La Europea
© Irene FernándezLa Europea
© Irene Fernández

12 futuros clásicos para hacer el vermut en Barcelona

Siguen apareciendo bares en Barcelona donde cultivan el arte del buen aperitivo

Ricard Martín
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El vermut lo peta en Barcelona, ya lo sabéis. Junto con los establecimientos clásicos de toda la vida y los responsables de la remontada del vermut desde hace unos cuantos años, en los últimos tiempos han abierto –o se han recuperado– gran número de bares que se dedican a destacar la costumbre de hacer el aperitivo: locales que cuidan tanto lo que sirven en le vaso como en el plato.

  • Taberna
  • Sants
  • precio 2 de 4
La Europea, vermut internacionalista
La Europea, vermut internacionalista

Los amigos del Calders lo han vuelto a hacer. La Europea es una delicia, un bar-bálsamo en una casa de Sants, con tocadiscos y vinilos. Encontramos un excelente vermut de Reus a precios populares (¿qué gracia tiene que te claven 3,50?).No se han obsesionado con el localismo de cartón del término vermutería, y aquí podréis encontrar aperitivos occitanos (Lillet), italianos (spritz) y una acertada carta de platillos y latas donde conviven embutidos de la tierra con Shakshuk, los huevos al plato de Oriente Medio.

  • Sant Antoni

Poca broma. Esta barra y cuatro mesitas de pie son la destilación en formato bar del doctorado 'gastro' que hizo Fran G. Manduley con el Bohèmic. Aliado con Joan Carles Ninou del Xampanyet, a la hora del vermut pone en juego especialidades de la casa como el Manso –cerveza con salsa de aperitivo y un poco de vermut– y porrones de sangría, cerveza y claras que harán que os reconciliéis con estos brebajes pisoteados por medio siglo de turismo. Seis tipos de aperitivos de todo el mundo (entre ellos un sublime vermut andaluz seco, el Lustao) conjuntan con una carta de conservas selectas y tapas a cargo de un cocinero que hace calidad Michelin a precio de bar.

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  • Esquerra de l’Eixample
  • precio 1 de 4
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

Tras el cierre del restaurante donde trabajaba, Jordi Miralles se plantó qué hacer con su vida, y la respuesta fue que la quería pasar tras la barra de su bar favorito. La realización práctica sobrepasa las expectativas: en esta bendita ele del Eixample hay 40 tipos de vermuts diferentes (el de la casa es un excelente biodinámico de la Conca de Barberà a 1,80 euros el vaso) y un repertorio de latas, guisos caseros y embutidos que son un ratito de felicidad low cost. Unas bravas top por poca pasta te hacen buena persona y mejor cocinero.

  • Bodegas
  • El Raval

Muchos años antes que los nuevos propietarios hicieran un lifting integral pero respetuoso, era muy habitual encontrarse por aquí al contubernio de humanidad y humor Flavià & Rubianes (o bien en el portal de al lado, la Granja Plaza). Si estuvieran entre nosotros, todavía seguirían aquí (si me disculpáis la reiteración). Los nuevos taberneros han convertido la entrañable Bodega Marta (vinos y cavas a tutiplén, con dos botas para tomar algo de pie) en lo que debería ser un bar de barrio puesto al día. Tiradores de vermut y Priorat negro (que las abuelas del barrio vienen a buscar con entusiasmo), botas en el techo, embutidos y espuma de ámbar.

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  • Taberna
  • Esquerra de l’Eixample
  • precio 2 de 4

Pocos locales en Barcelona como el 4 Latas tienen una vocación tan extensiva dedicada al ritual de tomar el aperitivo. Tienen controlados todos los ángulos: buenas conservas, variados de ensamblaje de latas estilo Quimet, ensaladas con salazones y encurtidos, embutidos, platillos de sofrito y mojar pan (entre ellos, unas albóndigas con setas). Y para los de aperitivo cervecero, una selección de birra artesanal en botella que sale como quien dice a precio de distribuidor. También dan servicio al vecindario de bar de guardia. Excepto el domingo, abren en horario ininterrumpido y a la hora bruja del cubata se convierte en un disco-pub 'vintage'.

  • Sant Antoni
  • precio 1 de 4

Compréis o no la tesis del cultivo biodinámico de Steiner (ciclo lunar, cuernos de vaca), cualquiera con un mínimo interés en la buena gastronomía caerá rendido a La Volàtil. Los hermanos Company, Víctor y Susanna, tienen una carta de aperitivos (gildas, avinagrados, sardinillas...) y cocina catalana –el chef Héctor Barbero opta por el plato tradicional– excelente. Y cada semana hacen una selección a copas de casi 200 referencias de vinos y vermuts. La última innovación: un vermut natural de tirador y en barril KeyKeg: el gas no toca el vino. Probad el vermut Muz, delicioso y con menos azúcar de lo habitual.

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  • Bares de vinos
  • Vila de Gràcia
  • precio 2 de 4
Puigmartí Bar, bien aprovechado
Puigmartí Bar, bien aprovechado

Los lustros de Agustí Camps como encargado de locales de ocio nocturnos (La Terrrazza, Pilé 43...) hacen que tenga mano izquierda para tratar con la gente. Pero el cariño con el que recibe a cualquiera que pase por estos 35 m² esquineros no se aprende. Encontraréis vermut de la casa por menos de 1 euro, caña bien tirada por poco más de un euro y un repertorio de vino a copas, platos fríos (carpaccio, sardina ahumada, rusa, esqueixada...) y calientes (carrilleras, capipota...) que explican la multitud en la puerta en fin de semana.

  • Cocina creativa

Hay pocas cosas más agradables que pasear de manera indolente por la calle de Vallespir un mediodía de verano. Además de la reciente apertura de La Europea y la Vermuteria Trencalòs, hay que recordar la potencia en la que se ha convertido La Mundana. Las colas certifican un éxito indiscutible. Alain Guiard y Marc Martín hacen convivir un repertorio de aperitivo frío (ostras, ahumados y encurtidos de primera) con platos y tapas que no desmerecen en lugares de alta cocina. Querían abrir un lugar para hacer el aperitivo y se les fue de las manos, dicen. Si todos los errores fueran así...

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  • Taberna
  • El Poblenou
  • precio 2 de 4
La Antigua, vermutería atlántica
La Antigua, vermutería atlántica

Aperitivos clásicos para la vida moderna es su lema. Quizás no están situados en ningún eje de terrazas despampanante, pero este bar de vermut –que mira más hacia el Atlántico que al Mediterráneo– suple la vista con un repertorio de conservas excelentes a muy buen precio: navajas, berberechos o gildas. Se han especializado en lata portuguesa, y con estos elementos preparan delicias como una mousse de caballa con tostaditas y aceite de romero, o filetes de pez espada, o montaditos con filetes de pez espada. Y, claro, una buena elección de blancos atlánticos.

  • Bares de tapas
  • Horta
  • precio 1 de 4
Casa Leto, aperitivo rumbero
Casa Leto, aperitivo rumbero

Casa Leto parece que sea la herencia de una bodeguita de la era quinqui, pero en realidad la abrió David Soleto el año 2011 donde había una frutería. Soleto ha combinado aquí su oficio de cocinero con la pasión por la rumba y el rock aflamencado. En la barra, tortilla de patatas espectacular, caña sobrenaturalmente bien tirada y copa de crianza a 2 euros. En la pared, un póster original de un concierto de Burning y Triana en Badalona el 78, o de una actuación del Bombero Torero, por ejemplo. Calidez, calidad y precios que también son de la Transición. Espero que los de Horta no me odien por promover la gentrificación y exhortar a subir al barrio.

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  • Bares de vinos
  • El Poblenou
  • precio 2 de 4

"Soy de Reus y el vermut se lleva en la sangre". Lo dice Elena Rosique, que después de trabajar en el mundo de la moda decidió poner un bar. Vermut & Sifó se distingue por ser de lo más bonito y luminoso –el local tiene vidriera por los dos lados– y por tener una marca propia de vermut de la Terra Alta, con un toque propio amargo y servido con una pipeta de salsa de berberechos. Tienen todos los complementos para picar imaginables que acompañan a la bebida, y son la puerta de entrada de una animada rambla de terrazas y vermut.

  • Bares de tapas
  • Esquerra de l’Eixample
  • precio 1 de 4
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

De acuerdo, tal vez no es el local más personal y cálido donde aposentarse, pero este macrobar reabierto, dispone de todo lo que podéis soñar para tomar el aperitivo y más allá: latas de mar y encurtidos –¡buenísimos los pimientos rellenos de atún picante!embutidos y quesos, ensaladas de vicio y grasa (rusa, esqueixada, escalivada) y platos de sofrito para mojar pan. Y todo un repertorio alcohólico que va de la rusticidad (trifásico) al dry martini. Yo os recomiendo que os aferréis al buen vermut de la casa y que flotéis en una inmensa terraza en el mejor chaflán del Eixample.

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