1. Kotsu x Kotsu
Con un año recién cumplido en el invierno de 2024, este humilde local, donde suena J-pop y hay imágenes del famoso ukiyo-e colgando de las paredes, se ha fraguado un buen puñado de clientes fieles que acuden a por su bol humeante. No es de extrañar. La atención es agradable y la receta del ramen está realmente buena. En sus mesas se pueden juntar otakus, currelas y japoneses. A un paso de la glorieta de Bilbao (Cardenal Cisneros, 1) y con aforo para algo más de una treintena de personas (conviene reservar los fines de semana a pesar de la alta rotación que impone el plato), este joven cocinero japonés, al frente de un equipo 100% nipón, presume de elaborar ramen de Hokkaido (la isla más septentrional del país asiático). Son varias las versiones que se muestran en carta según el nivel de intensidad del caldo base y la cantidad de ingredientes (con o sin huevo, con tres o más piezas de carne...) que escojas. Si no termina de saciarte este popular plato único, puedes compartir una ración de takoyakis, unas gyozas, la opción mini de alguno de sus donburi o terminar con un punto dulce. Aquí mandan los mochis. Probad sus mitarashi dango, no se ven tanto por aquí.