Chao Pescao
Foto: Scott ChasserottChao Pescao
Foto: Scott Chasserott

Las mejores marisquerías de Barcelona: lo mejor del mar en la mesa

Los restaurantes y bares de pescado especializados en marisco de la ciudad

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Si no tenéis ningún límite presupuestario a la hora de apoquinar la cuenta, lo vuestro es comer en las mejores marisquerías de Barcelona. Son restaurantes que recogen los mejores frutos del mar cada mañana en las lonjas catalanas, y que disponen de proveedores de pescado 'premium' desde Finisterre hasta Cádiz. No esperéis lujos extravagantes, tan solo puro sabor de mar. Y si os saben a poco, echad un vistazo a los mejores restaurantes gallegos de la ciudad.

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Time Out Market Barcelona
  • Marisco
  • El Gòtic
  • precio 3 de 4

RiasKru, una fusión de dos restaurantes de marisco legendarios, Rías de Galicia y Espai Kru, está en el Time Out Market Barcelona para ofrecer el mejor producto del mar. Pionero de la fusión culinaria en Barcelona, ​​el chef Robert Gelonch practica una cocina elegante y creativa bajo el lema "menos es más". Con los mejores ingredientes de temporada que puede ofrecerle el mar, el menú cuenta con marisco crudo y marinado basado ​​en la cocina clásica gallega, maridados con elementos de inspiración japonesa. Aclamado como uno de los mejores restaurantes de marisco y pescado de Barcelona, ​​el RiasKru no podría estar en un lugar más indicado: en una plataforma sobre el puerto de la ciudad, con vistas a la Torre del Reloj y con la lonja del pescado de la Barceloneta a escasos minutos a pie.

  • Marisco
  • precio 3 de 4

Este pequeño local cerca de Santa María del Mar se transforma en un homenaje diario a la mejor materia prima procedente del puerto de Roses de la mano de la quinta generación de la familia Gotanegra, de esta localidad. El chef Rafa Zafra, de escuela elBulli, y por tanto muy conocedor de estos productos, ofrece "pornococina" de esta materia en versión marinera: recetas sencillas que respetan al máximo un producto extraordinario. Desnudar el pescado, podríamos decir. ¿Queréis ejemplos? Probad unos sensacionales chipirones fritos acompañados de gota negra (mayonesa y tinta), o unos camarones de Roses cocidas al vapor de algas. ¡Estimar es una declaración de amor a los bienes preciados que nos da el mar!

  • Marisco
  • Vila de Gràcia
  • precio 2 de 4

El chef Alexis Peñalver ha convertido la barra donde estuvo El Tast de Joan Noi –bar de la parada de pescado homónima– en Hermós Bar de Peix, una barra de pescado que, como suele pasar en los bares de mercado, dispone de un equipamiento de cocina mínimo –plancha, dos fuegos y un horno– y un producto máximo. Aquí solo se cocina pescado y marisco de las paradas del mercado, claro.

Ahora bien, como sucede en La Pubilla y Extra Bar, el producto no va desnudo, sino equipado con bases de cocina catalana con un giro moderno. Aquí, además de gambas o almejas a la plancha, te puedes zampar unas vieiras a la plancha con fumet de pescado de roca, o unas magníficas sardinas a la plancha rellenas de la potente picada clásica catalana, con ajo, perejil, pan tostado y almendra. La proximidad del restaurante permite que puedan jugar con guisos y fumets que aplican en platos como un estofado de sepia exprés. Y las raciones son abundantes, y a precios razonables.

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  • Marisco
  • Vila de Gràcia
  • precio 2 de 4

En Lluritu 2 caben hasta un centenar de personas. Los propietarios, los actores Pau Roca y Carlos Cuevas, y sus amigos Pol Puigventós y Gerard Belenes, lo definen como una marisquería desenfadada y no están para tonterías: minimalismo en el plato con cocciones precisas de plancha y brasa (nada de fogones) y producto top a un precio razonable: pulpo, chipironcitos, navajas, cigalas, etc. Un buen lugar para comer pescado y marisco en un ambiente relajado.

  • Marisco
  • Dreta de l'Eixample
  • precio 3 de 4

Si no fuera porque su decoración tiene un toque canalla que le da mucho estilo, se pensaría que está entrando en la marisquería de un mercado. No es sólo un restaurante, es una experiencia que enamora a todos los paladares, especialmente a los amantes del pescado. Tiene más de 25 años de experiencia en el sector y una fórmula de lo más divertida y distendida de disfrutar del mar: podrás escoger tu pescado o marisco bien fresco del día de la lonja y te lo cocinarán según tus indicaciones para que lo saborees en la sala. Podrás acompañar tu elección con navajas, mejillones, rape, pulpitos o sepia, ensaladas, sopas y otros platos que miran al mar. Las frituras andaluzas son muy recomendables. Tienen un segundo local en el centro comercial La Maquinista (Potosí, 2).

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  • Catalana
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera
  • precio 3 de 4

Este restaurante marinero del grupo Sagardi celebra la cocina del Mediterráneo, con especial enfoque en los gustos del Alt Empordà. Situado en los porches de Xifré, ofrece una gastronomía singular. La preparación del arroz, cocinado desde cero con fuego de cepas o chopo, es una muestra de su dedicación a la tradición y la calidad. En el espacio de barra, encontrará una selección de conservas, marisco, tortas y buenos vinos a copas. En el espacio del restaurante, por su parte, destacan los arroces a la leña y los platos de mar y montaña, como las albóndigas con sepia y la tarrina de paté de papada y anchoas. El ambiente cálido y la decoración de madera invitan a sentirse como en casa desde el primer momento.

  • Marisco
  • Dreta de l'Eixample
  • precio 3 de 4

Manu Núñez, copropietario del Besta (Aribau, 106), le invita a su marisquería gallega del siglo XXI, nada carca, que apuesta por una cocina sencilla hecha con excelente producto del Atlántico y el Mediterráneo. Se llama Batea, como las plataformas en el mar para la cría de mejillones, y aquí se inventa platos, platillos y platazos rehuyendo los tópicos dominantes de las bravas con cosas y la croqueta harinosa. Sorprende con bocados como la mariscada fría (navajas con códium, almejas con salsa verde y berberechos con aliño de gilda) y platos para compartir como las cigalas con agua de Lourdes, la gamba roja a la sal o la tortilla de Betanzos con puntillas de calamar . Para beber, seis vinos catalanes y gallegos y cinco cócteles. El espíritu es juguetón y popular (los precios, no tanto).

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  • Sant Andreu

El grupo Angelita, los dueños y señores de la cocina marinera de Nou Barris con restaurantes consolidadísimos como el Casa Angelita (Lorena, 20) y el Camarote (Nou Pins, 36), han traspasado las fronteras del distrito para abrir Cal Pesca, en Sant Andreu. Y aquí hacen lo que mejor saben hacer; tapas de tierra (bravas, pimientos de Padrón, croquetas) y mar (boquerones, cazón en adobo, chipirones), pescados, carnes y arroces (caldoso de bogavante, meloso de cangrejo, negro, del señorito). Si preferís concentraros en el marisco para compartir, tiene tres plataduras para dos personas; el cascarón (29.95 euros), el fritura (39,95 euros) y la bandeja (74,90 euros).

  • La Barceloneta

Desde el año 2000, La Platjeta ha destacado con su cocina tradicional y desenfadada, subrayando la excelencia de las frituras y la robustez de los sabores. La carta ofrece tapas frías como las anchoas del Cantábrico y los boquerones en vinagre, así como platos calientes como la brocheta moruna, los mejillones al vapor y las almejas a la parrilla. Las frituras, con bombas de la Barceloneta, croquetas de jamón y buñuelos de bacalao, son los protagonistas, pero también destacan los platos de pescado y marisco a la brasa. En un ambiente de barrio, el local también ofrece buenas opciones de menú de mediodía, con precios ajustados y sabores caseros, también durante el fin de semana. Una celebración viva y sin pretensiones de la rica tradición culinaria del barrio.

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  • El Gòtic

Los cocineros Alex Durán y Matteo Spinelli han creado un concepto que nos traslada a varios puertos del mundo. Situado en un emplazamiento espléndido del Real Club Marítimo de Barcelona, ​​el Fiskebar se especializa en pescados y marisco y defiende una cocina estética que quiere agradar a todo el mundo. En la carta, la pasta, las verduras y el arroz acompañan a los productos del mar, mientras que recetas nórdicas como el smørrebrød de salmón, aguacate y rábano picante aportan una mirada diferencial. Destacan los mejillones con mantequilla blanca, la cerviola con aceite de oliva virgen y la barra fría de niguiris, así como el queso de Molí de Ger a la brasa. Para acompañar, disponen de una amplia selección de vinos ecológicos y orgánicos.

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  • Mediterránea
  • precio 2 de 4

Al Pez Vela le llaman chiringuito, pero el interiorismo se acerca más al de un restaurante con estilo y tranquilo con vistas al mar. El grupo Tragaluz rinde homenaje a los establecimientos preolímpicos con una carta corta de cocina sencilla que se centra en entrantes frescos de la huerta y del mar y en arroces de corte tradicional. Las tapas marineras, bien estéticas, incluyen pescadito frito, berberechos a la brasa, croquetas de bogavante y lubina frita adobada con soja y jengibre. Pero los reyes son los arroces con chipirones y gamba, con verduras a la brasa y el negro de sepionet y alcachofas. La Barcelona de los años 90 también está presente en el postre, por ejemplo, en el flan de vainilla con nata o en el mítico corte de helado de vainilla y chocolate.

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