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Dani García descubre un nuevo espacio dentro de su BiBo madrileño. Un lugar oculto y exclusivo para entregarse a la coctelería de autor, donde la tecnología y la investigación juegan un papel fundamental. Sus creaciones únicas nacen de las más variadas técnicas que manejan estos días los mejores bartenders del planeta: redestilaciones, fermentaciones, fat-washes, centrifugados, ultrasonidos, desalcoholización... Un universo de juego infinito que ahora acaba de abrir sus puertas.
'Óleo sobre lienzo' o 'Ymanyá' son dos de las 12 creaciones que vais a poder beber en El Coleccionista. Y no son como tomarse un daiquiri. Están en las antípodas de la coctelería clásica. En el primero tanto el bartender como el cliente pintan juntos esta obra de arte líquida eligiendo a partir de una selección muy especial de ingredientes mientras que el segundo, inspirado en la diosa de los marineros y de las travesías marinas, se elabora a partir de una extracción en ultrasonidos de ron blanco en ortiguillas del Mediterráneo con una extracción de generosos en flor de hibiscus del mar Rojo, especias del mar Negro y balanceado con un toque de dátil ahumado del mar Pérsico. ¿Alguien da más en esto del beber? La mixología da tres vueltas de campana con tirabuzón. Y sale airosa.
Pero no se vayan que aún hay más. Esta primera carta presenta tres cócteles de edición limitada como si habláramos de una colección privada. Incorporan destilados y productos vintage para unos pocos aficionados (sobre todo, del trago corto) porque solo estarán disponibles hasta fin de existencias. Vendrán más, claro, pero no serán igual. Ah, y todo se puede acompañar con varios snacks de la casa, bocados icónicos como el brioche de rabo de toro, el guacamole o las croquetas.