Taberna Arallo

Restaurantes de Chueca

Los mejores locales del barrio para comer, cenar, picar algo y tomar unas cañas

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El barrio no es muy grande pero su oferta culinaria es casa infinita. Hay las últimas tendencias asiáticas y sudamericanas, espacios informales de cocina exquisita, irrenunciables restaurantes de toda la vida, hamburgueserías y otros fast food con todas las garantías

Si andas buscando dónde comer en Chueca, toma nota. Un gaditano y una francesa, Mario Sánchez y Charlotte Finkel, comandan este bistró moderno (y de espíritu valiente porque sus protagonistas rondan la treitena) que tiene, claro, un poco de ambos (Andalucía y Francia) y de la unión de sus dos brillantes miradas respecto a la cocina contemporánea. Así vemos y admiramos en carta su atún a la bordelesa, sus setas al llamado curry francés o el chicharrón con comté y tomates semi-secos. Mario, que ha trabajado en Aponiente o DiverXO, está al frente de la propuesta culinaria mientras que los vinos y la sala son territorio de Charlotte, que aterriza en Chueca del cercano Four Seasons. 

  • Fusión
  • Chueca
  • precio 2 de 4

Carta breve y algunos vinos que se salen de la norma. Se agradece que en una selección tan escueta quepan un Ribeira Sacra, un vino de Madrid y varios generosos. Un trampolín a buenas armonías. Y ofrecen tres platos fuera de carta. ¡Vamos! Tras el aperitivo de la casa (gustoso hummus), nada mejor que iniciar este viaje de 360º con uno de los mejores y más representativos ejemplos de su filosofía entre los platos para compartir: 7 potencias Asia/Caribe. Media ración. Brebaje con superpoderes. Dos niveles de picante a elección. El cóctel de camarones mexicano elevado no a la séptima sino a la enésima potencia. Pulpo, calamar, gambón, lemongrass, espuma de jalapeño. La fórmula mejorada. 

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  • Italiana
  • Chueca
  • precio 3 de 4
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

Entre una ligera autoría y un cabal respeto por la tradición de su querida y suculenta cocina piamontesa, Davide Bonato sirve producto de altura (hay trufa y un Barolo en la bodega), extraordinarias elaboraciones caseras y al momento (borda los tallarines, sorprende su risotto) y platos ya icónicos (uovo morbido). Cede ante la pizza y la fusión pero es el helado de avellanas lo que no olvidaréis. De esos restaurantes en Chueca que cuentan con clientela fiel.

  • A la brasa

Saltan las chispas y no paran de moverse las ruedas de la parrilla con que el estrellado chef argentino Mauricio Giovanini ha desembarcado en el centro. Las brasas atraviesan casi toda la carta, proyectada para compartir: de la estupenda coliflor con crema de kimchi a la inexcusable piña con espuma de pisco, de la corvina acevichada a las ensaladas al rescoldo. Marcada atención al cliente y a la carne. Para puristas (lomo alto) y para un perfil más abierto: bocadillos, hamburguesas y un kebah de costilla asada recién incorporado.

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  • Asiática

La estética del espacio y las ilustraciones de sus manteles de papel envían señales inequívocas de modernidad, de tiempo presente. Suena Fleet Foxes, trabaja con cervezas artesanales (Mikkeller), prepara cócteles con licor de arroz y té oolong, tiene una versión vegetariana de sus platos (impresos en tres idiomas) y organiza secretas cenas temáticas. La columna vertebral del local se levanta sobre sus deliciosos noodles (de cerdo, cordero o setas, con producto de primera y verduras fresquísimas) pero hay más que recomendables propuestas por delante y por detrás. Empezad con el rábano con salsa XO y acabad con el budin de almendras. Cada tres meses incorpora novedades y añade habitualmente algún fuera de carta. “También tenemos, algo que no he visto por ahí, una especie de hamburguesa china. Lo fundamental es el pan. La gente cree que estamos comiendo arroz a diario pero en el norte del país, donde la agricultura se basa en el trigo, comemos arroz una vez por semana como mucho”. Disfrutaréis tanto que una visita os sabrá a poco.

  • Madrid

Abrieron a principios de 2021 en el número 20 de la calle Barquillo, en pleno corazón del barrio de Chueca, y tienen terraza. ¿Qué más queréis para una cena informal? ¿Un interiorismo acogedor? También lo tienen. Lo firma Nacho Álvarez, director del estudio Onlyou. De sus paredes cuelgan óleos de Eva Sarmiento, enmarcados en el Rastro de Madrid e ilustraciones de Curro Leyton. Pizzas napolitanas al horno de leña (una decena de opciones para elegir), milanesas de pollo y ternera, apetecibles platos de pasta y el omnipresente tiramisú en un cautivador ambiente de aires vintage con plantas y chimenea incluidas.

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  • Comer

Tras consolidar con éxito sus locales en Ámsterdam y Bruselas, llega por fin a España, la última vuelta de tuerca del aguacate como icono culinario. Quizás se haya enfriado la fiebre por el aguacate en la ciudad (de hecho alguna de aquellas aperturas verdes que aparecieron casi simultáneamente en la primavera del 2019 ha cerrado ya sus puertas) pero lo que viene aún da un paso más allá y va a llenar las cuentas de Instagram de muchos madrileños. Se llama The Avocado Show.  Dicen Ron Simpson y Julien Zaal, sus creadores allá por 2017, que fueron los primeros a nivel mundial en utilizar el aguacate como ingrediente monográfico de todas sus elaboraciones, en convertir la carta en un altar a esta fruta ya no tan exótica. Y pero su popularidad no solo viene por crear nuevas recetas o añadir sabores inéditos a esa paleta verde sino por su inagotables y sorprendentes presentaciones. Nunca eso de "comer con los ojos" fue tan oportuno.

  • Italiana
  • Chueca
  • precio 2 de 4

Las partes sólida y líquida (más de 30 etiquetas italianas) vuelan de Friuli-Venecia Julia a Sicilia, inspiración y territorio natal de Francesco, que cocina unos monumentales spaghetti a la carbonara. Afinados sus risottos y gustosos sus arancine, se crece en los postres: creaciones propias e iconos con firma –helado de Fernando Sanz (Grate) en brioche de John Torres–. Y se reafirma con los calamares rellenos o las albóndigas. Sí, hay buenas pizzas.

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  • A la brasa
  • Chueca
  • precio 3 de 4
Roostiq
Roostiq

Al fondo del espacio, firmado por el estudio de María Villalón, hay unas vistas privilegiadas a su imponente horno de leña (porque nadie se resiste a una pizza) y a las llamas que no cesan (sea gas –donde saltean unas excelentes acelgas– o carbón). No llega ni un ruido ni un olor a la mesa desde la que observas cómo trinchan un chuletón para dos personas, directo del País Vasco. El restaurante es la encarnación de una finca de Palazuelos (Ávila) en el vibrante centro capitalino. De allí  traen las verduras, el pollo y los torreznos que pediréis. Un local con hechuras para ser popular. Vamos, precios contenidos, coctelería (de autor) y música ambientando toda la velada.

  • Bares de vinos
  • Chueca
  • precio 2 de 4

Un curry tailandés con un riesling alemán o una mortadela trufada con champán. Mattia Pierantoni ha diseñado una carta breve pero repleta de atractivos, ejemplar para buscar e idear nuevas armonías. Esta recogida y estilosa vinatería pone el foco en etiquetas transalpinas pero ostenta una bodega con más de 300 referencias. Pueden servirte (e ilustrarte como en una cata) algo distinto cada día del año hasta que una botella te enamore.

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  • Pizza
  • Chueca
  • precio 2 de 4

Todo sucede a la vista del comensal, en un solo espacio y alrededor de una mesa imponente (producida bajo la técnica shou sugi ban) y cada detalle está estratégicamente ideado: luces, bancos, volumen del hilo musical... De atmósfera desenfadada y exquisita atención en sala, los responsables del aledaño Kuoco han volcado todo su respetado know how en unas pizzas, entre la tradición y el destello original, a las que es inevitable hacerse adepto.

  • Española
  • Chueca
  • precio 2 de 4
La buena vida
La buena vida

La carta puede parecer breve pero el fuera de carta la completa de manera excepcional. Como Carlos Torres es un fanático del producto de temporada lo mejor es dejarse llevar por lo que canta su mujer en la mesa. Pequeño, acogedor, sencillo, con aires de bistró, el establecimiento rezuma sentido y sensibilidad, trabajo, talento y experiencia (llevan tres lustros haciendo un cocina notable y quizás poco considerada). No se pierdan sus guisantes lágrima o los platos de caza y setas.

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  • Bares de vinos
  • Chueca
  • precio 2 de 4

Acaba de estrenarse el nuevo proyecto de los hermanos zamoranos David y Mario Villalón (antes en El Padre, para más señas). Y tiran de lo que mejor saben hacer. Poner en manos de todos los que se acerquen una bodega inconmensurable - la cultura vinícola tiene aquí buen asiento y mejores valedores- y preparar buenos cócteles. En cocina, que tampoco son nuevos, tiran de un recetario tradicional para ponerlo al día y de muchos proveedores que conocen bien (tanto que traen mucho producto de su huerta familiar ecológica). 

  • Peruana
  • Chamartín
  • precio 2 de 4
Tampu
Tampu

Su cocina, donde manda Miguel Ángel Valdiviezo, es soberbia y el servicio, atento y amable (seguro que necesitas que te orienten con algunos ingredientes). Es de esos lugares a los que egoístamente quieres que nunca les falte clientela pero que tampoco salga de esa liga del boca a oreja. Las atractivas elaboraciones son fruto de un respeto por la tradición a la vez que evolucionan un paso más allá en atrevimiento y presentación.

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  • Cocina creativa
  • Chueca
  • precio 2 de 4
Arallo
Arallo

¿Primera vez en Arallo? Te lo preguntan en el prólogo, al segundo de sentarte. Primera. Te explican su filosofía, sus líneas de trabajo, te adelantan las sugerencias del día y te dejan la carta de lo que ellos llaman cocina contaminada. Si te hicieran la misma pregunta mientras recogen el último plato, la respuesta sería otra. Primera de muchas, dirías. La cara más informal y desprejuiciada del grupo Amicalia (Alabaster+Ánima en Madrid), comandado por el joven chef Iván Domínguez (“oh, capitán, mi capitán”), será un rincón muy elogiado y solicitado este otoño. El tiempo dirá si habrá (o no) que coger turno para comer, como en el mismo espacio en A Coruña.

  • Japonesa
  • Chueca
  • precio 2 de 4
Sr. Ito
Sr. Ito

Un japonés a su manera. Respetando el producto pero dejándose de los formalismos decorativos propios del género. Aquí no tienen un menú del día, tienen nueve. Desde el que lleva su nombre al tempura o teriyaki don. Todo servido con arroz, sopa de miso, ensalada, bebida y café (de 13 a 16h.). Sirva el rótulo del ventanal como carta de presentación. Reza: Arte, birras, sushi. 

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  • Chueca
  • precio 2 de 4
El cisne azul
El cisne azul

El que no falla y todo el mundo (con razón, claro) tiene en la punta de la lengua cuando llega el otoño. Tanto está en boca de todos los apasionados a este producto que el mítico restaurante de Chueca, regentado por Julián Pulido, ha abierto un segundo espacio en la misma calle. No se puede reservar y te hacen ir con el dinero en el bolsillo. Y es mejor llevarlo medio lleno que medio vacío. El confot es inversamente proporcional a la calidad de sus platos. Así que sirven unos boletus magníficos (por decir alguna de sus bondades) en una vajilla viejuna, sobre mantel de papel y sales con la ropa impregnada de olores... El precio de la autenticidad. Incuestionable. 

  • Española
  • Chueca
  • precio 3 de 4
Arce
Arce

El chef Iñaki Camba es el encargado de confeccionar la carta, con productos de temporada. A través de la carta del restaurante, se puede degustar de platos como las verduras de pisto asadas al natural, la yema de huevo y bocado de Idiazábal o el pichón en salmuera sobre arroz de sus higaditos. Pero lo más especial de este restaurante es que ofrece la oportunidad de personalizar la carta a gusto de sus comensales con los mejores productos de temporada. Además, ofrece también un menú de degustación y un menú diario.

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