Situado en el barrio de El Salvador, en el distrito de San Blas, bien podríamos decir que la Quinta de los Molinos es uno de los parques más secretos de Madrid, uno de esos lugares que todavía puede presumir de pasar desapercibido, incluso, para los propios madrileños.
No es por falta de encanto porque belleza le sobra. Y es que, sus 21,5 hectáreas albergan una gran cantidad de especies vegetales. Olivos, pinos o eucaliptos se van sucediendo a lo largo de caminos y extensiones de campo. No faltan tampoco las fuentes ni un lago en torno al cual pasear.
Ahora bien, las verdaderas protagonistas son las flores blancas y rosadas de los almendros que cada primavera florecen regalando a quien lo visita un auténtico espectáculo para los sentidos.
Este jardín era propiedad del Conde de Torre Arias, pero en 1920 pasó formar parte del patrimonio de César Cort Botí, un ingeniero y arquitecto. Desde 1997 está considerado como Parque Histórico y los fines de semana se llena de familias con niños que juegan a la pelota, parejas de todas las edades y grupos de amigos que no paran de hacer fotos a los coloridos árboles con sus móviles.
Espacio Abierto Quinta de los Molinos
Además de recorrer sus caminos, pasear junto al estanque, admirar sus elementos arquitectónicos y disfrutar de su vegetación, este parque cuenta con el Espacio Abierto Quinta de los Molinos.
Situado en el palacete de La Quinta de los Molinos, se trata de un espacio cultural pensado para que niños, adolescentes y sus familias disfruten y aprendan a fomentar su creatividad gracias a su programación de talleres, espectáculos y otras actividades.
Restaurante en el parque
Además de las propuestas culturales, el Espacio Abierto Quinta de los Molinos cuenta con un Café-Jardín, donde degustar las preparaciones que elaboran en la Quinta Cocina, una escuela de hostelería en la que se forman jóvenes en situación de vulnerabilidad.
Está ubicado en el patio central de la casa, no admite reservas y atiende ininterrumpidamente entre las 10 h y las 20 h. En verano, su terraza abre hasta las 21 h y se convierte en un auténtico oasis en el que escapara dle calor de la ciudad.
En su carta conviven platos típicos de la cocina madrileña con propuestas que sirven en la mesa lo mejor de gastronomías de todo el mundo.
Entradas
El acceso a la Quinta de los Molinos es gratuito y se realiza libremente por lo que no es necesario adquirir previamente ningún tipo de entrada.
Aunque los más usados son los dos accesos de la calle Alcalá, el parque cuenta con otras tres entradas distribuidas por todo su perímetro: calle de Miami, calle de Juan Ignacio Luca de Tena y calle del Doctor Zamenhof.
Cómo llegar
Se puede llegar a la Quinta de los Molinos, ubicada en la calle de Alcalá 527, en metro con la L5 hasta la parada de Suanzes. También con los autobuses 77, 104, 105 y L5.
Horario
El parque abre sus puertas cada día de 6:30 a 22 h.
Pueden acceder perros
Sí, la Quinta de los Molinos es un parque perfecto para ir con perro. Eso sí, tal y como marca la Ordenanza Reguladora de la Tenencia y Protección de Animales, los perros deberán ir provistos de correa, salvo si el paseo se realiza entre las 19 h y las 10 h, en invierno; y las 20 h y las 10 h, en verano.
Cuántos almendros hay en la Quinta de los Molinos
Este parque cuenta con unos 7.700 árboles, de los cuales el 21% son almendros (unos 1.600).
Cuándo florecen los almendros
Los almendros de la Quinta de los Molinos florecen durante los meses de febrero y marzo, tiñéndolo todo de blanco. Encontrarás estos árboles repartidos por toda la finca, aunque la mayor concentración se da junto a las entradas de las calles Alcalá y Miami.