Antes de sentarse en la barra del Bar del Pla es obligatorio santiguarse y hacer una genuflexión: sobre este pedazo de mármol y cerámica, desfilan las mejores raciones del Born, pequeñas obras maestras que adoraréis con pasión religiosa. Las croquetas de calamar con la tinta, el pulpo a la brasa con patatas, el canelón de pollo con setas y aceite de trufa, los huevos fritos con foie, los champiñones con rábano japonés… Cuando sea la hora de marcharse y pagar, besaréis el mármol como si fuera Kiera Knightley.
Reivindicamos el mostrador, territorio fronterizo de los bares, punto de encuentro entre camareros y clientes, espacio prodigioso para comer, beber y pasar la vida a ratos. Estas son las barras con más poder de atracción de Barcelona. Decid adiós a las mesas y sillas, acomodad los codos en la barra y disfruta del espectáculo cinético y gastronómico. Recuerda que la barra tiene dos ventajas: ¡verás como son los platos antes de que salgan a sala, y sobre todo serás el primero en pedir!
NO TE LO PIERDAS: Las mejores tapas de Barcelona