Río Manzanares
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Puesta de sol en Madrid: dónde ver los atardeceres más bonitos

Preparad la cámara de fotos y buscad una buena compañía, os traemos los lugares de la ciudad donde ver las puestas de sol más bonitas

Colaborador: Isabel Gil
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La puesta de sol en Madrid es una de las horas más bonitas, románticas e inspiradoras del día y uno de los mejores momentos para realizar instantáneas. Unos minutos que separan el fin del día y que dan paso a la noche tiñendo el cielo de ocres y dorados como si se tratase de un lienzo. En la capital, hay muchos parques y jardines y lugares bonitos donde disfrutar de una imagen así y nos hemos lanzado a hacer un inventario con los mejores lugares donde ver el atardecer en la ciudad.

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Aquí podéis contemplar una puesta sol espectacular desde la entrada a los Jardines de Sabatini en la calle Bailén, situados junto al Palacio Real. Una institución muy turística pero de la que disfrutamos todos los madrileños –los gatos y los de adopción– debido al poderío de las imágenes medio rojizas y medio rosadas que transforman un edificio de tal envergadura. Si quieres un truco para una vista de foto, sube hasta la calle del Factor, al otro lado de la zona verde que transcurre por Bailén y tendrás una visión con la catedral incluida. 

El pulmón verde de la ciudad es el lugar por antonomasia para disfrutar de un bonito atardecer en Madrid. Las atracciones en el parque de El Retiro son muchas: remar en las barcas del lago, disfrutar de la hipnótica imagen del Palacio de Cristal, dar un paseo bajo la reparadora sombra de sus árboles, admirar la luz de sus rincones al caer el sol... Si hay un punto de observación que cada día reúna a más gente a la hora del atardecer esas son las escaleras donde se encuentra el monumento al rey Alfonso XII. Muchas veces también hay gente tocando música y cantando, lo que hace que el momento sea aún más mágico.

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Las terrazas de los hoteles de la ciudad ofrecen unas vistas inmejorables de la puesta de sol en Madrid. Hay muchísimos entre los que elegir, aunque algunos de nuestros favoritos son el Hotel Riu, Doñaluz o Ginkgo Sky Bar. Lugares que derrochan encanto, que cuentan con bar/restaurante para tomar algo mientras el sol cae y el sorprendente espectáculo de colores nos deja ojipláticos. 

Desde que se abrió el Mirador de la Cornisa Madrid suma otro nuevo punto imprescindible para disfrutar del atardecer en el Palacio Real. Es un espacio que forma parte de los accesos al Museo de las Colecciones Reales. Este mirador se encuentra en la que será la zona de bienvenida y acceso principal. Desde aquí hay unas buenas vistas a los jardines del Campo del Moro y la Casa de Campo. Para completar la visita, el patio de acceso al Palacio Real también regala unos bonitos instantes al atardecer.

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Junto a las Cuatro Torres Business Area, se encuentra el Parque Norte Carmen Tagle. Estamos en el barrio de La Paz y un buen lugar para ver cómo cae el sol entre las torres más altas de la ciudad. El arbolado, con zona de pinar, las áreas de descanso y los espacios infantiles, hacen que sea otro de los sitios donde merece la pena darse un paseo y de paso, contemplar las vistas.

Contemplar la puesta de sol en Madrid es un 'must' en la terraza del Círculo de Bellas Artes, una de las más conocidas de la capital por encontrarse en uno de los edificios más emblemáticos de la calle Alcalá frente a la Gran Vía. Sus vistas sobre esta famosa arteria madrileña están presididas por la diosa Atenea y son alucinantes. Ideal para ir con amigos que vengan de fuera para dejarles atónitos ante semejante paisaje. El único inconveniente es que para entrar en la terraza hay que pagar.

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Hay puestas de sol en Madrid que deberían enmarcase y una de ellas es un clásico entre los clásicos. El Templo de Debod es el monumento más antiguo de la capital y fue donado a España en 1968 como agradecimiento por la ayuda española para salvar Abu Simbel tras la construcción de la presa de Asuán. Está dedicado al dios Amón y algunas de sus piedras tienen una serie de grabados muy curiosos, desde firmas de viajeros del XIX que lo visitaron en su emplazamiento original en Nubia, a caravanas de dromedarios, barcas de remos o animales exóticos. Sentarse frente a él es la mejor manera de desconectar y detener el tiempo en un momento perfecto.

Todo buen madrileño que se precie conoce bien las maravillosas vistas desde el parque del Cerro del Tío Pío. No está en el centro sino en Vallecas, pero vale la pena peregrinar hasta allí para disfrutar de un atardecer de película. Desde su mirador podréis ver las Cuatro Torres, Plaza Castilla, la Castellana, el centro de Madrid e incluso la sierra. Lo más curioso de es que debajo de esas siete colinas conocidas como las Siete Tetas lo que hay son… escombros. Detalles a un lado, desde aquí sacaréis fotografías únicas, ¡así que preparad la cámara, o el móvil en su defecto!

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El parque Dehesa de la Villa se sale del concepto 'mainstream', ya que al estar un poco más alejado del centro, al norte de la ciudad universitaria, es un lugar poco transitado. A pesar de ello, es uno de los parques más bonitos de la capital. Aquí hay más de 70 especies de aves y desde su mirador caeréis rendidos ante una de las mejores puestas de sol de Madrid. Es recomendable subirse a uno de los cerros para ver como desaparece la luz entre los pinos.

A lo largo del Manzanares encontramos más de un lugar desde donde contemplar un bonito atardecer y, al igual que sus predecesores resulta ideal para sacar fotos y más fotos, a pesar de los edificios que hay alrededor y que desde algunos puntos hacen que pierda algo de encanto. Aun así, Madrid Río es un buen lugar para olvidarse del mundanal ruido, dedicarse a la contemplación y disfrutar de la caída del sol. Sin más pretensiones.

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Esta localización es una de las más conocidas. Un lugar bucólico donde los haya, muy cerquita del centro en metro y en el que disfrutar de unas buenas vistas y de un atardecer auténticamente madrileño de categoría. El mejor lugar para ver la puesta del sol en la Casa de Campo son los alrededores del lago, donde se puede apreciar una mezcla de naturaleza y paisaje urbano. Vale la pena ir con tiempo e inmortalizar el tapiz que se teje cuando el sol desaparece.

Esta torre de 110 metros de altura se erige en Ciudad Universitaria. Tiene forma de platillo volante y fue diseñada por el arquitecto Salvador Pérez Arroyo. Estuvo clausurado durante toda una década y a finales del mes de marzo de 2015 reabrió sus puertas al público. El Faro de Moncloa cuenta con unas vistas sublimes de 360 grados en torno a la ciudad y es un lugar ideal para dejarse llevar por la despedida apoteósica del astro rey. Una vez arriba, aquí sí que podréis decir “de Madrid al cielo”. La entrada cuesta 4 €.

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Este desconocido parque guarda un precioso atardecer y bonitas vistas de la zona oeste de la ciudad que merecen ser inmortalizadas. Su curioso nombre proviene de la gran variedad de rosas (antes dalias) que inundan sus parterres (muy recomendable visitarlo en primavera). Se encuentra al lado de la Basílica de San Francisco el Grande, que cuenta con un grupo escultórico que representa a San Isidro dormido junto a un ángel con cuerpo femenino ubicado detrás de él.

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