“Coge una croqueta congelada. Recién frita, con aceite de oliva virgen, será una buena croqueta”. Esto lo dice Joan Solà en la Bodega Sepúlveda. Si aplicamos este tratamiento a una masa impecable, el resultado es fantástico. Sobre todo en el caso de la de chipirones: líquida, negra, la tinta inseparable de la bechamel. Tanto cuidado le dedican a las croquetas que, según el relleno, las rebozan con un pan diferente. Poned en fila la mencionada de chipirones, la de cocido, la de setas de burdeos y la de Cabrales y será el mejor aperitivo caliente de vuestra vida. Y sí, la croqueta congelada, si es buena y bien frita, no tiene nada que envidiar a una croqueta recién hecha.
Barcelona es una ciudad 'croquetizada': aunque la croqueta congelada ha perdido terreno, gana la croqueta del pensamiento único, uniforme y en serie. Os proponemos un pequeño recorrido por los mejores mordiscos crujientes de la ciudad, con croquetas únicas, intransferibles y muy personales. ¿Queréis saber dónde hacen las mejores croquetas de Barcelona? En esta lista encontraréis los 15 bares donde la reina de las tapas –con permiso de las patatas bravas– os desharán de placer.
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