Los años no parecen pasar en este restaurante barcelonés. Seguramente es uno de los espacios más emblemáticos de la ciudad y al mismo tiempo uno de los que pasa más desapercibido, aún siendo uno de los mejores restaurantes del Gótico. Quizás mejor así, para evitar que se llene demasiado y correr el riesgo de que pierda su identidad. Agut es un oasis, entre la multitud de restaurantes que pueblan el Gótico, donde aún hoy en día se puede disfrutar de la mejor cocina tradicional catalana de fonda puesta día. Así es como ha sobrevivido. En la cocina encontramos clásicos como la escalivada, macarrones a la barcelonesa, buena carne y buenos pescados al horno. Pero también rarezas –por su escasez en las cartas– como unos cerebritos de ternera a la romana.
La familia Castellví cerró el restaurante en el 2020, forzada por la pandemia. En 2023 lo ha reabierto el grupo de restauración Pitapes, que tiene el restaurante Pitapes en Mollet del Vallès y Pitapes Granollers. Clientes habituales, podéis estar tranquilos: no ha cambiado ni una partícula de este restaurante –las obras de arte con modernismo catalán, la madera noble, un servicio eficiente y amable, no pelota...– y mantienen una carta con los clásicos, tocados como Dios manda y con buen producto: pies de cerdo rellenos con butifarra, canelones de fonda, morro de bacalao con capipota y chanfaina... El menú de mediodía es excelente. Todo en orden.