Hay en todos los barrios. Ya sean cantantes, exalcaldes, asesinos, prostitutas o arquitectos, en Barcelona nunca han faltado personajes curiosos. Uno por sus delirios, otros por su talento avanzado en el tiempo o por su excentricidad, se han ganado a pulso la etiqueta de 'personaje curioso'. Hemos seleccionado 10. ¿Conocéis muchos más?
Ha pasado un siglo, pero en Barcelona todavía se recuerda con ternura a esta mujer que paseaba cantando por la Rambla con flores en la cabeza y vestidos estrambóticos. Nunca se supo el motivo de su locura, dicen que perdió a un hijo, que la abandonaron, que era muy particular… snif.
Quien parece que lo lleva de una forma menos trágica es el hombre que se pasea por la misma zona, la Rambla, con una barba de palmo, desnudo, y con unos pantaloncitos cortos tatuados. Debe sentir el orgullo de haber inspirado a los publicistas de Vodafone y que los turistas fotografíen sus atributos.
En este caso, la barba ya es de dos palmos, y el poeta se la alisa cada vez que deja tronar un verso con su potente voz: “¡A los caballitos!”, exclama para que todos le acompañemos trotando por el camino hacia el misticismo libertario. Adelante, ¡que hay desvíos asegurados!
Hay muchos, pero en el top de los estrafalarios, merecen aparecer el par que duermen en la Caixa de Verdaguer y amenizan las operaciones financieras con la música de su radio de batería baja. Siempre saludan, abren la puerta y, gracias a ellos, uno teme menos por los atracadores.
Ahora debemos volver a la Rambla, a los años 70, de la mano del pintor anarquista y entramos en su pisito de la plaza Reial para ver el altar que tiene montado a la Madre de Dios de la Asunción. Quizá nos encontremos con Nazario, Copi o un joven Marcel·lí Antúnez. ¡Qué tiempos!
Es una prostituta del barrio, conocida porque Francesc Betriu le dedicó un documental que tiene mucho de autorretrato. No es extraño, es todo un personaje: descarada, viperina, una superviviente como una casa que dice que se lo ha montado con ¡más de 80.000 hombres! Pero no todos a la vez.
Quien no nos cae tan bien es esta vampira del Raval, que no significa vampiresa. Secuestraba a niños, los prostituía y utilizaba su cuerpo para hacer ungüentos. Un mal bicho que se vestía de seda y hacía sus negocios de proxeneta entre la sacrosanta burguesía catalana.
Añadimos en esta lista al exalcalde de Barcelona, exministro de Justicia, ¡ay no!, de Industria, al inventor de la seta más rara que ha salido en Barcelona en los últimos años: el Fòrum, ¿alguien sabe para qué sirve a parte de para ir en bici y prepararse para hacer carreras?
Bien, no podía faltar. Es el personaje estrambótico de la Barcelona más friki. La travesti se arrastra por estos mundos en forma de mujer desde los años 70 del siglo pasado, que ya tiene mérito. Y ahora se ha convertido en un elemento del patetismo cómico que tanto explotan las televisiones. Se lo merece.
¿Cómo un individuo tan católico, pulcro y púdico como el arquitecto puede aparecer en un mismo ranking con Carmen de Mairena y todos estos ácratas? Pues mirad la Sagrada Familia y no me digáis que tras la apariencia formal no se esconde un genio estrambótico. ¡A su salud!
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