
  • precio 2 de 4

El rey de Le Cucine Mandarosso es Pietro Leonetti, un chico con gafas de pasta, pendientes en las orejas y barbilla. Si no le hubiera conocido, pensaría que detrás de esa abundancia de despensa, hay una 'nonna' italiana obsesionada con que sus cachorros no pasen hambre. Nada que ver. Hay menú de mediodía. La abundancia de Le Cucine Mandarosso llega a la bodega. Podréis probar bebidas que son difíciles de encontrar fuera de Italia como el 'chinotto' (un aperitivo con un punto amargo), el 'crodino' (un aperitivo sin alcohol) y la 'cedrata', una limonada de un amarillo superlativo muy famosa allí.

  • Italiana
  • Sant Gervasi - Galvany
  • precio 3 de 4

Lombo es el restaurante italiano que Eugeni De Diego (uno de los ex jefes de cocina de Elbulli) y su pareja Ana Alvarado (ex repostera de El Bulli). Hedonismo puro y duro y mucha rigurosidad: toda la pasta fresca la elaboran ellos, y para decidir los dos platos de pasta seca de la carta testaron setenta marcas. El chef sardo Andrea Ortu ejecuta y añade un toque personal a las ideas de De Diego, que ha optado por el difícil equilibrio de potenciar sabores y aliviar platos, más que reinventarlos. Como por ejemplo, un brutal 'vitello tonnato', donde la salsa de alcaparras y anchoa deja paso a una sofisticada mayonesa con un fondo de carne, con un solomillo buenísimo en lugar del humilde rosbif de corte redondo. Quizás no inventen la sopa de ajo, pero la hacen mejor que la mayoría.

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  • Italiana
  • Sant Antoni
  • precio 2 de 4

Podemos lanzarnos a la experiencia italiana de Doppietta con los ojos cerrados: está puerta con puerta con Benzina, uno de los mejores –y más 'cool'– italianos de Barcelona, ​​y es de la misma propiedad. Doppietta es una versión actualizada de la 'salumería' –la tienda de productos delicatessen italianos– con quesos y embutidos de primera (¡algunas de elaboración propia!). El chef y socio, Nicola Valle, es de Brescia y ha creado una quincena de segundos que van más allá de la pasta y cogen el hecho popular italiano de una perspectiva gourmet y casera: cómo una maravillosa 'porchetta alla romana', con salsa de carne y encurtidos.

Cada sábado y domingo encontraréis su versión del brunch, en dos turnos, ya un precio cerrado asequible. Se trata de un buffet libre de delicadezas frías (¡sin límites!). Y de segundo, seis platillos servidos en la mesa de tradición italiana suculenta: pasta carbonara (uno de los hits de la casa), ñoquis en los cuatro quesos, un risotto de setas suave y denso, las clásicas albóndigas... Por si no hay hubiera suficiente, el precio incluye un cóctel de aperitivo.

  • Italiana
  • Ciutat Vella
  • precio 3 de 4

No es un restaurante italiano. Tampoco es una trattoria italiana. Es una taberna veneciana y lleva el nombre con el que llaman a estos lugares en la ciudad de los canales, Bacaro. Los venecianos son distintos del resto de los italianos. Tienen una cocina muy particular, marinera y refinada, con toques que quedaron de las evitadas invasiones turcas y enriquecidas gracias a la pasión aventurera de sus marinaros, con Marco Polo a la cabeza. Una pequeña muestra de los platos que os ofrecen aquí; sardinas en saor, 'tagliatella' con ragú de gallo pata negra y higado de ternera alla veneciana con puré de patatas. Un lugar donde tomar desde un 'prosecco' hasta una caña, y pasar una de las noches más deliciosas en buena compañía y con una oferta gastronómica excelente y a precios más que razonables.

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  • Italiana
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera
  • precio 2 de 4

El restaurante Gravin tiene la gracia de tener un espíritu de 'trattoria' italiana, pero con un aire fresco y renovado de cocina regional mediterránea. No se limita a ofrecer una cocina típica y más conocida, sino que progresa hacia una cocina más cosmopolita y moderna. Nos deslumbran los 'tagliolini' con merluza en el limón, difícilmente replicados en otros restaurantes del mismo estilo, o la sopa de mejillones, almejas, tomates 'cherry' y guindilla, ¡increíble! Evidentemente, no faltan clásicos de la pasta y la pizza que todo italiano debe conservar en la carta pero ¡os recomendamos que pase al lado más salvaje!

  • Italiana

Me recibe una pizarra con seis cervezas artesanas, cinco catalanas. Es el veneno oficial de Il Birrino, un pequeño espacio que desconcierta, porque junto a la lista de birras hay otra pizarra con pasta y entrantes. ¿Cerveza artesana y 'puttanesca'? ¿Dónde debo apuntarme? De un espacio minúsculo, junto a la barra, sale Emmanuele de Angelis: italiano, atento y con una destreza increíble para moverse en la caja de cerillas de la cocina. Ha logrado que Il Birrino sea un híbrido perfecto de cervecería artesana y restaurante italiano casero. Puedes quedarte 20 minutos o dos horas, pero volverás. Primero, porque la selección de birras en rotación, aunque corta, es impecable. Segundo, porque el sitio es auténtico: decoración reciclada y chup-chup humano. Y tercero, porque Emanuele es uno de los mejores cocineros que se han cruzado en mi camino.

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  • Italiana
  • Sarrià - Sant Gervasi
  • precio 2 de 4
Massimo
Massimo

Massimo, milanés, pero universal en su concepto de cocina, abrió su restaurante en Junio del 2008 con la idea de ofrecer la cocina italiana más auténtica, y lo ha conseguido. En un elegante establecimiento de dos plantas, con capacidad para unas sesenta personas, los fines de semana es imprescindible reservar si se quiere saborear la vera Italia. Pastas exquisitas de elaboración casera, suculentos entrantes a base de muy buena mozzarella stracciatella, y excelentes platos como el que recomendamos: un atún mediterráneo, rojo, rebozado con pistachos y acompañado de verduritas cujientes.

  • Italiana
  • Sarrià - Sant Gervasi
  • precio 2 de 4

Con una terraza que en verano es encantadora, este local de dos plantas dispone de unas cómodas sillas para unas mesas bien distribuidas, a una distancia prudencial para que los comensales no se molesten, una buena iluminación y un excelante servicio. Aquí, Roberto ofrece platos de todas las regiones italianas, auqnue sin imponerse fronteras, ni geográficas ni imaginativas. Un ejemplo: linguini con ajo, guindilla, huevos de mújol (botarga) y queso de cabra (pecorino). Sublime, para empezar, la ensalada de alcachofas crudas con rúcula y queso pasado por vino Barolo. Entre los postres destaca el semifrío de Amaretto con almendra caramelizada, una excelente selección de quesos, y, para acabar, café shakerato (batido y frío) y buena grappa. Muy buena bodega de vinos italianos y españoles. Hay menú de mediodía.

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  • Italiana

La cocina siciliana podríamos decir que es la 'mamma' e incluso la 'nonna' de las variadas y sabrosas cocinas italianas. El chef Niko Scimone, que conquistó varias estrellas de la música en Nashville, ha instalado el Galú en Barcelona. Y os ofrece una carta corta pero sabrosa con clásicos; spaghetti con tinta de calamar y gambas, caponata (estofado de berenjenas en agridulce) y pollo a la marsala, por ejemplo. Las pastas, desde el momento en que se elaboran a diario y artesanalmente, cobran un gran valor, condimentadas con la riqueza de esta cocina crisol de culturas. También ofrecen un risotto distinto cada día.

  • Italiana
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera
  • precio 2 de 4

Las pizzas más buenas son las más simples. Esto dice el napolitano Diego Martone en el Blau, pegadito al mercado de Santa Caterina, un favorito de la colonia italiana. Define la fórmula del Blau como "tavola calda", es decir, mesa caliente. Por la mañana, desayunos; al mediodía, menú (siempre con pizza de segundo), y por la noche, una carta de platillos italianos. Siempre con su excelente pizza que vienen al 'taglio' de telón de fondo. Diego nos recomienda la de berenjena, tomate fresco y queso scamorza, fresco de leche de vaca.

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  • Italiana
  • Fort Pienc

Italia planta bandera en este restaurante al lado de Arc de Triomf con una carta italiana que intercala antipasti, pasta y pizzeta. Eso sí, sin perder las ganas de probar cosas nuevas ni olvidarse de la tradición de nuestras tierras, tal y como manifiestan las croquetas y el pescado fresco que se vislumbran en la carta. Pizzeta de mortadela, stracciatella y pistacho o pappardelle con ragú de ossobuco y gremolata son algunos de los platos estrella. El menú del día (19,9 euros) vale la pena.

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