O'Barquiño
©Iván MorenoO'Barquiño
©Iván Moreno

Los locales más frikis de Barcelona

De copas y a comer por los bares y restaurantes más frikis de Barcelona, la cara oculta de la noche.

Escrito por: Manuel Pérez
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Peret decía que Barcelona es poderosa. Sí, pero nosotros añadimos que tiene un poder 'freak' que hace caer de culos. A veces entrar a tomar una copa en un bar es como caer en una dimensión paralela o un cuento de terror: duendes, bosques, bares ocultistas, confesionarios sadomaso, enjambres gigantes de mariposas ... ¡La Sagrada Família cubierta de lonchas de jamón! Cualquier ayuda en la lucha contra el aburrimiento se agradece, y más aún si podemos flipar en colorines agarrados a un buen lingotazo. 

NO TE LO PIERDAS: Y si no quieres sustos, date un garbeo por los bares más bonitos de Barcelona. 

  • Taberna
  • Sants - Montjuïc
  • precio 1 de 4
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Adreçat a tots els camarades que tinguin el carnet d’afiliat al sindicat del vermut. Heu de saber que a les costerudes entranyes del Poble-sec comencen a sentir-se himnes revolucionaris. El terrible Stalin –de qui agafen el nom sense permís– enviaria al pitjor gulag siberià els responsables d’aquest cau desviat, més centrat en el bon costum de la farra sincera i canalla que en l’adoctrinament de les masses. Els cartells de propaganda soviètica dels murs proclamen la màxima: “Vermut i olives com les d’abans”. Però com que la famèlica legió sempre té gana, la cartilla de racionament que fa de menú no coneix carestia, amb plats ben elaborats i substanciosos, perfectes per a obrers que afronten el llarg torn de les nits del cap de setmana. Els vins són pocs però ben triats, i els còctels –on abunda el vodka, esclar– se substancien en un materialisme dialèctic sense floritures, tampoc en el preu. Estem davant del politburó que el barri necessitava, una assemblea espontània i solidària per veure el futbol o gaudir de música en directe els diumenges mentre discutim els plans quinquennals o la següent purga. Visca la revolució.
  • El Raval
  • 5 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
O'Barquiño
O'Barquiño
Barcelona tiene secretos en cada rincón. Si la vives como un explorador en la jungla, si miras bien detrás de las tapias, al fondo de un callejón, si te adentras por aquel pasaje sombrío que escupe buganvillias, si tiras siempre por la calle que no conoces, puedes encontrar sorpresas mayúsculas. En la calle Príncipe de Viana, corto, recóndito, justo detrás del Tres Tombs, hay un bar gallego aparentemente vulgar. Pero tiene un piso de arriba. Si vais un sábado o un domingo a partir de las nueve de la noche, os parecerá que entráis en la dimensión desconocida. Allí arriba se celebra un espectáculo de música semanal: un grupo de personas mayores enamoradas de la copla se reúnen para cantar, bailar y beber juntos.
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  • Música
  • El Raval
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
El Piscis es un altar kitsch: su sala con luces rojas y sofás de escay debería ser proclamada patrimonio de la humanidad. Uno de los enclaves canallas más indomables de la ciudad.
  • El Gòtic
The Bollocks Bar
The Bollocks Bar
Bar roquero de excelente decoración y cerveza barata con música de fondo que nos transporta a la época de Guns'n'Roses. También encontraréis un maniquí de Eddie de Iron Maiden, sentado en el váter, colgado de la pared. ¡Oh yeah!
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Miku Maku
Miku Maku
La lacónica reseña del indexador ("bar restaurante con cocina ininterrumpida que sirve desayunos, arroces, hamburguesas y platos mediterráneos") no hace justicia a Miku Maku, un local de espíritu psicotrónico: la mascota de la casa es un mono gigante que en ocasiones especiales, como su cumpleaños, cubren de lonchas de jamón (¿imagináis la estampa de un gorila recubierto con 21 kg de lonchas de serrano? Y también hacen lo mismo con otras figuras animales, incluso con un dragón de Gaudí ). Aunque su gusto dudoso no tiene límites: ¡incluso han cubierto de jamón una reproducción de la Sagrada Familia! Algo que sin duda mejoraría el edificio original, en nuestra humilde opinión. Son exploradores de las posibilidades de la comida. Ahora que el añorado Bárbaro -los de las salchichas de metro y medio- cerró, aquí todavía se atreven a hacer cosas como preparar una hamburguesa de diez kilos y 50 cm de diámetro, y cada jueves hay tortillas de patatas gigantes.
  • Ciutat Vella
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

El tabernero te dice que tienes que probar el veneno estrella, el Odditea, una curiosa mezcla de whisky, chai y cítrico. Pero con el cóctel tienes suficiente para flipar. Estás en un museo demoníaco, un pozo alucinatorio que palpita a ritmo de rock duro. Hay un rincón dedicado a Edgar Allan Poe, con una foto del maestro y un cuervo. Pero la joya de la corona es una esquina forrada literalmente con radiografías: el papel de pared que haría llorar a Marilyn Manson.

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  • Coctelerías
  • El Poble-sec
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Tinta Roja
Tinta Roja
Bar-cabaret de ensueño, con coctelería argentina y una sala de teatro donde en ocasiones hay tango en directo y actuaciones de trapezistas. Un sitio perfecto para tomar una copa en una atmósfera suave y misteriosa, onírica
  • Japonesa
Minamo Barcelona
Minamo Barcelona

En este restaurante japonés de lujo sólo hay dos opciones: un menú degustación al mediodía y otro por la noche. Degustaréis la alta cocina nipona en su versión más refinada, un banquete excelente. Ahora bien, por la noche hay un añadido: combinan la comida con un espectáculo de luz y de color en el que en el momento álgido sueltan a cientos de mariposas que vuelan entre los comensales. No sé vosotros, pero si a veces ya me desagrada que me impongan la música de fondo a la hora de la cena, aunque es peor que me bombardeen la cara con puñados de lepidópteros mientras como.

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  • Cervecerías
  • Sants
  • precio 1 de 4
Barkiria
Barkiria
Si eres fan del heavy metal, eres fan del rollo viquingo (hay un 90% de posibilidades de que sea así). Bajo esta premisa, en Sants está Barkiria, un bar de espíritu 'power metal' con temática viquinga. Eso sí, aquí el vínculo con los antiguos nórdicos no es celebrar ceremonias 'ásatrú', sino beber hidromiel marca Odín con un cuerno, y la celebración de conciertos de folk-metal en formato acústico (si es que esta paradoja es posible). Ahora, también son un bar viquingo de barrio, y eso quiere decir que lo atrapan, con todas las fuerzas posibles: desde clases de baile en línea para las abuelas del barrio, hasta bocadillos planchados, y tienen una máquina arcade con una treintena de juegos 'vintage'. Ya sabéis, si el trabajo os hace sentir 'berserk', una litrona en honor de Thor descargará adrenalina.
  • Coctelerías
  • Ciutat Vella
El Bosc de les Fades
El Bosc de les Fades
Aunque siempre esté lleno de turistas, este lugar mantiene un 'je ne sais quoi' que empuja al nativo a tomarse una copa una vez cada cierto tiempo. El bar del Museu de Cera de Barcelona es la reproducción de uno de aquellos bosques siniestros que aparecen en los libros de Tolkien o Ursula K Le Guin. El momento en el que se apagan todas las luces de golpe es ideal para arrimarse al acompañante.
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