1. Oroya
Ideal para conocer un brunch diferente que se sale de la norma, el fenomenal escenario que ocupa la planta superior del hotel Edition depara un brunch lógicamente peruano, acorde a la temática del restaurante. Por 60 euros (con zumo y café) y sólo los sábados de 13:00 a 17:00 horas, este brunch Costa y Montaña reparte para compartir causa de pollo, ocopa con queso frito y choritos a la Chalaca (mejillones con vinagreta), así como un ceviche clásico. Entre los principales hay que escoger entre la picaña Angus, la seta anticuchera con parmentier y mostaza, los chicharrones de panceta de cerdo, camote y sarza criolla, y los muy recomendables calamares con chimichurri andina y patata amarilla. De nuevo, los postres se comparten: alfajor de guanabana, picarones tradicionales, frutas en sopa fría de chicha morada y espuma de lima, y suspiro limeño en texturas. Luz natural en las alturas, sesiones con dj, y algún coctelito de propina completan este set válido para acercarse a la cocina de Diego Muñoz.