Los rincones más instagrameables de Madrid

Fueron muchas las polémicas que suscitó la remodelación de este gran hotel, pero se nos olvidaron todas en cuanto descubrimos su roof top. Una terraza en forma de U que ofrece unas vistas de 360 grados de Madrid y que se ha convertido en la protagonista de las redes sociales por un pequeño detalle: la pasarela de cristal suspendida en el aire que une la parte norte. Para tu tranquilidad, cada uno de los paneles que la forman puede soportar 2.000 kilos de peso. Aunque a pesar de esa seguridad, no todos se atreven a pasar por ahí y pocos son los que se aventuran a hacerse una foto sentados. Eso sí, la espera se hace larga especialmente por las colas que hay los fines de semana y la visita no es gratis, cuesta entre 5 y 10 euros, según vayas antes o después de las 18 horas.

Si además de hacer fotos chulas para Instagram te gustan las chucherías y los dulces… éste es tu paraíso. Es el primer museo dedicado a ello y ha creado una aventura de degustación interactiva que recorre nueve salas temáticas, diseñadas por algunos de los artistas más reconocidos del país (desde Okuda a Ágatha Ruiz de la Prada y Antonyo Marest). En cada una te espera una experiencia sensorial acompañada de alguna que otra golosina, y un decorado de ensueño para asombro de tus followers: nubes de algodón convertidas en palmeras gigantescas, una sala repleta de bolas fluorescentes, postres de tamaño gigante, una cascada de piruletas… todo un mundo de fantasía.

Este es el sueño de cualquier instagramer. Aquí se viene a hacer fotos en decorados chulos. Es una “experiencia sensoria única” con actividades inmersivas, colores, olores, texturas, pero si no tienes espacio en el móvil para 100 fotos o más o no te llevas una cámara decente, pierdes el tiempo y el dinero (entrada adulto 12,50 € y niños de 4 a 13, 8€). Ni se te ocurra ir con el típico amigo o amiga que siempre queda bien cuando le haces la foto y sin embargo no hace ni una buena cuando quien posa eres tú. Tienen cinco decorados distintos, y muchos rincones donde hacerte fotos muy especiales. Aunque el recorrido dura una hora, seguro que sacas contenido para muchos post (pero con mascarilla). 

Esta es la foto que probablemente no enviarás a tus padres (pero sí a tus amigos). El ‘invento’ de estos gofres (llamados pollofres) no pudo ser más casual, su dueño buscaba formas originales y encontró ésta en un catálogo de un proveedor chino (¿dónde si no?). Y claro, el éxito estaba asegurado. Entrar en el local lleva implícito irremediablemente entrar en el juego: que si te gusta comerla, que si la quieres bañada en chocolate… En honor a la verdad, el gofre está muy bueno. Pero tranqui, que si no te convence la forma también del mismo dueño tienes La Coñería, y además vienen acompañados con helado. Mucho más refrescante.

El skyline madrileño cambió por completo cuando se construyeron estas cuatro torres. Dentro de poco terminarán las obras de un quinto edificio, Caleido (181m), y en un futuro no muy lejano otros de altura parecida e incluso más, completarán la estampa de este parque empresarial. Por ahora el terreno está dominado por la torre de Cristal (249m), la más alta y con un jardín en la azotea; la torre Foster (248 m de altura), diseñada por el arquitecto Norman Foster; la torre PwC (236m), que además de oficinas alberga un hotel de 5 estrellas y la torre Espacio (224m). Puedes acercarte hasta allí para hacer las fotos, pero si quieres impresionar a tus seguidores, desde el Autocine RACE puedes hacer un fotón al anochecer incluyendo su noria iluminada, o hacer algo en plan profesional desde Las Matas o El Pardo en una noche de luna llena.

Si nos ponemos presumidos podríamos decir que era de las pocas cosas que nos faltaban en Madrid (que sí, que tenemos playa). Las míticas letras con nombres de ciudades que se pueden encontrar dentro y fuera de España son un punto imprescindible para todo el que tiene una cuenta en Instagram. Y eh voilá! Las de Madrid están en Madrid Río, bien acompañadas por el símbolo de la ciudad, el Oso y el Madroño, y además están hechas con vidrio reciclado. ¿Y por qué aquí? Pues porque desde este punto también te entra en la foto una panorámica del Palacio Real, la Catedral de la Almudena y la Real Basílica de San Francisco el Grande. 

Esta foto sí puede ser de las más exclusivas de tu perfil de Instagram porque son muy pocas las ocasiones en las que se puede acceder. A cualquiera le sorprende saber que en Madrid hay un frontón con más de 125 años de historia. Y es que allá por 1893, cuando se construyó, era muy famoso el juego de pelota. Tras su rehabilitación y posterior apertura al público en 2019, sólo se puede visitar a través del programa de visitas guiadas gratuitas Pasea Madrid, que abre plazas cada trimestre para grupos reducidos, en varios días y horarios concretos. Así que hay que estar muy atento a la fecha en la que abren las reservas para conseguir una entrada. Pero sin duda la espera merece la pena. 

Hace tiempo que el arte callejero se ha convertido en obras de arte que llenan de color y significado los muros y fachadas de la capital. Artistas como Suso 33, Muelle, Borondo, Spy o Jonipunto, han dejado ya su impronta en la ciudad, convirtiendo sus creaciones y los lugares donde están, en sitios de peregrinación para amantes del street art y de los corazones de Instagram. El último en añadir otro lugar ha sido Okuda, conocido por el espectacular retrato de un chimpancé junto a Bordalo II. Ahora el artista cántabro ha llenado de su particular estilo un gigantesco mural en una pared de un bloque de viviendas en la parte trasera de la calle Antonio López, con el que reivindica el amor libre y multicultural. Una ocasión perfecta para dejar en tu foto de Instagram una bonita imagen y un bonito mensaje. 

Aunque es conocido también como el edificio Schweppes o Carrión, es sin duda lo más representativo de la Gran Vía. Por ello y por su estilo arquitectónico está declarado Bien de Interés Cultural. El edificio fue construido entre 1931 y 1933. De estilo art déco, alberga además de un hotel, los cines Capitol, donde se suelen hacer muchos estrenos de películas (con paseíllo de famosos incluido). Pero lo más icónico es el anuncio de Schweppes de su fachada. Lleva ahí desde 1972 y ha sido un elemento muy presente en la cultura madrileña: series, pinturas, películas, fotografías… pero la más famosa es la escena del filme El Día de la Bestia, de Álex de la Iglesia. La foto desde la misma plaza de Callao o Gran Vía es la más habitual, pero donde puedes sacar una foto de instagramer es desde el Gourmet Club de El Corte Inglés de Callao.

De pie, sentado en uno de sus laterales, entre sus puertas o dejando sólo la imagen del monumento… las opciones son muchas para inmortalizar tu paso por regalo que hizo a España el gobierno de Egipto. Y es que este templo, del siglo II a. d. C. Iba a quedar sepultado por la construcción de la presa de Asuán. Por cierto, también puedes visitar su interior gratis.

Esta joya de El Retiro es considerada como uno de los mejores ejemplos de la arquitectura del hierro de la capital. Está inspirado en el Crystal Palace de Hyde Park (Londres) y fue concebido como un gran invernadero para albergar la Exposición de Flora de las Islas Filipinas. Construido en 1887, ahora es una de las sedes del Museo Reina Sofía y acoge exposiciones temporales, la mayoría con obras muy llamativas, que se convierten rápido en lo más ‘in’ que puedes ver en Instagram. Otra foto para captar ‘me gusta’ es la que se puede hacer desde el otro lado del lago con la luz del atardecer. 

Este fue el primer jardín vertical que se instaló en España y el de mayor superficie continua del mundo. Está formado por más de 15.000 plantas (autóctonas y foráneas) que cubren un muro de 460 metros cuadrados. Fue diseñado por el botánico francés Patrick Blanc, inventor de esta técnica, con la que ha creado jardines verticales por todo el mundo. Las plantas se asientan sobre una manta húmeda y sobreviven sin tierra, solo necesitan agua y nutrientes. Posando delante o fotografiando sólo el jardín ya te aseguras una imagen bonita. Pero ojo, a veces hay también un jardinero subido a una gran grúa, arreglando las plantas.

Es de obligada visita y re-visita si hace mucho que no pasas por allí. Centro del tradicional mercado navideño, tiene mucha vida también el resto del año, sobre todo es otro de los lugares con más atractivo para los visitantes, además de que es donde está la sede principal del Centro de Turismo de la ciudad. La plaza porticada, el color rojo de los edificios, todo eso hace que sea una estampa muy fotogénica. La Playa Mayor da para mucho, puedes hacerte la foto con la estatua de fondo, que por cierto es el rey Felipe II; o frente a la Casa de la Panadería, el edificio con bellas pinturas alegóricas de figuras mitológicas relacionadas con Madrid, como la diosa Cibeles; inmortalizar el paso de los transeúntes que van desde la plaza hacia la calle de Toledo a través del arco de Cofreros; o al revés, y capturar lo que se ve de la plaza desde las calles 7 de julio, Ciudad Rodrigo o de la Sal. También puedes disfrutar de las terrazas que emergen de los soportales y emular con una imagen aquel famoso “relaxing cup of café con leche in Plaza Mayor”. 

Lo que antes era una escombrera ahora es un parque, conocido también como el de las Siete Tetas, por la forma de sus colinas, ondulaciones que vienen precisamente por su pasado. Aquí se junta mucha gente para contemplar (y fotografíar) uno de los mejores atardeceres de Madrid. Además, desde aquí también se puede hacer la foto del skyline de las cuatro torres, y encima añadiendo otro símbolo más de la ciudad, 'El Pirulí', que no es otra cosa que la torre de telecomunicaciones Torrespaña. 

Lo habrás visto una y mil veces hasta en noticias que hablan de cualquier cosa sobre Madrid. Es un icono de la arquitectura madrileña y un símbolo de la ciudad que se ha convertido también en el fondo de muchas instantáneas de vecinos y turistas. Está entre las calles Alcalá y Gran Vía y fue inaugurado en 1911. La llamativa cúpula es de pizarra con incrustaciones doradas, y sobre ella hay una estatua de la Victoria alada.

Este bonito parque, desconocido para muchos madrileños, se ha convertido poco a poco en el lugar predilecto en la época de la floración de los almendros. Está situado en el barrio de El Salvador del distrito de San Blas, y alberga otras especies como olivos, pinos y eucaliptos, además de varias fuentes y un lago. Más allá de los rincones para pasear y conectar con la naturaleza, si buscas la foto con el fondo de árboles de flores blancas y rosadas, cual hanami japonés, no queda otra que esperar a febrero y marzo. 

La arteria por excelencia de Madrid, una de las avenidas con más tránsito donde lo más habitual es ir cargado con bolsas de los comercios de alrededor. Por suerte desde que se ensancharon las aceras y se reordenó el tráfico, el tránsito es mucho más llevadero y puedes pararte a sacar tu ‘instapic’ sin molestar mucho al resto. Los hay quienes se arriesgan a hacerlo mientras los pasos de peatones están en verde, pero hay otras opciones más seguras: al anochecer con los carteles iluminados de los espectáculos, frente al nuevo templete de la renovada estación de metro de Gran Vía… o si quieres algo más cool, hay unos cuantos roof top que despertarán la envidia de tus seguidores.

Es otra de las visitas obligadas de Madrid y son varios los emplazamientos que dan para unas bonitas fotos. Aunque es la residencia oficial de los actuales monarcas, no residen aquí y tiene varias zonas interiores habilitadas para la visita al público, con varias tarifas y gratuita en horarios y fechas determinadas. En el exterior cualquier rincón desde la plaza de Oriente, los Jardines de Sabatini o la plaza de la Armería serán un buen escenario para un selfie con el palacio de fondo. También en el recién inaugurado Mirador de la Cornisa, entre el Palacio Real y la Catedral de la Almudena, se puede captar una buena imagen de las vistas a los Jardines del Campo del Moro y de la Casa de Campo. El cambio de la Guardia Real (miércoles y sábados excepto fechas señaladas y de julio a septiembre) puede ser un buen momento para otra instantánea o la vista desde la calle del Farol, aunque está más orientada a la Catedral de la Almudena, puede ser otro rincón de foto. 

Sólo el nombre ya avisa de que te vas a encontrar rincones muy especiales, de hecho, es un sitio muy habitual de fotógrafos aficionados y profesionales de la fotografía. Un laberinto, esculturas mitológicas, jardines de estilo inglés, francés e italiano, fauna y flora diversa, la misteriosa Casa de la Vieja, un palacio del siglo XVIII… son muchos los motivos para dar rienda suelta a tu creatividad fotográfica y tus habilidades para el posado cual modelo, aunque el sitio más habitual es el Templete de Baco.

Ha sido (y todavía lo es) el elemento más icónico que representa a Madrid. Protagonista también de la cultura madrileña (¿quién no se acuerda al pasar por aquí de la canción de Ana Belén y Víctor Manuel?), es una de las antiguas puertas reales que daban acceso a la ciudad. Cercana al Parque de El Retiro, fue diseñada por Francesco Sabatini y se llama así porque está junto al camino que llevaba a Alcalá de Henares. En un punto turístico muy atractivo y de hecho verás a muchos turistas cruzar hasta el pequeño jardín que hay delante del monumento para hacerse la tradicional foto.