Pastillas Juanola
Nacieron en 1906 en el barrio de Gràcia y desde entonces han servido para que no nos huela el aliento y para que evitemos ataques de tos en los conciertos. Pueden llegar a ser fuente de conflicto. Cuando ofreces, en vez de una, siempre caen demasiadas en la mano ajena. Conviene no recuperarlas, queda feo.