Baños Virgen del Carmen
Foto: Ricard Martín Baños Virgen del Carmen
Foto: Ricard Martín

Los mejores chiringuitos y restaurantes de la costa de Barcelona

Los mejores locales para comer en la playa entre Vilanova y Montgat con los pies en la arena

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Comer bien con un pie en la arena, sin que la VISA se te quede temblando, es posible. Hemos peinado el litoral entre Vilanova i la Geltrú y Montgat de manera exhaustiva, en busca de los mejores chiringuitos y restaurantes a un tiro de piedra del mar, o con los pies en la arena directamente. Algunos en la playa, otros escondidos entre los árboles. Algunos son arroces de lujo, otros son de paella, tapas y sardinada a precios populares: opciones para comer de cara al mar para todos los bolsillos. Y ríete de la típica noticia del merluzo al que clavan 700 pavos por una ídem en un chiringuito pijo. 

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Time Out Market Barcelona
  • 5 de 5 estrellas
  • Time Out Market
  • El Gòtic

Time Out Market es un concepto global único cuyo objetivo es celebrar los sabores más auténticos y reunir la mejor comida y cocineros de una ciudad bajo un mismo techo. Lo que empezó en 2014 con la apertura del Time Out Market Lisboa se ha convertido en un fenómeno global: Time Out Market Barcelona, ​​abierto en julio de 2024, es la novena apertura de un concepto gastronómico que está presente en grandes ciudades del mundo como Nueva York, Montreal, Oporto y Ciudad del Cabo, entre otras.

Y en Barcelona lo encontraréis en el Port Vell, en la terraza-mirador del Maremagnum, y se puede acceder directamente desde la calle a través de unas escaleras mecánicas y de un ascensor. ¿Comer delante del mar? No. ¡Comer encima del mar! El espacio, de 5.250 metros cuadrados, acoge una cuidada selección de 14 chefs, un restaurante de servicio completo y cuatro bares: dos de ellos al aire libre, con espectaculares vistas al mar y la ciudad, con edificios tan emblemáticos como la Torre del Reloj de la Barceloneta y la nueva lonja de Pescadores. 

  • A la brasa
  • precio 2 de 4
La Marabanda: Vilanova i la Geltrú
La Marabanda: Vilanova i la Geltrú

La sencillez acompañada de calidad es una fórmula infalible. Y esta es la opción de La Marabanda, el espacio de restauración de La Daurada, un espectacular club de playa en la última punta del espigón del puerto de Vilanova y la Geltrú. La ubicación es inmejorable: una fenomenal terraza con vistas a una playa natural -nada que envidiar con las mejores situaciones de la Costa Brava- equipada con piscina y tumbonas. Han optado por una cocina de brasa con producto marinero –trabajan con parrillas Josper, un hecho que garantiza un punto de cocción inmejorable– y tapas de toda la vida preparadas de una manera cuidadosa y con un toque autoral. 

  • Catalana
  • precio 3 de 4

Solraig tiene unas prestaciones inmejorables: primera línea de mar y una carta arrocera magnífica: dos especialidades de su carta –el arroz trufado con gamba roja, setas y piparra, y el de conchas con calamares y guisantes del Maresme– merecieron el tercero (2018) y el segundo premio (2019) en el concurso de Mejores Arroces de España. Las tapas y los platos enteros también valen mucho la pena. 

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  • Mediterránea
  • precio 3 de 4

La que fuera una de las discotecas más populares de Castelldefels a mediados de los 90, reabrió en el 2023 como club de playa. Y de esa discoteca solo queda el nombre. Tras una reforma integral, Péndulo se ha convertido en un 'beach club' suntuoso, con grandes prestaciones en todos los aspectos. Veamos.

Dos terrazas en primera línea de mar, una arriba y otra con los pies en la arena; tres salones en distintos niveles, luminosos, con amplias vidrieras y vistas a la playa (con mesas reducidas, para grupos e incluso unos 14 reservados VIP) y dos espectaculares barras de coctelería son los espacios de Péndulo. Y que este sea el resultado de la alianza de dos potentes grupos gastronómicos como Soteras y Tibu-Ron queda patente en la cocina. Va a cargo de Octavio Torres, mejor cocinero del año del Baix Llobregat del 2023 y consumado chef de cocina marinera. La carta es un homenaje al restaurante playero, en un sentido muy amplio y en horario ininterrumpido. Y aunque el grueso de la oferta sea la apuesta por el producto local, también encontraréis platos de todo el mundo. Ahora bien, la carta de arroces es la parte del tiburón: hay siete recetas, y también elaboraciones de pescado fresco de altos vuelos, como un muy vistoso cabracho frito.

  • Bares de tapas
  • precio 2 de 4

Gambas frescas, mejillones con leche de coco, hoja de Kaffir, chile y cilantro, tiradito de salmón o carpaccio de gamba roja son algunos de los platos de pescado de Punta Roca, el chiringuito ubicado en Port Ginesta, en Castelldefels.

A apenas 20 minutos de Barcelona, Punta Roca es un lindo chiringuito en una pequeña cala que nos recordará que también puedes estar de vacaciones en la ciudad. Un rodaballo sabe mejor entre amigos y entre olas, claro. Tienen, además, cócteles para todos los gustos.

Polivalente: para desayuno, almuerzo o cena, Punta Roca tiene aire de vacaciones siempre. Si cenas en fin de semana, la sobremesa muta en copas a ritmo de DJ, con el cuerpo todavía lleno de sal y la sensación innegable de verano. La protección de las rocas es la mejor sombrilla, oye.

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Este chiringuito todo terreno es versatilidad pura, y tiene el rollo que probablemente imaginó el amigo Georgie Dann cuando compuso su 'hit' más conocido, con permiso de 'Mami qué será lo que quiere el negro'. Aquí circulan los mojitos como si fueran agua, la gente sale al mar por la noche a refrescarse después de una sesión de dancings con DJ Frank Nicolás, tienen un mago invitado y es una fuente de buenas vibraciones y de aproximaciones nocturnas de estilo romántico o sexual. De día, no nos malinterpretéis, también mola.

Kauai: Gavà
Kauai: Gavà

Huir de la amalgama de gente curiosa e inquietante que suele invadir Barcelona en verano es siempre una buena idea. Y es tan sencillo como reservar mesa en el siempre espléndido Kauai ubicado en la playa de Gavà, el sitio ideal para cenar tapas de gran nivel en un sitio versátil y siempre con ambiente. Podéis ir con los niños, con la pareja o los suegros, hacer una comida de trabajo e incluso atreveros con un proyecto de aventura romántica: un bañito después de cenar en una playa prácticamente desierta hará el resto. Y recordad: espetos.

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  • Hoteles
  • Hoteles de lujo
  • La Barceloneta
  • precio 4 de 4

En los magníficos bajos del W Hotel, rodeados de cuerpos esculturales, macrohamburguesas, cócteles de colores imposibles y 'guilty pleasures' gastronómicos os podréis descalzar sobre la arena de la playa y contemplar el horizonte mientras, en vuestro interior, suenan los Beach Boys. Yes que este fantástico chiringuito que destila glamour ha encontrado la fórmula perfecta: hamburguesas gourmet –que van de la ternera al wagyu o el cerdo ibérico, entre otrosy cócteles originales, con sus correspondientes 'smoothies'.

  • Bares de tapas
  • La Barceloneta
  • precio 1 de 4

La gracia de sentarse en la terraza del Magatzem.03 –el bar del campo de fútbol de la Barceloneta- es que tienes una de las mejores terrazas de Barcelona, ​​a un tiro de piedra del mar. Está a la sombra de la mole de cemento del campo y de una frondosa arboleda de pinos: una sombra a prueba de olas de calor, frente al majestuoso edificio de la Antigua Catalana de Gas y su gasómetro.

El café es bueno y las cervezas son baratas -tienen todo el catálogo 'mainstream' que os podáis imaginar y os podéis zampar desde un fenomenal bocadillo de tortilla de verduras a un capipota, de media mañana a cierre. Y es un seguro de vida: porque abre todos los días de mañana por la noche, y la calidad de las tapas y el menú de mediodía es más que decente

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  • La Barceloneta
  • precio 3 de 4

La incorporación más reciente a la saga de Ca La Nuri es Sal Mar, una actualización de los postulados de este grupo de cocina marinera que en 2022 cumplió 60 años y pasó a llamarse Familia Nuri. En pocos restaurantes en la arena encontrarás una propuesta tan enfocada al público local: arroces y pescado fresco a precios no abusivos, con toque maestro del chef David Noguera, hijo de la casa.

Entre semana, baja a la Barceloneta para disfrutar de un menú de mediodía, a 16 euros, impecable; te traen una paella para uno con sepia, calamares y tirabeques, que por sabor y generosidad te recuerda el arroz de la madre. Y por lo de añadir un toque internacional, hay un apartado de la carta con gyozas y tacos, pero aquí lo que emociona es el pescado fresco, o arroces superlativos invención de la casa, como por ejemplo un arroz de pato confitado con tomates cherry asados ​​a la miel. Y si no queréis experimentos, pues la clásica paella del Senyoret. Cabe decir que en Barcelona no se puede comer (bien) más en primera línea de mar que aquí.

  • Mediterránea
  • La Barceloneta
  • precio 2 de 4

Los que dicen que la cocina marinera es más sabrosa cuando más cerca se está de las olas del mar tienen toda la razón del mundo. En Platja Ca La Nuri lo podréis comprobar a pie de playa. Deliciosas tapas de calamares a la andaluza, buñuelos de bacalao, mejillones a la plancha, platos principales de peces a la brasa, fideuá y arroces clásicos (paella, negro, mar y montaña); todo servido con la brisa del mar y rayos de sol. Mediterráneo en vena y buena vida

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  • Mediterránea

Xiroi es el hermano más desenfadado de Ca La Nuri. La carta es fresca y ecléctica y conviven platos internacionales (ensalada César, hummus de curry, fingers de pollo) con platos clásicos de mar muy nuestros (calamares a la andaluza, paella, fideuá). Para abrir el apetito; cócteles clásicos, sangrías y aperitivos. Y por supuesto, toda la sapiencia arrocera de la casa, vehiculada en un restaurante encima de la playa, que es un gozo de luz y espacio abierto. Y todo ello, con vistas al mar y amenizado con buena música.

  • El Poblenou
Vai Moana: playa del Bogatell
Vai Moana: playa del Bogatell

Este chiringuito inspirado en la isla de Pascua es el lugar perfecto para imaginar que el Mediterráneo es en realidad el Pacífico, y que las olitas minúsculas que, con mucha suerte, te encuentras en la playa son en realidad imponentes olas gigantes ideales para sacar a pasear la tabla de surf. Y disfrutar de una cocina de vocación 'healthy' y de unos cócteles increíbles en un lugar sofisticado y 'cool', frecuentado por personas felices y atléticas que no sufren por cosas mundanas como que se le llene de arena el interior del bañador.

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  • Mediterránea
  • El Poblenou
  • precio 3 de 4
Can Fisher: playa del Bogatell
Can Fisher: playa del Bogatell

Pardiez, qué rebuenos que son los arroces de Can Fisher. Que el cocinero sea un crack y del barrio –Cesc Roca es del Clot– seguro que influye. Consigue algo tan complicado como que cerca del mar te apetezca un arroz con carne. El de pollo del Prat y costilla de ternera con alcachofas es un festival de sabor, aroma y potencia, con un socarradet impregnado de caldo de pollo y colágeno de la ternera (los de mar son igual de buenos, pero con fumet de pescado de lonja y zumo de cabeza de gamba es fácil acertarla).

Si el típico valenciano te dice que esto es arroz con cosas, responde: sí, con cosas buenas. Los platos de la carta están elaborados con productos de proximidad, como el pescado y el marisco fresco del día y las verduras ecológicas. El emplazamiento, justo encima de la arena, ofrece una inmejorable perspectiva del litoral barcelonés.

  • El Poblenou
Xiringuito Escribà: playa del Bogatell
Xiringuito Escribà: playa del Bogatell

Este establecimiento mítico ha llegado para gritarle al mundo que un chiringuito de playa es mucho más que un sitio donde sirven bocadillos de 'lomo de queso', que dea Van Gaal, a señoras con biquinis estampados XXL y a hombres que se rascan en público los pelos del pecho. Xiringuito Escribà es aquel sitio 'classy' que sirve unos arroces de nivel, pescado y otras tapas marineras (su parrillada de marisco es muy top) y alguna rareza deliciosa como unas bombas de marisco buenísimas.

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Be Gay es aquel chiringuito gay donde siempre seréis bienvenidos si sois heteros, un sitio ubicado en una playa, la nudista de la Mar Bella, donde tampoco os mirarán mal si os da la gana presentaros en bañador. Este es el carácter de un chiringuito donde una serie de hombres que no saben qué es la grasa corporal comen batidos de proteínas con hamburguesas, ensaladas o bocadillos mientras alguien en pelota picada pide unas cervezas para llevar. Delicioso.

La base by Farré: Be Gay: playa de la Mar Bella
La base by Farré: Be Gay: playa de la Mar Bella

Restaurante de playa en la Mar Bella (junto al espigón). Allí encontraréis una terraza nada 'cool' con medio centenar de mesas donde beber unas cañas, picar unas bravas y acabar con un arroz no es un acto suicida. Te retiras un metro atrás en la arena, y la consumición cae dos euros. Tomad nota, aves nocturnas: en verano abren hasta las 3 h.

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  • Marisco
  • precio 2 de 4

Primera línea de mar también significa puerto. Y en Capitanía de Sant Adrià del Besòs encontraréis la Cantina Marina Seca, entre toros hidráulicos, yates y cemento: un restaurante familiar de camioneros para marineros. Y se come de narices. La abrió en 2007 Toni Vilaró. Consigue el pequeño milagro de ofrecer un excelente arroz con cangrejos, a 13,50 euros (el precio medio de cada arroz en carta). Esta receta valenciana va con una mayonesa picante servida dentro (y hecha con) la cabeza del buey de mar, y tiene un punto meloso milimétrico, ni caldoso ni seco. Las Bravas –homenaje a Tomás– y calamares también son buenos y caseros.

Ahora bien, Vilaró no se limita a hacer arroces de toda la vida: en su carta hay creaciones como arroz con vieiras y espárragos trigueros con romesco. Pueden sonar poco ortodoxos, pero te puedes fiar. Vilaró ha trabajado, por ejemplo, con Berasategui. Sabe lo que se hace. La terraza, donde puedes disfrutar del sol y el movimiento de los yates y la carga y descarga, es un espectáculo.

  • Pizza
  • precio 2 de 4

Si todavía seguís en Badalona –¡el tramo de playa merece varias visitas!–, la opción de comer en Can Pizza es una jugada segura. Encontraréis una terraza inmensa y mesas espaciadas, sin barreras ni coches ni guerrillas de patinetes eléctricos. Nada más sentarse, os vendrá una descompresión mental auspiciada por placeres primarios y asequibles: como un jarrón de litro de cerveza a ocho euros, y zamparte la Jerry Tomato (la mejor pizza del 2021 en Madrid Fusión). Que no deja de ser una crujiente carta de amor al Mediterráneo y que te comes donde toca.

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  • Española

Poca broma con el paseo de playa de Badalona, ​​que apunta a convertirse en un pequeño Miami Beach, equipado con puerto deportivo y hoteles de lujo, pero también con esos aires de pueblo de costa ampurdanés gracias al encanto de una primera línea de casitas que parecen congeladas en el tiempo. El grupo de restauración Vaya Vida ha abierto Casa Pedro en una fabulosa situación: la playa del Coco, con una lengua de arena generosa y un paseo marítimo espacioso, y todavía poco masificado por el turismo extranjero.

Su apuesta es la del repertorio de tapas de calidad con alma andaluza. Aquí encontrarás un buen salmorejo y gazpacho, jamón cortado como Dios manda, pescadito frito y bienmesabe, el tentador cazón en adobo. Y aparte de los aires gaditanos –también presentes en un interiorismo estilo tabernario, con barriles y jamones colgados del techo y en una terraza homenaje a los patios flamencos– existe un repertorio de tapeo 'mainstream' del bono, una disciplina que ya ejercen en el su local de Gràcia, Casa Pagès: tortillas, albóndigas, callos a la madrileña o pulpo a la gallega, por ejemplo. El lugar es versátil: vermut, almuerzos, cenas y copas a orillas del mar.

  • Española

En la playa de Badalona, después de un paseo marítimo de postal, encontraréis el restaurante con chiringuito La Donzella de la Costa. Marc Fonollar, uno de los propietarios, explica que el valor principal es que "esto es un restaurante familiar. Lo abrió el tío de nuestro abuelo en 1929 y hasta ahora". Asumieron toda la gestión del restaurante -recordemos los notables arroces del Mala Vida- y han juntado la parte de chiringuito con la de restaurante. Este último cuenta con unas vistas acristaladas tremebundas del litoral barcelonés. 

La carta es clásica de chiringuito, pero con las prestaciones de restaurante: unas tapas muy bien hechas (para recordar los calamares a la andaluza y las croquetas de pollo asado) y sobre todo siete modelos de arroz excelentes, de alta gama y producto noble, como por ejemplo un arroz seco de cabra de mar, o el de la casa, una paella marinera con gambas, cigalas y chipirones (el chef es el badalonés Jordi Armada, con mili en Jean Luc Figueras, por ejemplo). El plus, claro, es el apacible roce entre modernos de playa y abuelos que llevan 60 años alquilando las casitas de baño: generaciones diversas de badaloneses viene, se bañan, se duchan y se toman una caña.

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  • Española
  • Fuera de Barcelona
  • precio 2 de 4

La mejor playa de Barcelona está... ¡en Badalona! Sobre todo porque el agua no parece atómica, y aunque sea el Barcelonès, allí comienza el encanto de pueblo con paseo de costa del Maresme. L'Estupendu, junto a la Renfe badalonesa. Es la reconversión en restaurante / chiringuito arrocero de los Baños Pleamar, unas casetas de baño de finales de los 60.

A veinte minutos de Plaza Cataluña, L'Estupendu está en las antípodas del lujo pseudoibizenco. El Grupo Varela, especialista en arroces, han reconvertido un espacio antes ruinoso, okupado y tapiado de una manera discreta, sencilla y acogedora. Tienen ocho arroces en carta de gama alta y sapiencia a prueba de bombas. El negro con navajas y cangrejo es fenomenal. Además: ¿en qué lugar de Barcelona puedes comer un suquet como Dios manda, a pie de playa, por 22 €? El otro atractivo es la carta y platos carnívoros con mucha enjundia, como un entrecot de vaca Guikar de 300 gr, fileteado y servido con patatas fritas y pimientos del padrón. 

  • Marisco
  • precio 2 de 4

Una excursión hasta la playa de Montgat tiene recompensa: los Baños Virgen del Carmen. En temporada alta, reserva: tanto la oferta como el lugar son maravillosos. Silvia Capo dirige un establecimiento abierto en 1928 por su familia, paradigma de los deliciosos baños de la Segunda República, de los que tan pocosquedan. “No trabajo para los turistas, sino para el local. Pero todo el mundo es bienvenido, por supuesto”, dice.

La comida es sencilla, variada y cuidada: pescadito fresco frito a la andaluza, sin huevo (a 10,70 euros el platazo, buenísimo), unas sardinas a la plancha de dimensiones míticas, tapas marineras, ensaladas y bocadillos. Y calamares, croquetas de jamón ibérico, cazón adobado... Un rato de cielo con vino, a orillas del mar, no te llega ni a los dieciséis euros. Y recalco, el sitio vale una visita: un merendero con casetas de los de antes de Franco, conservado como hace casi cien años, en primera línea de la fantástica playa de Montgat, desde donde disfrutas de un arco de paisaje litoral despampanante.

Y en la montaña...

  • Música
  • Espacios de música
  • Sants - Montjuïc

Los que conocen La Caseta del Migdia antes de que fuera 'mainstream' siempre tratarán a los que no con la condescendencia típica de 'solo molaba el primer disco'. Pero saben que este chiringuito de Montjuïc, donde sirven carne a la brasa y unos mojitos lamentables, no ha perdido con los años ni un ápice de su encanto.

  • Qué hacer
  • Ubicación
Club Panoràmic
Club Panoràmic

El off-Barcelona tiene su apuesta 'indie' en este chiringuito de montaña, con bonitas vistas al mar, donde tienen lugar un buen número de actividades culturales durante el verano, desde música en vivo hasta cine al aire libre. Su notable cocina elaborada con productos de proximidad es un reclamo incuestionable.

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