La identidad está bien visible en Falafelería. “Colgamos fotos de nuestras ciudades, Jerusalén y Tel Aviv. En una aparecen los abuelos de Lotem, mi pareja. Nos dieron muchas lecciones de humildad y algún secreto para preparar recetas extrapicantes”, apunta divertido Shai. Con su horario non-stop y el dogma saludable-fresco-sabroso, aquí encontraréis quizás el mejor y más generoso falafel de la ciudad.
Al margen de pizzas, bocadillos y hamburguesas, os animamos a mancharos el bigote o competir con esa salsa que busca y acaba encontrando su sitio en el vestido nuevo. Advertencia preliminar: lavaos bien las manos porque os vais a chupar los dedos
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