Es un secreto a la vista: en Gran Via, justo al lado del icónico cartel de la casa de subastas Lamas Bolaño, se encuentra el Bar Bocatini (con un no menos icónico cartel). Su perenne marquesina anuncia "Platos a la carta - Bocadillos Especiales". Este es el pequeño milagro: Bocatini es un bar de barrio en un lugar donde no hay barrio, dice Javier Aragón. Con precios de barrio y calidad notable. Y una oferta casi inédita en la ciudad: el plato combinado a la carta. A partir de una base que escoges –butifarra, lacón a la gallega, calamares a la andaluza...– añades dos guarniciones –judías verdes con jamón, tortillas variadas, croquetas de ibérico, ensaladilla rusa, rovellones a la plancha ...– y terminas comiendo bien y rápido por 11 euros, bebida incluida.
La calidad es buena y saben lo que hacen. Butifarras y salchichas son de Calaf, la chistorra es de Navarra de la de verdad, y los calamares a la andaluza y el pescado del día son frescos. La plancha del bar está impoluta, y cada mañana Asunción Alonso prepara las guarniciones (la ensaladilla rusa está para chuparse los dedos, y las tortillas de patatas y verduras, también). El bar es una preciosidad vintage de pulcro bar detenido en el tiempo, y el trato es familiar, de segunda casa.