1. Bufé otaku
No digas nunca… El grupo Bellaciao gestiona otros locales como Runni Market o Running Sushi in Osaka, pero ya que nos ponemos, mejor afrontar la visita a este espacio de fantasía freak en plena plaza de los Cubos. Los fans del manga y el anime pueden quedar paralizados al comprobar que sus sueños gastro-experienciales (que se nos perdone la expresión) están al alcance de su mano: bienvenidos a Running Sushi in Akihabara. Luego habrá quien piense que comer sushi ilimitado por 14,95 euros es otro sueño en sí mismo. Y el resto de los mortales se limitará a echar un rato gracioso sumidos en un escenario que reproduce parte del impacto visual del distrito comercial del Tokio más loco (que ya es decir). La fachada de acceso imita al metro de la metrópoli. Una vez dentro, todo es rosa chicle, neones, un Godzilla que sale de la pared, personajes de cómic hasta en la sopa (bueno, no literalmente)... La comida huye también de lo zen, y es que hablamos de un bufé de cinta giratoria que penaliza dejarse algo en el plato. Edamame, makis y nigiris, lo normal. Pero también poké, dim sum y wok. En la mesa se habla de robótica y videojuegos.