Comida sencilla y popular. Todo lo que hay del día está escrito en una pizarra. Una oferta amplia, con primeros como gazpacho, fideuá, alcachofas al vapor o un arroz a la cubana, y unos segundos que van desde unas carrilleras de cerdo o una escalopa con vinagre de Módena, hasta un magret de pato o un bacalao con tomate, pasando por unos salmonetes de roca fritos o una trucha a la navarra.
El Eixample es el plan Cerdà, una cuadrícula que nacía de un planteamiento igualitario e higienista, y que hoy abarca hasta cinco barrios: el Fort Pienc, la Sagrada Familia, la Derecha del Eixample, la Antigua Izquierda del Eixample, la Nueva Izquierda del Eixample y Sant Antoni. El Eixample es el Modernismo –aunque también hay rastro del GATCPAC y de la nueva arquitectura de los años 50– y las feas remontas del alcalde Porcioles. También es la lucha vecinal que hizo posible la recuperación de espacios emblemáticos como la Casa Golferichs, y los interiores de manzana que han servido para tejer comunidad en tiempos de crisis sanitaria.
El Eixample son sus establecimientos: los emblemáticos que sobreviven y se adaptan a las formas de consumo cambiantes y los negocios especializados que llenan el barrio de vida y riqueza. También son Eixample los equipamientos y joyas culturales, y las reivindicaciones, de más espacios verdes y también de diversidad sexual. Aquí tenéis una muestra de lo que no os podéis perder del barrio de barrios barcelonés.
Si solamente podéis hacer una cosa
Acercaos a la Manzana de la Discordia (el tramo de Paseo de Gràcia entre Consell de Cent y Aragó), donde dejaron huella los principales artífices del Modernismo. La Casa Lleó Morera, l'Amatller y la Batlló bien merecen una visita, aunque solo os quedéis con la fachada.
Salirse del camino habitual
Quizás aún no conocéis la Fábrica Lehmann. Los sábados coincidiréis con el mercado de payés de la calle Consell de Cent. Si vais a la fábrica cuando cae el día y tienen las luces del patio encendidas, la visita gana encanto.
En un día soleado
Nada como un espacio para correr, patinar y jugar a la pelota, nada como el Parc de Joan Miró, que además tiene césped para estirarse y contemplar la escultura 'Dona i ocell' del artista catalán.
¿Y si llueve?
El Eixample francés es un buen refugio. Después de una buena comida, podéis hojear libro un libro en las librerías Jaimes o Documenta, que están cerquita.
Culturízate
Contamos museos –la Fundació Tàpies, los Espais Volart de la Fundació Vila Casas, el Museu Egipci– y también galerías. Y por si fuera poco, en el barrio de barrios hay librerías para todos los gustos y bolsillos.
El metro más cercano
Estas son paradas estratégicas para haceros el Eixample de punta a punta: Passeig de Gràcia, Universitat, Arc de Triomf, Tetuan, Sant Antoni i Hospital Clínic.
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