Un bar bonito de narices: una barra limpia de mármol blanco con cocina a la vista y tablas de taburete alto. Xavier Garriga, el amo, trabajó en bares de Madrid, donde aprendió a tirar la caña y viene de una familia que lleva la barra, la tapa y el vermut en la sangre (¡sus abuelos fueron los introductores del sifón en Gerona!). Gente de alta gastronomía para hacer cocina de barrio a precios de barrio que podéis probar a mediodía en un menú de 16,50 €. Tienen unos mejillones al vapor excelentes y unos callos para llorar. Los platos fríos son una bendición en barra, como la ensalada de garbancitos con el punto de vinagre con tiralíneas. Vermut de Morro Fi, buena elección de vinos de la tierra en copas y tempranillo de tirador fresquito en porrón.