El hermano pequeño del Catacroquet -en el corazón del Born– es una versión gastronómica y reducida del primero. Han optado por hacer un resumen de la carta del Catacroquet, privilegiando sus grandes éxitos croqueteros: como la de huevo de corral trufada, la de pollo al curry con leche de coco, pasando por la tradicional croqueta de jamón de bellota, que reinventan continuamente.
Los no canívoros también tienen opciones, con croquetas tan interesantes como la de atún y kimchi, la de bacalao con chiles, o la muy original de provolone con espinacas y piñones. Todas elaboradas de manera artesanal "sin escatimar en producto, que siempre es de proximidad", aseguran (de hecho, los veréis amasando croquetas en el local de Poblenou, la cocina es abierta).
El rasgo diferencial del Cata Born es una carta mucho más extensa, donde encontraréis aperitivos exquisitos, como ostras francesas con alga 'dulse' y lima, o calamares a la andaluza sobre mayonesa de oliva y chile dulce. Sin olvidar platitos y platos: un 'ternasco' de Aragón a baja temperatura seguro que será del gusto de los croqueteros.