Cabaret Satán
Cabaret Satán
Cabaret Satán

Bares secretos y casi clandestinos que os sorprenderán

Vale, dejarán de ser secretos, pero no dejarán de ser sitios donde disfrutar y pasar un poco desapercibido

Gorka Elorrieta
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Hay muchos rincones oscuros o mesas estratégicas donde estar tranquilo en muchos bares de la ciudad. Vosotros sabéis cuáles son. Pero aquí, pasamos la lupa y os dejamos algunas direcciones de sitios semiocultos, escondidos a la vista del gran público, de las guías o de los que simplemente pasaban por ahí... Barras para darse al cóctel, claroscuros donde comer algo o lugares mínimos pero inesperados donde tomarse un caféclubes nocturnos para festejar... Esto es algo así como el mapa del tesoro cuando buscas sorprender y no solo ir a beber o picar algo. Aquí van pistas de lugares que igual aún no conoces y que te llevarán directo a los speakeasy de Madrid. También para momentos diurnos. 

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1. Le Speakeasy

Tras iniciar una nueva era como Robuchon Madrid, a la apertura de los espacios gastronómicos L’Ambassade y L’Atelier le sucedió la de este bar inspirado en las coctelerías clandestinas de los años veinte. Al otro lado del telón rojo, uno quisiera pasearse en lentejuelas para llegar a fundirse en la puesta en escena diseñada por Lázaro Rosa-Violán. Más chic imposible, aunque no se viva el pulso de los años peligrosos en los que se apuraban cócteles clásicos, como los de esta carta. En realidad no tan clásicos, pues el giro sorprendente de cada copa ha salido de la creatividad de Mario Villalón, el jefe del bar Angelita, que transita firme en el siglo XXI. Así que en Le Speakeasy se bebe clásico pero a la última, con la herencia siempre en el vaso de Joël Robuchon, el JR bueno, y con ingredientes tan sorprendentes como la pera o el gouda para un cóctel de champán, o la alcachofa y el jamón para uno de aperitivo. 

  • Coctelerías
  • Centro
  • precio 2 de 4

En el número 18 de la calle de los Libreros, sin rótulo ni más indicación que la propia dirección, una doble puerta (la segunda de ellas, con timbre) esconde la entrada a Satán, la coctelería que rinde un homenaje al local del mismo nombre que el pintor cubano Mario Carreño abrió en 1934 en la capital. Aquella coctelería permaneció abierta durante toda la guerra civil y también gran parte de la dictadura franquista. Para crear esta nueva versión, sus fundadores se documentaron e hicieron un viaje al pasado, casi un siglo atrás, recopilando todas las referencias del Satán original, del que apenas hay fotos, pero sí referencias en textos de distintos autores. Por ello, al bajar la escalera de acceso (primera referencia al Satán de Carreño, que se encontraba en un sótano) nuestros ojos se acostumbran a la luz, tenue y marcada por el tono rojo y constante en los diferentes ambientes.

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  • Comer

Dani García descubre un nuevo espacio dentro de su BiBo madrileño. Un lugar oculto y exclusivo para entregarse a la coctelería de autor, donde la tecnología y la investigación juegan un papel fundamental. Sus creaciones únicas nacen de las más variadas técnicas que manejan estos días los mejores bartenders del planeta: redestilaciones, fermentaciones, fat-washes, centrifugados, ultrasonidos, desalcoholización... Un universo de juego infinito.

4. Punch Room

Te pueden hacer tu cóctel clásico favorito, pero los ponches son los protagonistas de la carta. Y hay más de una decena de versiones para elegir en este trago que aúna tradicionalmente cinco elementos: destilado, especias, agua, cítricos y azúcar. Todo es sofisticación, comodidad y elegancia en este espacio del que solo hay otros cuatro en el mundo dentro de la cadena Edition Hotels (con 15 direcciones hasta la fecha). Un panelado de roble oscuro, una chimenea de basalto, una barra de cobre cepillado y un espejo pulido de bronce, obra de Garnier & Linker –el estudio de diseño con sede en París–, sillones con pelo de poni gris creados por Jean-Michel Frank... Lo más parecido a estar en un bar clandestino en Madrid. 

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  • Madrid

A unos pasos del revuelo, el tráfico y las multitudes de uno de los puntos más neurálgicos del centro de Madrid, próxima a la plaza de Callao, se encuentra una puerta de madera que da acceso a un espacio clandestino. Superar el umbral supone no solo alejarse del bullicio sino adentrarse en otra época: esto es Bad Company, el speakeasy ambientado en la década de 1920, en plena Ley Seca en Chicago. Para acceder al local, que ocupa el número 309 en la lista de Top 500 Bars, es necesario llamar al timbre y proporcionar la contraseña (hay pistas en sus redes sociales), y entonces alguien acudirá a tu encuentro. Escenario adentro, bajando una escalera, su propuesta de coctelería se categoriza basándose en las clases sociales de la época en la ciudad norteamericana y traslada las características de cada colectivo social a los perfiles de sabor de los tragos y a sus nombres

  • Coctelerías

Atravesada ya la puerta del Four Seasons, además de los atractivos culinarios que ofrece el espléndido hall, se encuentra esta seductora propuesta donde todo gira alrededor de una coctelería de marcada inspiración asiática. Todo, incluido la breve carta para acompañar cada trago. Tenéis que subir a la primera planta del hotel para ver todas las posibilidades (nocturnas fundamentalmente; abren a partir de las 19.00 horas) que ofrece este espacio de espacios, que ha firmado el estudio neoyorquino AvroKo. El madrileño Miguel Pérez, con la asesoría del reconocido bartender Erik Lorincz, imprime vanguardia y sofisticación en el fondo y en la forma a cada nueva creación de este speakeasy de Madrid. 

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  • Comer

Si te gustan los cócteles y los lugares clandestinos, ya tienes un nuevo espacio donde relajarte entre buena música pinchada en vinilo. Para entrar tendrás que acercarte a la nueva pizzería que acaba de levantar sus puertas en un espacio "dirty chic" en las calles de Malasaña. Y preguntar a los camareros. Solo ellos tienen, por ahora, la contraseña de acceso. Y abren de miércoles a domingo (20.00 a 2.00 horas). El barrio no para de acoger nuevas e interesantes aperturas y Sakro (Espíritu Santo, 15) es la última novedad en llegar con todo un despliegue de masas crujientes y a la vez esponjosas propias del estilo romano, nada que ver con las pizzas napolitanas que son mayoritarias en la ciudad. Más de una docena de opciones diferentes elaboradas con ingredientes 100% italianos, comprados a pequeños y medianos productores del país, dominan la carta.

  • Cantinas
  • Barrio de las Letras

Está en el centro de Madrid, pero quiere ser algo secreto. Este callejón en la calle Echegaray es el escondite perfecto para los que buscan nuevas experiencias (sobre todo nocturnas y festivas), para todos esos jóvenes cazalocales. Porque este restaurante-bar que te lleva a Colombia, oculto tras una puerta en una botillería clásica, levanta la persiana para el afterwork (sobre las 18.00 horas) y no la cierra hasta las 3.00 de la madrugada. Y eso todos los días de la semana

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  • Coctelerías

Lo inauguró Murray en mayo de 2022, esta vez en honor a su abuelo, un escritor que llegó a atesorar una bonita colección de libros antiguos que ahora forra este bar más europeo y escocés. Dentro, nada de fotos. "Que la gente se quede con el recuerdo en su memoria, que para algo está. No quiero que esto se llene de flashes", advierte Murray. Una imagen de Jack junto al Príncipe de Edimburgo preside la entrada junto a la barra de este original bar de Madrid. Si Ficus es para beber fresco y, bueno, "natural", Jack’s es territorio de clásicos reversionados, pelotazos con base alcohólica más reconocible para bajar a media luz mientras alguien cita a sir Walter Scott. Lo importante en ambos bares es pasarlo bien en este Madrid donde, más importante aún, es dejarse ver.

10. Playback

Los karaokes ya no son lo que eran. La decoración, el horario, el ambiente en general… No hay más que ver lo que es Playback Madrid, secreto a voces –nunca mejor dicho– localizado otra vez en el barrio de Salesas. En el interior de una estilosa boutique como Piamonte 12 Concept Store, muy Salesas, nos podemos adentrar en la atmósfera glam de un garito que es mucho más que un karaoke para berrear a Camilo Sesto del revés. Ese universo de experiencias garantizadas y eventos diarios en el que esta ciudad se ha convertido añade una sucesión de salas insonorizadas y vestidas de leopardo, dorados, purpurina y terciopelo para hacerse escuchar entre amigos bien avenidos. Que además tiran de piscolabis para no desfallecer y de copas para engrasar la voz. O de cócteles, que un New York Sour siempre queda más sofisticado micro en mano. 

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  • Coctelerías
  • Barrio de las Letras
  • precio 2 de 4

¿Quieres recuperar a la persona amada? ¿Encontrar solución a situaciones estancadas? Sígueme, sígueme, hasta este bar de copas, de vinos naturales y cava a precio irrisorio, descorre la cortina negra y hazte un hueco en esta santería latina donde el verdadero altar es la barra. Siete Poderes, Vence Todo, Abre Caminos o No Me Olvides son algunos de los encantamientos que cocina Bernardo cada día –cierran los martes– desde las 19 h.

12. Casa Suecia

NH Collection Madrid Suecia 5* (c/ Marqués de Casa Riera 4) tiene un espacio clandestino para quienes buscan intimidad y acaba de renovar su propuesta. Nama (crudo en japonés) es el nombre que han elegido para este flamante bar de cócteles que se acompaña de una escueta pero adecuada carta de bocados nipones. Si queréis perderos entre los tragos de Santi Ortiz (alrededor de una veintena de creaciones propias) y bandejas de sushi y sashimi, apuntad el horario: de martes a sábado de 19:30 h a 02:00 h.

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13. TikEasy

Aunque a Lady Bongo no le gusta ocultarse sino más bien exhibirse, se permite esconder muy al fondo un bar más privado para ocasiones que lo merezcan. El tiki raw bar de la Puerta de Alcalá, adaptación de la nueva tikimanía para la fauna que habita el ecosistema festivo de la plaza de la Independencia, facilita en el TikiEasy bucear más profundamente en la idealización hawaiana pensando en grupos cerrados. Su propia música, su fotomatón, los bocados crudos y los cócteles de pura diversión y sin muchas exigencias de guion (incluidos los volcanes para compartir y otros mugs con humo)… Y su karaoke, que es el auténtico reclamo de este escondrijo en el que saltarse prejuicios y hacer como que las caderas se mueven al ritmo de unas olas que no existen. 

14. Bar Inglés

Un bar de los de antes en un hotel de los de antes. Definición que aguanta el tipo al ser ambas cosas igual de recomendables: es el hotel Wellington el que aguanta todavía lo que le echen aunque el mundo se hunda ahí fuera. Lo mismo un aperitivo que la copa de medianoche después de la cena, este bar inglés por antonomasia garantiza discreción, intimidad y aura de distinción. Champán, tragos on the rocks, uno de los mejores dry martini de la ciudad… Un poquito de caviar, unas ostras y lo tenemos.  

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15. La que se lía

Sala de fiestas dentro de una cervecería. El mundo matroska triunfa también en el afterwork del barrio de Salamanca aunque en este caso queda algo más claro desde el principio. La idea de este establecimiento del grupo Lalala es picar algo en mesa alta, una ensaladilla o unas tostas con las cervezas de rigor, y bajar a la planta discoteca para liarla de verdad. El plan al completo sin salir del mismo espacio salvo los que quieran humear en la calle ya por vicio. Cada día, además, un plan distinto: dj’s, conciertos, la fiesta que toque, eventos privados… El caso es liarla. 

  • Bares de hotel

En el interior del fabuloso y emblemático hotel Rosewood Villa Magna hay incontables atractivos, pero uno de los más accesibles es este espacio conocido como Tarde.O. Accesible económicamente, porque puedes acercarte a su barra en deliciosa penumbra o entrar en su magnético y espectacular patio simplemente para tomarte un cóctel y picar algo. La carta de bebidas espirituosas (whisky, ginebra, ron...) y otros tragos para el aperitivo es larguísima, pero lo más afortunado quizás sea optar por algún clásico (Manhattan, Old fashioned, Dry martini...) de la coctelería mundial o dejarse tentar por las creaciones de su head bartender, Carlo Proverbio: Marigot, Parras, Almazara. Para acompañar la copa hay una carta sencilla, muy reconocible, tabernaria, madrileña. Podéis pedir desde unas croquetas a un bocadillo de calamares pasando por una tablas de quesos artesanos. 

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17. Quintoelemento

La discoteca más grande de la ciudad, la conocida Kapital, a un paso de Atocha, esconde en sus dos últimas plantas un sushi bar, diseñado en ónix rojo, barras de coctelería, en mármol luminious y... la nueva joya del espacio: un sky restaurant. La gastronomía y las experiencias inmersivas se dan la mano. Videoarte, pantallas led interactivas de gran formato y videomapping que evolucionan, mutan y se transforman durante la velada en un ambiente relajado y festivo donde ir a comer o simplemente a beber un par de cócteles en este original bar de Madrid.

  • Bodegas
  • Arturo Soria
  • precio 2 de 4

No encontrarás un bar con una ubicación más excéntrica en Madrid que el bar Palermo. Alojado en el garaje de un chalet en pleno Arturo Soria, tras la puerta de este seductor lugar se encuentra un paraíso del rock, que solo conocen unos pocos; aunque, tras ser escenario de un videoclip del popular C. Tangana, quizás algunos más. Es el enclave perfecto para ubicar un speakeasy en Madrid, pero al estilo del New York de la Ley Seca. Es las versión underground del glamuroso Cotton Club de los locos años 20. Este aire de "prohibición" le da un morbo irresistible. Ideal para darle una sorpresa a un acompañante al que quieras impresionar.

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  • Cafeterías
  • Malasaña
  • precio 2 de 4

“Para mí, la mejor temporada es la tercera”, confesaba Silvia, cuando en 2019 cumplió el sueño de abrir su propio bar, un fascinante y acogedor homenaje a la legendaria Twin Peaks, incluida una deliciosa cherry pie casera. Hasta los cócteles recuerdan el mito; Laura Palmer es un bloody mary en bolsa de plástico y Jack El Tuerto se sirve con una carta de póker. Pasado el conocido neón del Roadhouse, una estatua y telones aterciopelados imitan la red room lynchiana. 

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