'Le congrès ne marche pas'
Foto: Sílvia Poch'Le congrès ne marche pas'
Foto: Sílvia Poch

Las obras de teatro recomendadas de la cartelera de Barcelona

Seleccionamos las mejores representaciones de teatro, danza y comedia que hay actualmente en la cartelera de Barcelona

Andreu Gomila
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Desde espectáculos más pequeños a grandes producciones, de monólogos a musicales alucinantes... La cartelera de teatro de Barcelona es potente y ofrece shows para todo tipo de público. Si te preguntas cuáles son las mejores obras que se pueden ver en nuestros escenarios, hemos hecho una selección de las piezas que no hay que perderse de ninguna de las maneras: ¡y no te despistes demasiado, que te puedes quedar sin entradas!

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Las mejores obras de la cartelera de Barcelona

  • El Poble-sec
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

El juego que propone Andrea Jiménez es, de entrada, interesante: cada noche invita a un actor diferente a hacer de rey Lear (a nosotros nos tocó Josep Julien), un actor maduro que nunca haya interpretado al personaje de Shakespeare y que esté dispuesto a hacer y decir todo lo que la directora y un apuntador le comuniquen. Ella comparte la escena con él. Pero, en realidad, Jiménez está invitando a un actor a hacer de padre.

Y es aquí, en este acto tan cercano a la vida, donde se encuentra la magia del espectáculo, una obra en tiempo real, suponemos diferente cada noche, en la que el aquí y ahora se da la mano con la ficción. Porque bien podría ser que todo lo que nos ha contado la directora sobre el hombre que la trajo al mundo, sus negocios, su distanciamiento, su soberbia, fuera una mentira. El espectador, a todas luces, se lo creerá ojos cerrados, aunque no vea el e-mail que él le mandó para desheredarla, aunque tenga alguna duda respecto a la veracidad total de la propuesta. Da igual.

  • Vila de Gràcia
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

Les Impuxibles (Clara Peya y Ariadna Peya) no hacen teatro para lamerse las heridas, ni para perderse en cuestiones estéticas. Hace dos años, en el TNC, se enfrentaron al suicidio en 'Harakiri', un espectáculo que no acababa de lograr por muchos motivos. Ahora, en el  Lliure, acometen el reto de hablar sobre las adicciones, con un formato similar, a través de testigos y movimiento, con Clara Peya al piano, pero con resultados radicalmente diferentes. No sé si es la luz, la acción de los intérpretes, la puesta en escena... 'Caramel' es una experiencia visual y sonora de primer orden.

De entrada, Clara Peya, antes de encaramarse a su piano de cola, nos pregunta cuáles son nuestras drogas, qué nos tiene enganchados, cuáles son las sustancias prohibidas de la época en la que hemos caído. El público queda mudo, a la espera. Y en lo que podría ser un bar, van entrando los diferentes intérpretes: dos actores (Joan Solé y Sandra Pujol) y cuatro bailarines (Mabel Olea, Yasser D'Oquendo, Helena Gispert y Pol Guimerà). Todos piden otra. Tienen historias que contar.

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  • L'Antiga Esquerra de l'Eixample
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

Annie Ernaux es, sin duda, la escritora más influyente de nuestro tiempo, con millones de seguidores, y no es de extrañar que con el premio Nobel de literatura otorgado en el 2022, no hayamos tardado mucho en ver uno de sus textos memorialísticos subir a un escenario. La encargada de hacerlo ha sido Lucia del Greco, que ha elegido una novela de 1992, 'Pura pasión', en la que cuenta la breve, extraña e intensa relación que mantuvo con un hombre más joven que ella poco antes.

Se trata de un texto corto (80 páginas), directo y escueto, donde la narradora se desvive para que su amante haga acto de presencia. Es un hombre casado del este de Europa, diplomático, una década más joven, que le llama sólo cuando quiere acostarse con ella. Ella acepta las condiciones sin poner ningún impedimento y vive esperando el encuentro mientras se pregunta cuánto tiempo va a durar. Se desvive por él, muere por él.

  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

Dicen que la gente normal, cuando sube a un tren, prefiere ir en el sentido de la marcha, mientras que el buen historiador se sienta a contramarcha, lo que sería aplicable a cualquier arte. Lo fácil es ser complaciente, cargar las tintas contra los más jóvenes o los más viejos, los de aquí o los de allá, mirar hacia adelante y contentarse con el paisaje. Lo complicado y arriesgado es observar tu entorno cercano y ser capaz de emitir un veredicto desgarrador, irreverente, mordaz, sin verter toneladas de basura en contra de nadie, salvo contra ti mismo.

Y eso, entre otras muchas cosas, es el nuevo espectáculo de Berta Prieto, una artista nacida a finales del siglo XX que ha decidido que si tiene una pistola en sus manos, debe dispararla.

El argumento es fácil: el ascenso y caída de una escritora que fue un mito, que a su vez es utilizada por otros artistas como fuente de inspiración. La tendremos a ella de pequeña, de joven y cuando se despide después de haber decidido que es mucho mejor ser tonta que utilizar el cerebro. Y también disfrutaremos de la directora de cine que, más tarde, rueda la vida de su heroína.

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  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

Con 'Allà lluny hi ha una caseta', Jordi Casanovas cierra un círculo, ya que el terror era el único género que le quedaba por tocar como dramaturgo. Él es, seguramente, el mejor autor político del país, es un buen comediógrafo y ha retratado como nadie el alma social de los catalanes. 'Allà lluny hi ha una caseta' es un nuevo camino, que no sabemos hacia dónde nos conducirá, pero es una puerta abierta hacia el riesgo dramático, porque si hay algo complicado en un teatro es hacer que el espectador pase miedo, o al menos que tenga un susto. Porque para 'slashers' ya tenemos las tragedias de Shakespeare.

La vía de lo paranormal es, seguramente, la única que explorar sobre un escenario, sobre todo cuando no quieres hacer un Hotel Krueger e ir un poco más allá. Casanovas opta por esto situando a una chica a punto de parir en medio del bosque (Cristina Arenas) con dos matronas (Mercè Pons y Meritxell Yanes) de tendencia naturista. La chica, Laia, ha huido de casa después de sufrir la agresión de la pareja y se ha refugiado en lo que fue la masía de su abuela. Ha acudido a Marga y Joana porque quiere un parto lo más natural posible.

  • L'Antiga Esquerra de l'Eixample
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

Hay obras que tienen un héroe escondido, alguien que sólo sale a saludar el día del estreno y que, si la pieza funciona, es en gran parte su mérito. Puede ser el diseñador de sonido, la escenógrafa... Sí, es necesario que los intérpretes que están sobre el escenario sobresalgan, que hayan tenido un buen guía en el director, pero la base viene de fuera, de alguien que no estará cada función. Y en el caso de 'Un matrimoni de Boston' luce por todos los lados el trabajo que ha llevado a cabo Joan Sellent traduciendo un texto muy travieso de David Mamet.

De entrada, porque debe hacer que en catalán suenen perfectamente bien los tres registros de las tres mujeres que tiene en el teatro: Anne (Emma Vilarasau), una mujer madura con aires de refinamiento burgués; Claire (Marta Marco), que podría representar a la clase media; y Catherine (Emma Arquillué), la criada inmigrante que sufre algunos problemas con el idioma. Buena parte de los gags son lingüísticos y la mecánica de la obra depende de que nos traguemos el punto de partida inicial. Las actrices se ajustan al papel y todo fluye de forma maravillosa.

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  • Sants - Montjuïc
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

Artur (Ferran Vilajosana) dejó un trabajo estable de contable para dedicarse a su pasión: un pódcast de 'true crime'. Ha resuelto varios misterios de la comunidad de vecinos y está embravecido. Su compañera, Joana (Júlia Santacana), confía en él, pero no sabe cuánto tiempo van a poder pasar con un solo sueldo y ella haciendo más horas que un reloj en la residencia. Pero es que Artur cree que ha descubierto un crimen y no piensa dejarlo correr así como así. Mientras, en casa, ocurren cosas extrañas: un vaso que se vacía solo, un teléfono que aparece de repente...

Así comienza 'Passaran coses fantàstiques', la comedia de ciencia ficción que han escrito y dirigido Jordi Casado i Olivas y Sílvia Navarro i Perramon, un subgénero que cuesta encontrar y que ambos se han atrevido a llevar a cabo con habilidad. Ahora mismo, justamente, también tenemos en la cartelera 'Turisme rural', una pieza que conserva un cierto parentesco con esta.

  • Musical
  • El Poble-sec
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

Aunque el foco caiga a menudo sobre los dos amantes del musical, Blanca (Alèxia Pascual) y Saïd (Jordi Garreta), 'Mar i cel' es un espectáculo muy coral, donde hace falta un buen reparto y donde todo el mundo tiene algo que decir durante las cerca de tres horas de función. La pareja es central, pero sin un buen Idriss (Berta Luna), un buen Ferran (Eloi Gómez), una buena Teresa (Clara Renom), una buena María (Candela Díaz), un buen Hasén (Albert Gràcia) y un buen Joanot (Abel García) es imposible que el espectáculo despegue.

Y no sé si es porque recordaba bastante el montaje de 2014 que en el último 'Mar i cel' he encontrado que lucían más los secundarios que los personajes principales. No es que tengamos una Blanca y un Saïd inferiores a los anteriores en general, pero sí creo que Roger Berruezo y Ana San Martín, en lo que se refiere a la voz y la interpretación, nos llevaban a otro sitio. Y es que la magnífica partitura de Albert Guinovart es intrincada.

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  • 5 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

En 'Tío Vania', Chéjov nos presenta un choque descarnado entre los que viven cabizbajos haciendo posibles las ilusiones de los demás y los poseedores de la tierra, entre los que salen cada día de casa para trabajar y los que se quedan a pensar. David Mamet, en 'Glengarry Glen Ross' hizo una operación similar, más urbana, más occidental, situando el conflicto en una agencia inmobiliaria donde, siguiendo los nuevos modos de impulso neoliberal, sus trabajadores se enfrentan al reto de tener que vender lo máximo posible: el ganador recibirá un BMW, los dos últimos de la lista serán despedidos.

Rigola ha tomado este Mamet magnífico de los años 80 como si hiciera Chéjov, como si volviera a dirigir aquel maravilloso 'Vania' de 2017-2018, donde tenía a cinco actores que, sin apenas moverse, desplegaban un drama existencial de primera magnitud entre los ganadores y los perdedores de siempre. Al final de la función, lo único que querías era abrazar a Luis Bermejo e Irene Escolar. Aquí hay poca metafísica (no hay un personaje como Ástrov, el médico amante de los árboles), pero mucha contemporaneidad.

"Se humilla sin contemplaciones, se miente sin manías, se insulta y se demoniza"

Hay palabras duras: se humilla sin contemplaciones, se miente sin manías, se insulta y se demoniza. En un combate dialéctico de primera magnitud que los intérpretes asumen como si fueran ellos mismos, y no ningún personaje, quienes estuvieran exhibiendo el gran mapa de la maldad cotidiana. Porque 'Glengarry Glen Ross' nos muestra esto: qué estamos dispuestos a hacer para ganar un maldito coche y para que no nos despidan de un trabajo asqueroso.

Tiene muchos momentos que detienen el tiempo, el Mamet de Rigola. Pero podríamos quedarnos con el relato de Francesc Garrido cuando regresa a la oficina después de vender “seis unidades” de una tacada. Hay jaleo, porque la noche anterior han entrado a robar. Él, ajeno a todo, intenta narrar su hazaña. Lleva una mala racha y está eufórico. Su jefa, Miranda Gas, le mira por encima del hombro, mientras su antiguo discípulo, Pep Ambròs, le observa con un ademán de falsa admiración. Garrido no se deja ni un detalle. Está feliz. Pero es un perdedor y Mamet se cebará con él.

"A veces, una mirada puede herir más que el insulto más grosero"

Todos los actores y actrices de este montaje tienen su momento de gloria, a menudo tomando los ataques furibundos de los demás, como Gas, que ni Mike Tyson tumbaría. A un lado y otro del ring, se hacen añicos. No necesitan gritar mucho. A veces, una mirada puede herir más que el insulto más grosero. Y en ese teatro se ve todo, y todo cuenta.

Rigola, que ya dirigió el propio Mamet hace veinte años en el Lliure con toda la parafernalia de entonces, ha reencontrado el camino contemporáneo de aquel 'Vania', quitándose de encima kilos de nostalgia. Los vendedores seniors, en 'Glengarry Glen Ross', no se cansan de decir que antes todo era mejor. No sé si acaban de creérselo.

No te pierdas la lista de las obras recomendadas que hay en la cartelera ahora mismo.

  • Comedia
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

Las puertas dan mucho juego en el teatro. Hasta el punto de que existe una subespecie de comedia que basa todo su mecanismo en ello, en puertas que se abren y se cierran, con la sorpresa de quién está detrás. En 'Turisme rural', Jordi Galceran exprime el género con un añadido paranormal que hace que su pieza tenga más capas, aparte de confrontar a dos urbanitas que van al campo a contemplar un paisaje sin preocuparse de nada más y una familia local que odia profundamente a los de ciudad.

Pero no hay comedia sin cómicos. Y es necesario que sean muy buenos porque aquí no se trata solo de que nos tronchemos de risa, sino también de crear una cierta angustia, un cierto misterio, porque en el momento que Laura (Mireia Portas) y Roger (Ivan Labanda ) llegan al alojamiento rural para pasar un fin de semana romántico para 'encargar' un bebé, ya empiezan a pasar cosas extrañas. La dueña, Anna (Anna Güell), aparece por la puerta humeante del comedor descabellada, como si fuera una bruja de tres al cuarto, para dar paso a Pere (Lluís Villanueva), equipado con una sierra eléctrica estilo 'La matanza de Texas'.

Los musicales de la cartelera

  • Musical
  • L'Antiga Esquerra de l'Eixample

Este diciembre se estrena en el Teatre Coliseum 'El día de la marmota', la adaptación musical basada en la popular película de los años 90 'The groundhog day'. El musical cuenta la historia de Phil Connors, un egocéntrico meteorólogo condenado a revivir el mismo día una y otra vez, atrapado en el tiempo y perdido en un pequeño pueblo. El desconcierto que comporta esta situación da lugar a momentos extravagantes, divertidos y muy raros.

Se trata de una producción de Àngel Llàcer, Manu Guix y Jordi Sellas, aunque, por problemas de salud, Àngel Llàcer tuvo que retirarse y tomó su relevo Enric Cambray, junto con Miryam Benedited que se encargó de dirigir la coreografía. El musical incluye la música y las letras escritas por Tim Minchin y el guion de Danny Rubin, y estará en cartelera del 23 de diciembre hasta el 2 de febrero de 2025

  • Musical
  • Dreta de l'Eixample

'Priscilla, reina del desierto. El musical' vuelve a Barcelona con una nueva producción para celebrar el 30 aniversario de la película y los 18 años del estreno mundial del musical en Sydney. A partir del 1 de octubre y durante diez semanas, en el Teatre Tívoli, reviviremos esta historia aclamada, basada en el film galardonado con un Oscar y reconocida en los Tony, los Olivier y más de 65 otros premios internacionales.

La historia nos invita a seguir el viaje de tres artistas drag que han recibido una invitación para actuar en un resort. Para llegar, deben enfrentarse al desierto australiano a bordo del autobús llamado Priscilla. Este viaje no solo es una búsqueda de amor y amistad, sino que las pone en situaciones inverosímiles, incluyendo momentos de homofobia.

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  • Musical
  • El Poble-sec
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

Encara que el focus caigui sovint sobre els dos amants del musical, Blanca (Alèxia Pascual) i Saïd (Jordi Garreta), 'Mar i cel' és un espectacle molt coral, on cal un bon repartiment i on tothom té alguna cosa a dir durant les prop de tres hores de funció. La parella és central, però sense un bon Idriss (Berta Luna), un bon Ferran (Eloi Gómez), una bona Teresa (Clara Renom), una bona Maria (Candela Díaz), un bon Hassèn (Albert Gràcia) i un bon Joanot (Abel García) és impossible que l'espectacle s'enlairi.

I no sé si és perquè recordava força el muntatge de 2014 que en l'últim 'Mar i cel' he trobat que lluïen més els secundaris que els personatges principals. No és que tinguem una Blanca i un Saïd inferiors als anteriors en general, però sí que crec que Roger Berruezo i Ana San Martín, pel que fa a la veu i la interpretació, ens portaven a un altre lloc. I és que la magnífica partitura d'Albert Guinovart és intricada.

  • El Poble-sec
El médico, el musical
El médico, el musical

'El médico, el musical' llega al Teatro Apolo de Barcelona con una espectacular producción de Beon. Con más de 800 funciones, la adaptación de la novela de Noah Gordon ha logrado emocionar a miles de espectadores.

Este gran espectáculo de gran formato cuenta con más de 30 actores y 20 músicos en directo, la mayor orquesta del teatro musical español consta de un equipo de más de 100 personas. Ambientado en Londres del siglo XI, la vida del pequeño Rob J. Cole cambia por completo el día que queda huérfano y descubre que posee un don inusual: puede predecir la muerte.

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  • Musical
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

Llega la undécima temporada del musical 'El Petit Príncep' en Paral·lel 62, un musical para toda la familia creado por Àngel Llàcer y Manu Guix que combina música, canciones, actores reales, personajes virtuales en 3D, y una escenografía visual, espectacular y mágica que transporta al espectador a la piel del personaje.

La versión del cuento de Saint-Exupéry creada por Àngel Llàcer y Manu Guix es sencilla y directa, y las canciones son tan bonitas que la convierten en una obra especial. Y esto es por el nivel de compromiso que han adquirido con el montaje sus creadores, sobre todo Llàcer, que no sólo dirige, sino que empezó como aviador, con el reto difícil de narrar la historia, ofrecer el punto de vista inmediato. Podría haber puesto toneladas de azúcar, y no lo ha hecho. Porque esta obra es emotiva, pero no ataca directamente la lagrimita. La magia la pone la rosa, y el principito, chico de voz angelical sin el que esta obra sólo habría sido una anécdota.

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