Si quieres ahondar en la gastronomía nipona más allá del sushi, no busques más. Esta izakaya, comandada por Borja Gracia, se convertirá en tu sitio de referencia. Su carta te llevará, con trabajada fidelidad al original, por platos de Hokkaido o Fukuoka, de la región de Hakata (su black ramen es un “must”) a un prestigioso whisky japonés (proponen un plato de ternera rubia gallega con sésamo negro y brochazo de Yamazaki 17 años). Platos calientes e interpretaciones que irán cambiando en una carta donde se mantienen desde sus inicios, hace ya un par de años, el karaage (pollo), takoyaki (pulpo), ebimayo (langostino) y okonomiyaki. En el mismo local se presenta Panda Patisserie, la única pastelería japonesa de la capital, en horario de 17 a 21h. Así que siempre hay algún bocado delicioso y distinto que probar en este cuidado espacio.
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