La ruta del bocadillo gourmet

Cuando se trata de llevar el bocata un paso más allá del pepito de ternera o el de calamares, el primero que se apunta es el venezolano José Antonio del Pozo, que prepara unas versiones tan sabrosas como generosas, esa clase de bocadillos que no sabes por dónde atacar para no pringarte la barba hipster, de los que necesitan unas cuantas servilletas porque la salsa está deliciosa pero se desborda. ¿Salivando? Tienen casi una veintena de opciones para elegir.

No sabemos qué harán en invierno para cerrar el local ante el descenso de las temperaturas para que no salgas oliendo a parrilla, pero estos días y los primeros del otoño se antojan como una animada parada si andas por la parte alta de Lavapiés. Lo que fuera una pescadería en el área exterior del mercado de Antón Martín se ha transformado en un espacio donde la carne a la brasa y el cacareado bun (una especie de sándwich asiático de pan de trigo al vapor), tan de moda estos días, atraen una clientela constante.

Ha llegado el tiempo de las terrazas y el imponente Grupo Sagardi lo sabe. Por eso ha instalado una en el patio central de Matadero Madrid. Y, claro, siempre está muy concurrida, muy animada. Aquí se sienta el que ha venido a ver una exposición, una obra de teatro o simplemente el que vuelve de andar en bici con la familia por Madrid Río. Un lugar privilegiado donde entregarse a una cerveza bien fría acompañada de alguna de las opciones de finger-food (bocadillos gourmet) y ensaladas, ideadas por Oriol Rovira. Estupenda elección para coger un poco de aire a la sombra de sus toldos, charlar y seguir.

Acaba de abrir sus puertas y el boca a boca ya lo ha convertido en un éxito. De la experiencia y saber-hacer de Juanjo López, alma mater de La Tasquita de Enfrente, acaba de abrir sus puertas un restaurante para tomar “bocadillos de toda la vida” y porrones de vino, cerveza y tinto de verano. “Somos canallas pero nuestros bocatas tienen nombre y apellidos, son bocatas de madre”, aseguran.

En el barrio de Justicia las novedades hosteleras no dejan de sucederse. Y todos contentos. Este apretado puñado de manzanas está de moda. Quien lo frecuenta lo sabe. Los fines de semana es necesario reservar (en muchos casos). Incluyan a esa lista esta última incorporación que abrió hace poco más de un mes y que es –sencillamente pero también gustosamente- lo que adelanta su nombre. Sí, hemos venido a hablarte de una sandwicheria pero si quieres curarte en salud, llama primero o, mejor, acércate entresemana.

¿Un bocata de jamón y una copa de champán? ¿Juntos? Pues sí, aunque no lo parezca en este bar de Alonso Martínez han logrado que mariden a la perfección. Que el jamón sea ibérico de primera calidad y el champán francés ayuda mucho claro. Todo en el local invita a quedarse, desde la decoración chic hasta el atento personal. Los bocadillos son deliciosos, tienen una selección que abarca desde la mortadela hasta el lomo, la presa ibérica y el jamón de bellota, todos con un crujiente pan de cristal, pan de horno de leña o molletes que solo con mirarlos se te hace la boca agua.

En el local de Motha, donde uno iba para ser un poco más feliz, se instaló el hermano pequeño, la 'cara b' de TriCiclo, uno de los proyectos hosteleros más exitosos de los últimos año. El nuevo espacio comparte guiños, ya desde su nombre con la nave nodriza, emplazada en la misma calle, cien metros más arriba. En su carta encontraréis bocadillos gourmet internacionales, como el de México (Quesadilla de huitlacoche, cebolla confitada, champiñones y panceta), el Chino (Pan al vapor, costillas de cerdo, pepino, cebolleta y hierbas) o el Italiano (Burrata, rúcula, tomates secos, pesto y mortadela trufada).

Una vez que descubres esta sandwichería no puedes dejar de recomendarla y de acercarte a ver si tienen sitio (que no es fácil porque no hay muchas mesas y no eres el único fan; conviene reservar los fines de semana) los días que andas de compras por el barrio (en alza). Entre su docena de opciones no es fácil hacerse con un favorito y cuando deciden darle un meneo a la carta tienes la necesidad de probar alguna de las novedades. El pan lo hacen ellos mismos y las creaciones de Itamar Taub, su joven y atinado cocinero, son platos tan sabrosos como contundentes.

Los expertos charcuteros catalanes llevan ya más de 50 años ofreciendo sus productos delicatesen a los madrileños en el Paseo de la Castellana. Embutidos ibéricos, butifarras de todo tipo, longaniza de Vic y quesos artesanos son sus especialidades, además de contar con una bodega de vinos, licores, cavas y champán. Son famoso, por supuesto, sus bocadillos elaborados con su propio embutido y que podéis degustar en la propia tienda. También los tenéis en formato pulga por si ese día no estáis muy hambrientos. No os perdáis los de butifarra, ¡están buenísimos!

El nombre evidencia su oferta culinaria pero esconde lo más interesante, lo que le hace distinto: sus orígenes chilenos. Un ejemplo, desde el otro lado del Atlántico, de comida rápida gustosa y sustanciosa. Su carta cuenta con una docena de “sanguches” (roast beef, salmón, barros luco…) a la que suma varias hamburguesas, empanadas, perritos, algún postre típico y, por supuesto, tampoco falta el pisco sour para acompañar cada mordisco.