¿De qué va? La Balmesina, sin duda una de las mejores pizzerías de Barcelona, tiene una focaccería en la Barceloneta. Max Morbi y compañía son unos ases de la panificación creativa en la pizza, y han trasladado este conocimiento al pan del 'panino', de elaboración propia y diaria en su obrador. "Teníamos ganas de volver a trabajar el 'street food', algo que puedas coger con la mano y comer por la calle. Hacemos la típica focaccia romana, que es alveolada por dentro y crujiente por fuera". El local es austero: una cocina abierta desde donde sirven los bocadillos y una barra con el producto expuesto. El lujo está en el producto: pequeños productores italianos y locales (el cerdo de la porchetta es de Cal Rovira).
¿Y están buenos? Son deliciosos. Prueba la focaccia de porchetta con mayonesa y mostaza, aligerada con verduras encurtidas, o las opciones más amigables con los vegetarianos, como la focaccia de 'parmigiana' o la de alcachofas con olivada, rúcula y mozzarella. Se percibe lo meditada que está la textura del bocadillo –corteza crujiente, suave y ligera suspensión de alvéolos, que subraya el acierto de la receta– y la calidad de la materia prima. Además, los precios son relativamente populares dado el nivel.