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Entre el cocido madrileño y otros platos de cuchara muy nuestros que entran solos por lo reconfortante y a pesar de su contundencia cuando los termómetros rondan los 10 grados, se cuelan otros importados (y más o menos reinterpretados) como el ramen japonés. Son muchas las recetas de este plato único que encontramos en Madrid (y que tiene su origen realmente en China). Y ahora tenemos una más. Acabamos de descubrir varias versiones en uno de los mejores restaurantes de sushi de la ciudad.
Juan Alcaide y Pablo Álvaro, responsables de Umiko (2 Soles Repsol) y muchos bocados ya icónicos por su originalidad, se han lanzado a elaborar y servir ramen casi a diario. Lo tienen (también han sumado un curry que sirve igualmente como plan para comer y marchar) en carta de martes a viernes al mediodía. Y no solo hay opciones saladas. A la causa se ha embarcado Alejandro García (al frente de la pastelería Umikobake) para conseguir poner en la mesa una inédita y curiosa versión dulce. Se trata de un caldo de arroz con leche con coco, crumble de lima con shichimi tōgarashi, mantequilla tostada y trigo germinado inflado, que se acompaña con noodles de trigo sarraceno. Tenéis que probarlo. No hay nada igual en la capital. 8 euros cuesta.
Entre las versiones saladas, Tengu Ramen, Oni Ramen y Kappa Ramen. Todos con pasta fresca de trigo y se sirve únicamente en las mesas altas en el espacio de entrada del restaurante, en la zona más informal. 18, 18 y 16 euros, respectivamente. El primero parte de un caldo con 16 horas de cocción y se presenta con pechuga de pollo de corral a baja temperatura, pack choi, huevo, setas enoki y cebolla roja. El segundo contiene la unión de dos caldos diferentes: el primero se elabora a partir de costillas de cerdo y verduras, y el otro con carrillada desmigada de cerdo ibérico, vino oloroso y soja. Finalmente se sirve con carrillada de cerdo ibérico, setas shimeji, cebolleta y huevo. Para el que busque un plan más ligero, está el tercero, un caldo de verduras con el ligero toque picante que le aporta la pimienta de Espelette. 8 horas de cocción, donde la protagonista es la calabaza, a la que se suman col china, espinacas y seta oreja de judas.
