Paninaro es el restaurante de bocadillos italianos –es decir, ‘panini’– del muy solvente restaurante veneciano Bronzo. Y después de un buen número de años dando de comer muy bien y ganándose una gran reputación, decidieron abrir un bar de focaccias en el verano de 2024. En contraposición al minimalismo del bar de bocadillos de barra, cocina y taburete, este es un lugar amplio donde sentarse con calma, y con la cocina a la vista. En Paninaro pueden presumir de hacer su propio pan: preside el obrador de la trastienda un enorme horno de pan donde hornean focaccia ‘schiacchiata’, es decir, la variedad toscana. Se trata de un pan más aplastado que el toscano genovés, y con una alta hidratación, ligero y alveolado, para que se note más el relleno que el propio envoltorio.
Y a fe que el relleno es bueno. Optan por productos italianos de calidad de proveedores selectos, y también por elaboraciones cocinadas con la mano de la casa, como el 'vitello tonnato’ o la ‘berenjena a la parmesana’, directamente del restaurante. El resultado son bocadillos abundantes y sabrosos que llegan en dos partes y que te dejan satisfecho. Especialmente el mencionado de ‘berenjena a la parmesana’, suculento bocado también con pesto, albahaca y parmesano, o el clásico de ‘porchetta DOP’, con patata asada, ‘scamorza affumicata’ –un delicioso queso ahumado– y salsa de mostaza. Lo ideal es ir en pareja y compartir medio bocadillo, junto con un poco de quesos y embutidos de primer nivel.