Terrassa de Barraca
Foto: BarracaBarraca
Foto: Barraca

Bares y restaurantes en Barcelona que no cierran en agosto

¿Tenéis que quedaros en la ciudad cuando no hay ni un alma? No os desaniméis, no estáis solos

Mireia Font
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Hay un montón de bares y restaurantes en la ciudad que harán que llevéis mejor el calor asfáltico y la ausencia de vuestros amigos más afortunados que sí se han podido escapar de vacaciones. En esta lista encontraréis un poco de todo, opciones para todos los bolsillos y gustos; establecimientos clásicos y nuevos, gastronomías de aquí, de allá y de más allá, platazos para disfrutarlos en la mesa y con calma y bocados rápidos. ¿Más ventajas de ser cuatro gatos en Barcelona? Pues que muy probablemente no tendréis que esperar para poder sentaros en las mejores terrazas y 'rooftops'.

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Time Out Market Barcelona
  • Qué hacer
  • El Gòtic

Time Out Market es un concepto único que tiene el objetivo de celebrar los sabores más auténticos y reunir la mejor comida y cocineros de una ciudad bajo un mismo techo, y está presente en grandes ciudades del mundo como Nueva York, Montreal, Oporto y Ciudad del Cabo, entre otras. En Barcelona lo encuentra en el Port Vell, en la terraza-mirador del Maremagnum.

El espacio, de 5.250 metros cuadrados en el que caben 1.400 personas, acoge una cuidada selección de 14 chefs, un restaurante de servicio completo y cuatro bares: dos de ellos al aire libre, con vistas espectaculares al mar y la ciudad.

Además de esta impresionante conjunción de grandes cocineros y deliciosos platos, en el centro del mercado hay un escenario con una visión de 360º, que cuenta con una programación cultural y espectáculos a cargo de la redacción de Time Out Barcelona. Atentos al Instagram del Market, donde irán anunciando la programación.

Aquí tampoco paran en verano.

Bares y restaurantes de Barcelona que no cierran en agosto

  • Cocina creativa
  • Dreta de l'Eixample
  • precio 4 de 4
Con un Sol Repsol, una distancia entre mesas de las más grandes de la ciudad y una apuesta radical por la temporada, el UMA del Iker Erauzkin es uno de los mejores restaurantes de Barcelona. Uno de los más especiales, seguro. Él es vasco pero lleva media vida aquí, aunque ni un origen ni otro predominen en el plato. Erauzkin cocina la temporada sin acentos, con platos sabrosos que cuidan mucho la presentación y que recordará tiempo después de haber comido. El continente, una sala moderna con tanto espacio que cualquier empresario de la restauración se estiraría el pelo. Calcula: nueve tablas distribuidas en 250 m². No cierran en verano.
  • Cocina Internacional
  • Gràcia
  • precio 2 de 4

En el primer bocado, ya sabes que La Brillantina es un sitio interesante. Santiago Macías, chef colombiano, y su pareja, Vanesa Zorzoli, pastelera argentina, están detrás de este establecimiento, una propuesta informal que derrama talento y reflexión, con una carta que resume la cocina popular de Latinoamérica para darle un giro bien personal. ¿Ejemplos? Aguachile de sandía en diferentes texturas, con albahaca, aguacate y pepino, y los ñoquis de plátano maduro, con mantequilla de salvia, parmigiano reggiano y salsa de guayaba y cebolla. La carta de cócteles es también una maravilla; margarita de chiles y flor de Jamaica, negroni de café de Colombia, gintónic de piña y tomillo. Si este verano no vas a Latinoamérica, Latinoamérica va a ti.

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  • Gastropubs
  • Sant Andreu de Palomar
  • precio 2 de 4

En la carta hay palabras en catalán, castellano, chileno, coreano, japonés e inglés, y los platos están clasificados en seis secciones; para abrir la boca, cevichería fina, 'the butcher society', 'sangúche', platillos y tapas y postres. Felipe González, el dueño, es un chileno culo inquieto y un cocinero inclasificable y post-punk. Traducido en platos; una ensaladilla rusa que hace justicia al nombre de la taberna, con verduras al vapor con caldo de dashi, ese bonito seco y mil astucias asiáticas más; un cebiche nikkei que mira directamente al fondo del mar y un trikini que hizo que un día se quedaran sin los ingredientes y un cliente tomara la bici para ir voluntariamente hasta la Cansaladeria Puig a comprarla. El jefe es de dónde es, así que la carta de vinos naturales y piscos es sublime. Eclecticismo, creatividad y sensatez y en su justa medida. Felipe no cierra en verano para no dejar huérfano a nadie.

  • Marisco
  • La Barceloneta
  • precio 2 de 4

¿Las únicas playas que veréis este verano son las de Barcelona? ¡Ningún problema! En Barraca os sentiréis como si estuvieras de vacaciones en la costa porque está en primerísima línea de mar y tiene una terraza espectacular. Se trata de una arrocería con estilo que hace una cocina bien trabajada. De la carta, despuntan la paella marinera, el arroz negro de bacalao y alioli de azafrán y el meloso de pato y alioli trufado. Las tapas y los aperitivos tienen un fuerte acento marinero. También ofrecen un par de opciones cárnicas y un arroz vegano.

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  • Gràcia

Si no tenéis una terraza suficientemente grande para poner una barbacoa, tranquilos. Pablo Lagrange (argentino, ex-Noma, Mugaritz, Tickets), Lucía Aguilar (peruana, ex-Enigma, GoXo, Boragón de Santiago de Chile) y Ricardo Mateo (argentino, panadero de tercera generación) tienen un pequeño local en Gràcia dedicado al choripán, un bocadillo de chorizo ​​criollo hecho a la brasa y chimichurri muy apreciado en América Latina. Todo lo hacen ellos desde cero. Además del choripán, ofrecen 'sanguchito de vacío' con pan de chapata, kebab vegano (gírgolas, seitan, lechuga, salsa de cacahuetes y 'anticuchera') y 'pastrón' (ternera ahumada, mayonesa de wasabi, queso y verdurito encurtidas con pan bollo). De postre, tienen un espectacular dulce de leche ahumado. Para beber, sirven refresco de Cola 'made in' ellos mismos, cerveza artesana argentina de Juguetes Perdidos y un excelente vino tinto D.O. Terra Alta.

  • Gràcia
  • precio 2 de 4

Durante 30 años Quim Marquès fue referencia a la Barceloneta con el Suquet del Almirante; ahora está en Gràcia, su barrio de toda la vida con un restaurante de cocina catalana y barcelonesa al cien por cien. Con precios contenidos y estética de bar de barrio (de hecho lo era), Marqués practica una cocina de chup-chup y producto de temporada y de proximidad. En verano os ofrecen remedios caseros para superar el calor, como una ensaladilla rusa con atún, aceitunas Gondal y piparras o un gazpacho bien refrescante.

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  • Vietnamita

Quizás ahora mismo el cuerpo no os pide una sopa 'pho' calentita, pero tenéis antojo de sabores vietnamitas. En Bun Bo os ofrecen el wrap de 'pho' hecho con tortilla de harina de trigo, carne de ternera, noodles de arroz, cebolleta china, brotes de soja, menta, cilantro y salsa hoisin, que es cosa fina. Otra opción veraniega; el 'goi cuon'; rollitos de papel de arroz y rellenos de gambas, cerdo, lechuga, fideos de arroz, anacardos, menta, cilantro y albahaca, servidos en salsa de anacardo. El local y la terraza son coquetones y la cocina es ininterrumpida de 13:00 a 23:00.

  • El Raval
  • precio 3 de 4

De la mítica Casa Leopoldo ahora se hace cargo el grupo Banco de Boquerones y no han realizado grandes cambios estéticos. ¿Qué sentido tendría cambiar un local inmortalizado en las novelas de Carvalho y que fue la segunda casa de Vázquez Montalbán y sus amigos? Pequeñas modificaciones: una mesa dedicada al escritor –donde pasaba horas y horas comiendo y escribiendo– y haber erigido un salón privado de color rosa en honor a Rosa Gil. Y sobre todo convertir una de las salas del sitio en una estancia también dedicada a él. La comida está muy bien, ya un precio más contenido que en la etapa vintage. La carta es cocina clásica catalana. Si tenéis visita de fuera con ganas de tradición culinaria, este restaurante es una muy buena opción.

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  • Pizza
  • Gràcia
  • precio 2 de 4

Esta es la unión de Rafa Panatieri (italobrasileño) y Jorge Sastre (madrileño), dos cocineros que compartieron labor y creatividad en el Roca Moo, con el objetivo de conseguir y mantener una estrella Michelin. De la granja a la Sartoria; hacen pizzas, pero a un nivel de excelencia nunca visto en la ciudad. Elaboran sus embutidos: mortadela, tocino, cabeza de lomo, porchetta... Son cerdos de raza Gascón criados en una granja ecológica de Lleida. En un armario frío lleno de grasa infiltrada y celestial, sin química artificial. Los vegetales son de pequeños productores de proximidad; y las pizzas, de harina ecológica, terminan en la leña. La carta de pizzas cambia con las temporadas. Abren todo el verano y si fuera por nosotros, deberían hacerlo todos los días del año sin excepción. Tienen un segundo local en Provença, 330.

  • Japonesa
  • Esquerra de l’Eixample
  • precio 4 de 4

¿Un ramen calentito? Quizás no. Mejor sushi elaborado con el mejor pescado, la mayoría del Delta y algo llevado desde Japón, como el pescado limón. El arroz perfecto de las piezas es lo que realmente delata el nivel de esta barra japonesa. Cocción y el punto perfecto de vinagre -está, pero apenas se nota- y la presión justa para que no se hunda, pero se quede suelto nada más entrar en la boca. Héctor Ribeiro, al frente de la cocina, tiene un buen material para trabajar. De los dueños del aclamado restaurante Xerta, en el hotel Ohla Eixample.

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  • Mexicana
  • Ciutat Vella
  • precio 1 de 4

Quizás prefierís estar de vacaciones en la costa de California que en Barcelona. Os entendemos perfectamente, pero a grandes males, grandes remedios. Gringa es un 'dinner' californiano pulcro, anguloso y minimal con terraza. Aquí podrá degustar la cocina callejera de Los Ángeles, una mezcla de influencias irlandesas, mexicanas, salvadoreñas y 100% americanas. Son tacos, hot wings, chiles de Jalapa, burritos y panqueques. Muchas propuestas se acompañan con una buena ración de patatas al horno con chimichurri. En agosto sólo abren vísperas y noches.

  • Mexicana
  • Dreta de l'Eixample

Si sumamos mar y México obtenemos como resultado el Maro Azul del Eixample. El plato estrella de este local luminoso, sereno y de aires mediterráneos con reminiscencias caribeñas es el pescado a la talla, una especialidad del Pacífico mexicano. Se abre como una mariposa, se cocina a la brasa, una mitad se cubre de salsa talla (de diferentes tipos de chile) y la otra de salsa de perejil (con clavo, comino y cebolla), y se sirve con tortillas, frijoles refritos y verduras encurtidas. Las tostadas, los tacos, los rollitos de changurro y el aguachile tampoco se quedan atrás. Cócteles tradicionales (margarita, pisco sour) y también de creación propia, como el daiquiri de yuzu y guayaba. Quizás al terminar la comida sintáis que estáis en la costa yucateca, pero no, estáis a dos pasos de la Sagrada Família.

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  • Del oeste de África
  • Sants

Abarka es un restaurante africano que nace con dos objetivos claros; ser una cooperativa sin ánimo de lucro de iniciativa social que trabaja por la inserción laboral de gente migrada y/o racializada y difundir la gastronomía del oeste del continente africano; de Senegal, Gambia, Costa de Marfil y Nigeria. En la carta hay comida de la calle y platazos ideales para el verano como el tabulé de fonio con mango o el cuscús de yuca con pescado a la brasa servido con rodajas de plátano macho y ensalada picada de pimientos verdes, rojos y pepino.

  • Marisco
  • Vila de Gràcia
  • precio 2 de 4

Los propietarios del Lluritu 2, los actores Pau Roca y Carlos Cuevas y sus amigos Pol Puigventós y Gerard Belenes lo definen como una marisquería informal y no se están de hostias: minimalismo en el plato con cocciones precisas de plancha y brasa (nada de fogones) y producto top a un precio razonable: pulpo, sepionetes, navajas, tellinas, cigalas, etc. Un buen sitio para comer pescado y marisco en un ambiente relajado. ¿Echáis de menos unas vacaciones en la costa? Venid aquí.

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  • Tailandesa
  • precio 2 de 4

Petit Bangkok, el restaurante situado en la calle Balmes –no el de Vallirana, 29, de la misma propiedad–, huele a Oriente. Es delicado y el aire tiene el perfume de la cocina especiada. La cocina tailandesa es una maravilla. Como gran parte de las cocinas asiáticas, es una mezcla perfecta de sabores ácidos, salados, dulces, picantes y amargos, con el arroz y los fideos como pilares, y el curry como perfume principal. Y si de algo saben los tailandeses es del calor y la humedad. Si ellos las combaten con ensaladas o sopas como la 'tom kha kai' (de leche de coco y pollo), vosotros también.

  • Hamburguesas
  • El Putget i Farró
  • precio 1 de 4

Una buena hamburguesa siempre apetece. Verano, otoño, invierno y primavera, cuando sea. Esta pequeña hamburguesería es de la gente de The Fish & Chips Shop. La sencillez del local encaja con el minimalismo extremo de la carta. Sólo hay dos platos, cheeseburger y hot dog, respectivamente. Los precios son muy asequibles. Tienen un segundo local en la Barceloneta (Pepe Rubianes, 37) y un tercero en Sants (Canalejas, 20).

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