Las bravas del Vivanda
Foto: Cristina RecheLas bravas del Vivanda
Foto: Cristina Reche

Las mejores patatas bravas de Barcelona

Desde las recetas más creativas a las bravas clásicas que nunca fallan

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Nos atrevemos a escoger las 20 mejores raciones de patatas bravas de Barcelona. Los puristas se decantarán por las recetas que pasan de generación en generación en los bares de toda la vida, mientras que muchos otros descubrirán nuevas fórmulas innovadoras, pero igual de deliciosas. Si os quedáis con ganas de más tapas, consultad esta lista.

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Time Out Market Barcelona
  • Qué hacer
  • El Gòtic

Time Out Market es un concepto único que tiene como objetivo celebrar los sabores más auténticos y reunir la mejor comida y cocineros de una ciudad bajo un mismo techo. Ya presente en grandes ciudades del mundo como Nueva York, Montreal, Oporto y Ciudad del Cabo, el de Barcelona se encuentra en el Port Vell, en la terraza-mirador del Maremagnum.

El espacio, de 5.250 metros cuadrados, alberga una cuidada selección de 14 chefs, un restaurante de servicio completo y cuatro bares: dos de ellos al aire libre. La presencia 'brava' corre a cargo del Bar Nuri. Tres generaciones de cocineros elaborando tapas icónicas con la solvencia marca de la casa.

Creativas

  • Catalana
  • Dreta de l'Eixample
  • precio 2 de 4

Un bar bonito de narices: una barra limpia de mármol blanco con cocina a la vista y mesas de taburete alto. Xavier Garriga, el dueño, hace cocina de barrio a precios de barrio. Ofrece un menú de mediodía imbatible (16,9 euros), tapas clásicas (salaones, charcutería, frituras, etc.) y platazos dignos de estrellas francesas. Os propone unas bravas picantonas (6 euros), generosas tanto con el sofrito de tomate como con el alioli, y con cebollino por encima para darle un toque fresco. Es un misterio sin resolver que no salgan en todos los rankings de las mejores bravas de la ciudad.

  • Bares de tapas
  • Sant Antoni

Francesc Beltri y Nicolás de la Vega, chefs y copropietarios del restaurante creativo y con una estrella Michelin Slow & Low de Sant Antoni, han convertido un antiguo bar de barrio humilde y familiar en un establecimiento dedicado a la tradición culinaria catalana y castellana. La carta es corta (plancha, escabeches, ensaladas, fritos, guisos) y la oferta varía semanalmente. Deseamos desde lo más profundo de nuestros corazones que cuando vayáis estén las bravas. Son de lagrimita. La salsa la elaboran con un sofrito de cebolla, ajos dorados, tomates, ñoras, romero, diferentes tipos pimientos rojos y... chipotle, jengibre, cardamomo, vainilla, piel de naranja y de lima. Únicas.

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  • Bares de tapas
  • Sant Antoni

Este es el bar de Mathieu Pérez, un chef de Perpiñán con muchos años de carrera que tuvo un bistro de éxito en París y fue jefe de cocina del Bar Brutal. Aquí se dedica en cuerpo y alma a las frituras de autor. ¡Y cocina con dos freidoras y una máquina de churros! Lentejas guisadas fritas, ñoquis fritos, sardinas fritas, calamares fritos, croquetas de carbonara fritas, etc. Pero el auténtico 'hit' del local son los churros de patata brava. La salsa la sirven aparte. ¡Ah! La selección de vinos naturales es ovación.

  • Cocina creativa
  • El Gòtic
  • precio 2 de 4

El chef Marc Gascons, estrella Michelin en Les Tinars de Llagostera, consolida su 'savoir faire' en Barcelona, ​​en el hotel Serras. La suya es una cocina de producto, basada en el receptario tradicional catalán y presentada de forma fresca y ligera, al día. Un buen ejemplo de su maestría son las bravas; elaboradas con hojaldre de patata agria y cortadas longitudinamente a modo de 'sticks', las acompaña con un alioli de ajos asados ​​y un sofrito de tomate pera con cebolla pre-caramelizada, guindilla y pimentón ahumado. Alta cocina aplicada a la tapa de bar.

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Complicado hablar de las bravas de este bar porque hoy son así y mañana pueden ser asá. Es decir, aquí manda la creatividad y las ganas de cambio del dueño, Omar Díaz (ex Gresca). Os destacamos las que él bautizó como 'la mar de bravas'; patatas Monalisa, sofrito de tomate pera, cebolla hecha con mucho chup chup, chiles, cabezas de gambas y un alioli de azafrán. Las anteriores las hacía con zorza y alioli. Sean como sean las bravas que probaréis cuando vayaís, estamos convencidos de que serán espectaculares.

  • Hamburguesas
  • precio 2 de 4

Sí, sí, ya lo sabemos. Acero Street Flavours es famoso en la ciudad por sus hamburguesas y por las colas que se forman ahí los fines de semana. Pero... ¡atención a las bravas! Las elaboran con patatas Monalisa sin pelar y las fríen dos veces para asegurarse de que queden crujientes. Las acompañan con tres salsas; un sofrito de tomate, cebolla y chipotle, un alioli de ajo asado, y un aceite infusionado con diversas variedades de pimentón. Tienen un segundo local en Sants (Robreño, 57).

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  • Catalana
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera
  • precio 2 de 4

A ver, Rooster&Bubbles es un restaurante especializado en pollo al ast. En realidad, es la actualización de las clásicas pollas-restaurante de los años sesenta, donde la gente podía comer medio pollo con una copa de cava. Evidentemente, todo lo que hacen aquí con el ave está buenísimo; croquetas, sándwiches, 'fingers', canelón, etc. Es probable cuando piense en bravas no piense en pollos, pero es que resulta que su versión de esta icónica tapa es extraordinaria. Las elaboran con patatas Monalisa, allioli y 'shichimi togarashi', que es un condimento japonés que lleva siete especias distintas. ¡Imperdibles!

  • Cocina creativa
  • Eixample
  • precio 3 de 4

Paradoja: este ejemplo de creatividad culinaria aplicada a la patata brava ya es todo un clásico, paradigma de la brava moderna: cilindros del tubérculo doraditos y crujientes por fuera, con un interior amorosito, condimentados con una salsa rosa suave pero sabrosa, coronada con semillas de sésamo negro, cebollino y sal Maldon. Seis delicias que estallan en la boca y que no se ha modificado desde que abrió el local. Ojo al dato: despachan unas 250 raciones semanalmente.

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  • Bar de bocadillos
  • El Poble-sec
  • precio 2 de 4

Aquí todo es bueno y tiene un pintón. Producto excelente y de temporada, un recetario adaptado de la artesanía materna, estudios en la Hofmann, bocadillos cárnicos de caer de culo al suelo (sus hamburguesas, ¡uf!) y unas bravas brutales. ¿Y qué tienen de especial? Para empezar, un tamaño generoso, una fritura perfecta y dos salsas; una blanca hecha con mayonesa, limón y ajo sútil y una roja de sofrito de tomate, sin cebolla, con ajo y pimiento. Por último, chipotle y un 'topping' opcional de cerdo asado.

Clásicas

  • Bares de tapas
  • Nou Barris
  • precio 1 de 4

Esta tasca aragonesa es un referente de la gastronomía popular de Nou Barris desde inicios de los años setenta. No cogen reservas, hay que tomar número y esperar. Las frituras ('chocos', morros fritos, calamares), los 'tigres' (mejillones rebozados) y las bravas son la marca de la casa. Estas se hacen al estilo madrileño; el alioli va con aceite picante. Mantienen la receta desde su apertura, así que estamos ante unas de las más veneradas de la ciudad. Los números hablan por sí solos: los sábados pueden llegar a despachar 300 raciones.

  • Sarrià - Sant Gervasi
  • precio 1 de 4

Son legendarias, pero discutidas, generan amores y odios, sus fans le retiran la palabra a los detractores… Este es el encanto de un local que durante años ha tenido fama de hacer las mejores bravas de Barcelona y que por justicia, por respeto al mito a pesar de la controversia, no podemos ignorar en la lista. Lejos de la brava contemporánea, bonita, que ha llevado el plato a una nueva dimensión, esta es asimétrica, tirando a aceitosa, ideal para acompañar un plato combinado de este local de indiscutible carisma.

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  • Bares de tapas

La familia Pujado Massana abrió este bar en 1966, con unas credenciales que aún hoy atraen a muchos 'mandristas': unas bravas vieja escuela que muchos sibaritas reivindican por encima de las del Tomàs y un pollito rebozado que solo saben hacer ellos. Las alcachofas fritas son también carta ganadora, pero las patatas se llevan todos los aplausos. Aceitosas, cerdas, bien cocidas y ablandadas con un alioli señorial, estas bravas se hacen exclusivamente en este bar, y nos consta que mucha gente peregrina hasta las cimas del pijerío sólo para comerlas.

  • Bares de tapas
  • Sarrià - Sant Gervasi

Abierto hace más de cuarenta años, Marcel es un bar de barrio de la vieja escuela. Precios populares en una zona indiscutiblemente 'pija', una terraza muy solicitada, mucho mármol, mucha madera y dos grandes vitrinas en la barra a rebosar de tapas clásicas; ensalada rusa, bombas, huevos rellenos, derrame, croquetas, tripa, alcachofas fritas, etc. Quizás la tapa más mítica son las bravas. El tubérculo, de variedad agria, se corta a cubos y se acompaña con una salsa cargada de aceite picante especiado y mayonesa. Quizás no son las bravas más 'elevadas' ni sofisticadas de la ciudad, pero seguramente son de las más queridas por los barceloneses. Por eso, Marcel Santaló suele compartir podio con el Bar Tomás y el Bar Mandri.

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  • Española
  • El Gòtic
  • precio 2 de 4

La Palma todavía mantiene la esencia de bodega original; botas de vino, barra de mármol, conservas, buenos embutidos y... ¡unas bravas espectaculares! Judit Giménez y Albert Rial, los dueños, optan por utilizar con mucho acierto y gusto patatas agrias. Primero las sofríen con suavidad y después les dan un buen golpe de fuego intenso. Las acompañan de una salsa roja penetrante hecha con tomates secos y pimentón que suman a un alioli canónico de sólo huevo, ajo y aceite de oliva. ¿Las mejores bravas del Gótico? Probablemente.

  • Esquerra de l’Eixample
  • precio 1 de 4

El Señor Vermut es un bar de barrio del Eixample Izquierdo, dirigido por la familia Miralles, famosa por llevar el vermuteo en su espina dorsal. Aquí encontraréis unas bravas de patata agria cubiertas con una salsa tan secreta como picante. Nos imaginamos que la fórmula mágica debe llevar alioli casero, aceite infusionado con diferentes especias y toques de pimentón. Lo que sabemos a ciencia cierta es que tiene el sabor y la densidad idónea para contentar a aquellos paladares que son más del 'punch' que de la caricia.

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  • Sarrià - Sant Gervasi
  • precio 4 de 4

En el Vivanda –restaurante en el antiguo Sarrià de balsámica terraza– Jordi Vilà ha desarrollado una patata brava muy distinta a las de Moritz, que aunque no tenga un aspecto de impactante modernidad, innova en el concepto. Estamos ante una patata más asada que frita –monalisa, queda una textura muy cremosa– donde el alioli se ata con un aceite de sobrasada. Al lado, una aceitera de aceite picante, para que el yonqui de las bravas se gradúe del nivel de llamarada en la garganta. Es una señora ración, generosa, que transmite la solidez de la cocina de Vilà (Alkimia, Al Kostat).

  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera
  • precio 2 de 4

Nada más entrar ya apetece quedarse. Esa barra de mármol llena de delicadezas es una maravilla. Platos del día, tapas y platillos clásicos y de impecable factura son la máxima representación del local. Producto 'top' y unas supremas patatas bravas: empapadas en un alioli denso y generoso, que a pesar del su aspecto impúdico y láctico, tiene un sabor suave de ajos. Junto con la salsa de tomate sofrito forman un matrimonio celestial.

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Hace ya un buen puñado de años que sus bravas aparecen en los rankings de las mejores de la ciudad. Se acompañan de un alioli muy suave y cremoso que cautiva porque se hace con ajo escalivado. Se sirve con un punto justo de salsa brava y un toque de pimienta negra. El ambiente, sofisticado y 'trendy', en un local donde conviven el 'brunch', la tapa clásica (atención a las croquetas de setas) con bocadillos y tapas creativas.

  • Cervecerías
  • Sant Antoni
  • precio 2 de 4
Fàbrica Moritz
Fàbrica Moritz

Un consejo del chef con estrella Michelin del restaurante Alkimia, Jordi Vilà: ya tenéis parte de la batalla de la textura ganada si la patata no pasa por nevera, porque si es así, el almidón cambia su textura. En la Fábrica Moritz ha desarrollado dos clases de tubérculo 'bravo': las de aquí y las de allí. Las primeras, al estilo catalán, llevan una salsa a base de alioli y aceite picante estilo allada. Las de allí, madrileñas, son las clásicas con mayonesa y salsa de tomate picante. Tienen un segundo local; la Casa Moritz (Rambla Catalunya, 79).

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  • Española
  • Fuera de Barcelona
  • precio 2 de 4

Tan cerca y tan lejos: el Bar Córdoba del Hospitalet es el paradigma del bar de tapas andaluz. Abierto en 1970 por la familia Prieto, es un bien de Dios de establecimiento. Aquí despachan veteranía y generosidad a partes iguales. Las tapas pueden considerarse casi un plato entero; cazón en abono, chipirones, tortitas de camarón, flamenquines, cochinillo, etc. Centrémonos en las bravas; patatas de tipo agra, primero sofritas a fuego lento y después rematadas con un golpe de fuego intenso. La salsa es anaranjada, cremosa, picante y se emulsiona con mayonesa y un poco de tomate para aportar dulzura. ¡Una delicia! Tienen un segundo local en el Centro Comercial La Farga, también en el Hospitalet.

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