Xiroi es el hermano más desenfadado de Ca La Nuri. La carta es fresca y ecléctica, pero muy mediterránea: encontrarás desde un repertorio de tapa clásica –calamares a la andaluza, croquetas de asado, pimientos del Padrón...– hasta entrantes con toques internacionales, como buñuelos de espinacas con chile dulce. La parte principal, claro, pasar por arroces suntuosos y con cierto aire de autor, como el negro de Pals con calamar y cigala, o un arroz de asado de pato con alioli de higos y romero (claro que el apartado de peces y carnes también es muy goloso: ¿quién puede decir que no a un romesco de rape y mejillones?).
Para abrir el apetito: cócteles clásicos, sangrías y aperitivos. Y todo esto, con vistas al mar y amenizado con buena música. Lo bonito de este restaurante-chiringuito es que se puede abrir, como quien dice, sin ninguna pared y en verano es una maravilla: cómo comer en la playa pero sin las incomodidades derivadas de tener los pies en la arena.