Si el ritmo de aperturas se mantiene como el año pasado, los nuevos restaurantes nos descuadrarán esta lista, que, por otra parte, solamente es la punta del iceberg de todas esas mesas y barras a las que les tenemos ganas o a las que nos apetece volver. En el apartado de pendientes tenemos cocina japonesa, nikkei y asiático-castiza, de autor (joven y/o consagrado) y de mercado, afrancesada, regional y hasta unas gambitas a la plancha. Celebremos la pluralidad de la hostelería madrileña.
Hace mucho que fuimos a conocer el trabajo de Hisato Mori. Bajo la piel de un local humilde, latían toneladas de verdad, que él rimaba con levedad. Respeto, fidelidad al producto y un buen puñado de especialidades de la casa. Acaba de mudarse a otra zona del barrio de Salamanca. La sala mantiene su modestia pero busca ganar peso. Toca volver. Amamos esa sopa dobin servida en vajilla importada. Y si decepciona… siempre nos quedará Miki, mismo rango de precio, acierto seguro.
“Viene una amiga de Lisboa a cenar...”, “Tengo que llevar a dos del curro a…”. Respondíamos a los mensajes con varias recomendaciones pero siempre se repetía una: Lakasa. Y siempre los invitados salían más que satisfechos, según nos reportaban. Estas semanas César Martín y su equipo ultiman el traslado a un nuevo local en marzo. A partir de que abran el telón, les daremos un breve tiempo de cortesía para el rodaje y allá que nos presentaremos.
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