Los hermanos Acero, Raúl y David, van de cara a barraca. Acero es "como una furgoneta aparcada de street food, con los mínimos: te comes la burger y las patatas, te bebes la cerveza y adiós". Ni postre ni café ni hostias. Pero dios, qué hamburguesas. Se hacen llevar el producto del mercado de la Barceloneta y los discos son 150 gramos de filete de pobre con un toque (vacuno) secreto. Y liman las cosas superfluas para seguir una ética artesana de "todo se hace en la cocina"; el éxito de la casa con pimiento y cebolla caramelizada, pepinos, brie y maionesa de trufa.
Esta gente se han convertido en una pequeña potencia: despachan cientos de hamburguesas en fin de semana, y van directos a lo básico (sus chips de boniato con salsa brava y la caña están de muerte). Aunque si os atrevéis, hay un reto para vosotros: la Doble Acero, de cuatro palmos, dos discos de carne de 150 gramos con bacon, cheddar, pepino y cebolla caramelizada.