Un lugar particular, personal e intransferible: Laila Bazham (hija de filipina y brasileño) practica una fusión de comida callejera del sudeste asiático y de América latina hecha con realismo, inspiración y coherencia.
"Fusionamos la cocina de calle de Sudamérica y del sudeste asiático", explica Laila Bazahm (filipina), la copropietaria con Laura Freedman (estadounidense). Bazahm (hija de filipina y brasileño) pasó cinco años en Singapur y trabajó al Joël Robuchon ('hawker' significa 'vendedor ambulante').
Su carta no es muy larga, pero los platos son un 'hit' poco escuchado: entre otros, podéis encontrar el adobo filipino -un plato que aquí es como quien dice, inexistente- aplicado a la carrillera de cerdo , o una sopa 'pho' con cola de buey.
Y el menú de mediodía, delicias como 'malay redang', guisado malasio hecho 'street bocata' con un 'roti paratha', un pan blando de Singapur muy parecido al indio 'nan'. El local es minimalista y amplio, pero aún así acogedor.