Devil's cut
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Guía definitiva del cóctel en Madrid: 31 bares para beberte la noche en Madrid

Las coordenadas infalibles donde saciar la apetencia de un negroni, un trago divertido o una inaudita y personalísima creación de autor

Gorka Elorrieta
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Cada vez se puede beber mejor en Madrid. Al tiempo que chefs de primer nivel y cadenas hoteleras de lujo aterrizan en la capital, nuevos bartenders se animan a abrir su propio local y son muchos los restaurantes que esconden una barra de coctelería de altos vuelos. Además de templos insustituibles como Del Diego o Cock, aparecen constantemente y desde hace unos años nuevos rincones para sedientos de cualquier perfil pero... ¿Cuál es la mejor coctelería de Madrid? ¿Cuál es el mejor bar? Eso lo tendrás que decidir tú. Nosotos te damos el mapa para unir las barras imprescindibles que tienen que estar tu ruta.

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  • Coctelerías
  • Conde Duque
  • precio 2 de 4
  • Crítica de Time Out

Desde Barcelona, los bartenders (y empresarios) Marc Àlvarez y Juanillo Falcón desembarcan con fuerza en Madrid. "Fluid no es una coctelería al uso", cuenta Marc. "Es un espacio para mentes inquietas que tengan afinidad por el arte, la música y la coctelería". El nuevo bar, con Dani Regajo y Julián Rodríguez de responsables, sabe aprovecharse. No cambia los aires industriales de búnker, así como el interior saturado de azul cobalto y rojo eléctrico que para Yeite diseñó Plantea Studio. Sigue la mole de barra que ahora comparte estación de cócteles y plato para vinilos. "Es donde queremos que pasen más cosas", argumenta Dani, con experiencia en The Gibson (Londres) y en Papúa Colón. "Tratar la coctelería como si fuera el séptimo arte" y encargarse además de la selección de discos, que pronto se atreverán a pinchar para completar las sesiones de DJ 's residentes (a partir de las 23:00). Fluid pretende alargarse hasta las 05:00.

  • Coctelerías
  • Crítica de Time Out

Madrid se agita más que nunca. No es casualidad que justo antes de que la ciudad albergue de forma inédita la gala de The World’s 50 Best Bars, la gran cita de los bares de cócteles, irrumpa con fuerza este proyecto ambicioso pero independiente. Devil’s Cut está respaldado por gente apasionada por este mundillo, tres amigos de toda una vida que quieren montar un bar. El destino quiso que descubrieran que el local que uno de ellos había diseñado hace cuarenta años estuviera disponible. Ese local era Casa Pueblo, fundado en el barrio de Las Letras en 1983 como un café bar de época años 20. Un lugar especial que, condenado casi al ostracismo décadas después, experimenta un renacer al unísono del vigoroso estado actual de la coctelería.

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  • Coctelerías
  • Centro
  • precio 2 de 4
  • Crítica de Time Out

Bajo el cartel de un lugar con ínfulas que no pasó de ser restaurante typical, nos recibe la patrona. Ella es quien da inicio al nuevo show en este rincón insospechado a espaldas de la marabunta de la puerta de Sol. Es este personaje almodovariano el que franquea el paso desde una recepción propia de un Madrid setentero de boina y maleta vieja a un espacio eléctrico y casi futurista. Bien podría dicho portal haber sido escenario de 'El día de la bestia' (el nombre de Pensión Mimosas pone sobre otra pista cinéfila: un drama francés ambientado en la Costa Azul) si no fuera por ser parte del efecto wow de una coctelería festiva que plantea llevar a otro nivel el manido concepto de speakeasy.  

  • Coctelerías
  • Centro
  • precio 2 de 4
  • Crítica de Time Out

En pocos bares de Madrid lo mismo suena Paul Anka que Soul Kitchen de X. La música es la gran obsesión de Edu; en realidad, la cultura estadounidense. Y la coctelería, clásica e intensa como a él le gusta, es una parte de ella que le ayuda a expresarse. A falta de nuevas incorporaciones pero con algunos retoques, la carta se ciñe a una veintena de cócteles más platos para acompañar. Las especialidades de la casa son las alitas, los tomates verdes fritos, las hamburguesas o los sándwiches como el Philly cheesesteak. Quedan los cócteles como el Luna Park Nº2 (bourbon, cordial de cerezas, amontillado y bitters) o el más dulce Charly Fifties (licor café, amontillado, lima, espuma de flor de saúco), el reformulado Caña Santa (vodka, lemongrass, Campari y bitters) o el ya clásico Chilidrin (tequila infusionado con jalapeños frescos y encurtidos, piña madurada). Mención al espresso martini fuera de carta que hace con café 100% arábica y, en lugar de vodka, ron jamaicano y cubano infusionados en piel de limón y canela. Tira a carajillo de Cuba, con más matices que el cóctel clásico. También para cafeteros, el Dark Roast (mezcal infusionado en grano de café arábica, PX y Campari).   

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  • Coctelerías
  • Centro
  • precio 2 de 4
  • Crítica de Time Out

En el número 18 de la calle de los Libreros, sin rótulo ni más indicación que la propia dirección, una doble puerta (la segunda de ellas, con timbre) esconde la entrada a Satán, la coctelería que rinde un homenaje al local del mismo nombre que el pintor cubano Mario Carreño abrió en 1934 en la capital. Aquella coctelería permaneció abierta durante toda la guerra civil y también gran parte de la dictadura franquista. Fue, en aquel tiempo, lugar de encuentro y diversión para todos aquellos que se encontraban, entonces, en los márgenes del sistema. Dada la condena de los sectores conservadores y de la iglesia por su estética, su nombre y por el tipo de fiestas que allí se celebraban, el régimen franquista le obligó a cambiar su denominación por "Tarzán", borrando para siempre de su identidad el nombre que ahora recupera este nuevo "Satán" en Madrid.

  • Coctelerías
  • Barrio de Salamanca
  • precio 2 de 4
  • Crítica de Time Out

Se trata del bar de Kevo Jacoby, un bonaerense que llegó hace diez años a Barcelona (Dr. Stravinsky, Two Schmucks) y que, junto a su colega y socio Juan D´Onofrio, chef de Chispa Bistró, acabó enrolado en esta aventura madrileña. Fue al ver el local cuando realmente se convenció de las posibilidades de un proyecto con el que apenas se habían limitado a fantasear. En una callecita de poco paso a espaldas de la Puerta de Alcalá, el St. John’s era un bar de copas y cócteles al que acudía a las tantas la gente del sector porque siempre estaba abierto. Una gruta semiclandestina con las ventanas tapadas. Mano a mano con un primo arquitecto, Kevo lo rediseñó todo, desde la luz a la decoración.

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  • Madrid
  • Crítica de Time Out

Esto antes no pasaba. ¿Un bar de planteamiento radical que al mismo tiempo sea para todos? Si Momus parte de ser una coctelería de especialidad es porque Momus es 100% coctelería. Entenderlo es más fácil que hacerlo. Aquí empieza la ironía. Tal reto consiste en que Alberto Fernández deja la barra de Saddle en todo lo alto para atreverse con algo más suyo en el barrio de Chueca. Allí donde la calle Reina, la que sigue destilando historia y vanguardia en forma de cóctel, pasa a tierra de nadie en materia líquida donde todo está por hacer entre las calles Pelayo y Libertad. Así que la de San Bartolomé empieza ya con este Momus que guiña al dios griego más burlón.

  • Coctelerías
  • Centro
  • precio 2 de 4
  • Crítica de Time Out

La noche en el barrio de Las Letras no podía ser la misma con un Salmon Guru cerrado por obras. Pero tras más de un mes de escombros y siete años después de levantar el cierre por primera vez, la noche de reapertura fue sonada. Por fin, “volver a sentir Salmon”, en palabras de Diego Cabrera (le entrevistamos en nuestra revista -verano 2023-), el gurú de este universo con su coctelería de autor nº 15 en The World’s 50 Best Bars.

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  • Coctelerías
  • Centro
  • precio 2 de 4
  • Crítica de Time Out

En el trajín de Sol y alrededores a veces no se repara en lo que se tiene delante. Si se levanta la vista tropezamos en la calle de la Bolsa con una portada de piedra que invita a curiosear. Si andamos buscando una coctelería con pegada underground, estar bajo una bóveda de cañón barroca puede confundir. El interior de este edificio del siglo XVI, que fue Aduanas y luego la primera Bolsa, se embellece con escayolas, pan de oro, espejos y focos colgantes. La capilla de la que llegó a ser iglesia de Santa Cruz sustituye bancos por mesas. Al fondo, una barra. Menudo escenario. ¿Y la Gioconda tan maldita? Estamos en Caluana, uno de esos restaurantes para quedar bien con las visitas impresionables. El bar se esconde abajo.

  • Coctelerías
  • Centro
  • precio 2 de 4
  • Crítica de Time Out
Santos y Desamparados
Santos y Desamparados

Una esquela personalizada de aire gótico ilustra la portada de una carta, concisa y transparente, que pronto sumará cuatro creaciones propias. “Tenemos dos máximas: no copiar nada ni a nadie –ni estética, ni actitud, ni selección musical– y crear comunidad, una red de carne y hueso, que vengas y puedas charlar amistosamente con el barman o con otros clientes”, refuerza Alberto Villarroel, uno de los socios fundadores. La coctelería, perfilada por luces bajas y detalles singulares (cuadros del tatuador Robert Hernandez, confesionario en hierro y madera de diseño exclusivo, vitrina con material de Bottesi...), exhibe un carácter tan único como innegociable.

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