Narciso es una de las mejores cosas que han pasado en la calle de la Princesa en los últimos años. En la esquina con la calle de Civader encontraréis este reducto auténticamente italiano donde hacen bocadillos con schiacciata -focaccia toscana condimentada con aceite y sal- y embutidos y quesos irresistibles. Lo más básico, de mortadela con salsa de trufa, es crujiente y orgásmico. Si tienéis alguna moneda más en el bolsillo, añadid mozzarella y una copita de spritz.
El toscano Francesco Giusti y el colombiano Javier Pedrosa han rehecho una piadinería ruinosa en un bar italiano, especializado en bocadillos de 'schiacciata', focaccia toscana que quiere decir 'comprimida'. Narciso es una cajita de bombones (¡en la calle Princesa!) Precioso: evoca un patio toscano en una coctelería, con una nevera / mostrador de charcutería italiana top. "Cada bocadillo se hace desde cero ante ti, lo llamamos 'art fast food'", dicen orgullosos. Con razón: uno de los grandes hornos de la ciudad les hace el pan según su receta. Y de las nueve 'schiacciata', no puedo olvidar la de porchetta con crema de nueces. El horario es intensivo, tan apto para el 'takeaway' frenético como para el 'slow food': tablas de embutidos y quesos selectos, vinito y cóctel. Este Narciso no es egoísta: también proyecta su amor hacia vosotros. ¡Viva!