Azul Rooftop
Foto: Iker Morán Azul Rooftop
Foto: Iker Morán

Restaurantes de Barcelona con vistas

Los sitios donde, además de comer muy bien, podréis disfrutar de panorámicas espectaculares de la ciudad

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En esta lista encontraréis desde cocineros con estrellas Michelin y restaurantes solo aptos para bolsillos con refuerzo, hasta lugares humildes donde podréis relajar la vista con unas de las mejores bravas de la ciudad o con una buena butifarra. Unos están muy cerca del mar, otros en la montaña, y también en el centro de la ciudad. Algunos se levantan a varios metros de altura y otros descansan a ras de tierra... Pero todos comparten un punto en común: que mientras os metéis la cuchara en la boca, vuestros ojos disfrutarán de panorámicas privilegiadas de la ciudad. Dicho esto, si lo único que queréis poneros en la boca es la copa, aquí tenéis los bares con las terrazas más alucinantes de Barcelona.

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Time Out Market Barcelona
  • Time Out Market
  • El Gòtic

Time Out Market es un concepto único que tiene como objetivo celebrar los sabores más auténticos y reunir la mejor comida y cocineros de una ciudad bajo un mismo techo. Presente en grandes ciudades del mundo como Nueva York, Montreal, Oporto y Ciudad del Cabo, entre otros, el de Barcelona se encuentra en el Port Vell, en la terraza-mirador del Maremagnum. El espacio, de 5.250 metros cuadrados, acoge una cuidada selección de 14 chefs, un restaurante de servicio completo y cuatro bares: dos de ellos al aire libre, con espectaculares vistas al mar y la ciudad, con edificios tan emblemáticos como la Torre del Reloj de la Barceloneta y la nueva lonja de pescadores. Cabe mencionar que uno de los bares corre a cargo de Paradiso, una de las mejores coctelerías del mundo, que ahora también tiene la mejor terraza de la ciudad.

Restaurantes de Barcelona con vistas

  • Ciutat Vella
  • precio 3 de 4

¡Atención! Según una compañía especializada en tecnología de señalización digital que ha analizado los datos de más de 500 establecimientos restauradores con terraza en el mundo, el mejor de Europa lo tenemos en Barcelona y es La Isabela. Ubicado en la séptima planta del Hotel 1989, junto a la Rambla, cuenta con una terraza con piscina (para uso exclusivo de los clientes), solarium y unas vistas de postal, selfie y lo que sea necesario. La carta es tan panorámica como el paisaje y está pensada para contentar a todo tipo de comensal. Empieza con tapas, ensaladas, pasta y arroces, y termina con el entrecot de ternera y el pescado del día.

  • Catalana
  • La Barceloneta
  • precio 3 de 4

La Copa América de vela ha llevado a la apertura de un restaurante espectacular: Vraba, situado en la planta superior de la America's CUP Experience, y con unas vistas despampanantes al Moll de la Fusta y al Puerto de Barcelona, funcionará hasta el verano de 2025. La propuesta culinaria está dirigida por Albert Ventura, chef propietario de Coure y ejecutada por el equipo de Jordi Vilà, estrella Michelin con Alkimia. Platos clásicos catalanes, muy escorados hacia el producto mediterráneo y marinero, con guiños a la cocina asiática. El restaurante se complementa con un bar en la planta inferior con terraza, Sailor's Cove, a pie de mar.

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  • Japonesa
  • Hostafrancs
  • precio 3 de 4

Este restaurante tiene nombre de chef. ¡Y bien merecido! El cocinero Nobu Matsuhisa ha plasmado su creatividad en el piso veintitrés del Hotel Nobu cinco estrellas, renovando el imaginario japonés –estudió gastronomía clásica en Tokio– al recoger la siembra de los viajes que ha realizado por toda América y anteponiendo el producto local. Una larga lista de propuestas de última tendencia japonesa que resultan en un Yellowtail con jalapeño o un Black Cod con miso con una excepcional puesta en escena. La estética, de vértigo, hace triple encuentro con las vistas a ambos lados: podéis elegir entre una panorámica de la Ciudad Condal digna de nube; o contemplar en directo cómo trabajan los maestros, desde la barra de sushi.

  • Mediterránea
  • La Barceloneta
  • precio 2 de 4

Buen ejemplo de cómo el típico restaurante marinero ha sabido renovarse sin perder su razón de ser. Siguen sirviendo arroces y cocina marinera, pero le dan un toque moderno y refrescante que consigue hacernos salivar cuando todavía inspeccionamos la carta. Platos entre la tradición y la modernidad que se basan en el producto fresco y de temporada, ya sean del mar o de la tierra. Grabado en nuestra memoria tenemos el arroz negro con zamburinyes y alioli de azafrán... La terraza está junto a la arena, y si hace fresquito, tranquilos: también podréis disfrutar de las vistas dentro del restaurante detrás de una gran pared de cristal.

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  • Mediterránea
  • La Barceloneta
  • precio 4 de 4
Torre d'Alta Mar
Torre d'Alta Mar

Este es el lugar para impresionar a alguien: la torre del teleférico que está más cerca del mar acoge este restaurante, elegante y chic, donde también vuestras carteras quedarán boquiabiertas. Calculad 80 euros como mínimo, pero un día es un día. Pensad que subir langostas, aceite y vinos a 75 metros de altura no es fácil ni barato. Hacen cocina de autor, moderna y mediterránea. ¿Una muestra? Cocoches de merluza en texturas o lomo de vaca Frisona madurada con piquillo, patatas confitadas
y salsa de muelle.

Si visitáis Montjuïc buscando chiringuitos, espacios abiertos que permitan que el aire os acaricie la cara, los hay para todos los gustos. Como el más 'trendy' Martínez, una arrocería ubicada cerca del Teleférico que nos bajará, si queremos, en la Barceloneta. El Martínez es el lugar que probablemente todo guiri se imagina cuando oye la palabra Barcelona, ​​un espacio informal y 'cool' donde se puede comer pescados y carnes de alta calidad hechas con carbón, cocina marinera, vermuts a cualquier hora, ostras y unos arroces notables que, no lo negaremos, se alejan del precio estándar que muchos esperan de un chiringuito. Las vistas a la ciudad, de 360º, quitan el aliento.

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  • Mediterránea
  • La Barceloneta
  • precio 3 de 4

El Azul Rooftop es un proyecto de Romain Fornell, estrella michelin con Caelis. Las vistas, de octavo piso, son brutales, y cabe decir que la oferta de cocina no las desmerece. La cocina es mediterránea, con guiños afrancesados ​​que tan bien maneja el chef, y se articula aquí alrededor de carnes y pescados a la brasa. No hay mucho misterio: excelente producto y buenos acompañamientos que hacen que luzca y servicio y emplatado.

  • Cocina creativa
  • Sarrià - Sant Gervasi
  • precio 3 de 4

La presencia de La Venta se ha convertido en icónica e imponente: en lo alto de la Avenida Tibidabo, entre torres burguesas. Merece la pena remarcar que este emplazamiento es más que un restaurante, más bien un lugar histórico que con el paso de los años ha mantenido su relevancia sin venderse a nuevas tendencias. Tradición catalana con toques afrencesados, platos de raíz popular, pero ejecutados con espíritu de alta cocina, como longaniza de Lleida a la brasa con chanfaina, que convive con una lubina salvaje con salsa de estragón o un arroz meloso de gambas de Arenys.

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Situado en el antiguo Salón del Trono del Palacio Nacional, desde donde el rey Alfonso XIII inauguró la Exposición Internacional de 1929, el Óleo ocupa parte de la primera planta del MNAC. Ya os lo podéis imaginar; obras de arte por doquier, luz natural a raudales, amplitud, sofisticación, majestuosidad y, sobre todo, unas vistas de la ciudad que marean. La cocina es de inspiración catalana y mediterránea con toques creativos. De la cima de la montaña de Montjuïc podemos ir a chasquear en la Italia de los raviolis de asado con puerros encurtidos y pecorino o en el Empordà de los arroces mar y montaña.

  • Mediterránea
  • El Poblenou
  • precio 3 de 4

Más que un chiringuito de playa: un restaurante donde el diseño y la gastronomía se unen en una oferta basada en arroz de mar y montaña y productos km 0. En primera línea de playa, puede disfrutar de arroces marineros clásicos (socarrat del señorito , negro, etc.) y de más terrenales como el de pollo de corral con entraña de ternera a la brasa y chimichurri; tapas (¡olé las croquetas de gambón!) y de unos súper postres. Desde hace poco, abren las mañanas tardías de sábados, domingos y festivos para que podáis del vermut bajo el sol y cerca del salitre.

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  • Horta - Guinardó
Las Delicias
Las Delicias

Si sois lectores de las novelas de Marsé seguro que recordaréis este bar de tapas de Horta Guinardó que aparecía en 'Últimas tardes con Teresa'. Después de probar las bravas de dos colores, especialidad de la casa, podéis disfrutar de las vistas de la entrada al Parque del Guinardó. Y después si se anima siempre puede hacer una bonita excursión hasta el Parc Güell. Todo a un precio muy asequible. Los fines de semana siempre se forman colas. Paciencia, vale la pena.

  • Japonesa
  • La Barceloneta
  • precio 4 de 4

NOXE, el restaurante asiático del hotel W, ofrece las mejores vistas posibles sobre la costa de Barcelona, ​​cocina japonesa y una triple personalidad que combina un restaurante con los cócteles y el espíritu de 'night-club' Este es un lugar para mirar y ser visto: la luz y las vistas mandan. Tanto que incluso las zonas VIP en la parte del 'night-club' se han concebido para que en ningún momento se interpongan en la visión del resto de clientes del sitio. Al frente de la cocina se encuentra el chef nipón Azuma Song, experto en cocina 'omakase' (el tradicional menú degustación japonés), cuya carta se mueve entre clásicos y platos menos conocidos.

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  • Mediterránea
  • Sarrià - Sant Gervasi
  • precio 2 de 4
Mirabé
Mirabé

Al final de la señorial avenida del Tibidabo, en el barrio de Sant Gervasi, se encuentra uno de los restaurantes de Barcelona con mejores vistas sobre la ciudad. Los salones del Mirabé se abren como un balcón y las vistas, que sobrevuelan edificios icónicos como la Sagrada Família, la Torre Agbar e, incluso, el hotel W, se pierden en el horizonte infinito que delimita el mar. Su carta está repleta de platos basados ​​en la cocina mediterránea, entre los que destacan un montón de entrantes para picar, ensaladas y pastas, que varían en función de la época del año, y una amplia propuesta de segundos con varios tipos de carnes y pescados cocinados con recetas sorprendentes. A todo esto hay que sumar una gran variedad de arroces.

  • Música
  • Espacios de música
  • Sants - Montjuïc

Tiene fama de tener una de las mejores puestas de sol de la ciudad y sólo eso es ya una buena excusa para acercarse a ella. Si además queréis cenar, podréis comeros un aperitivo y un plato combinado de butifarra y brocheta de pollo a la brasa, ensalada, pan tostado, maíz y, de postre, helado con galleta. Para los vegetarianos la alternativa cárnica es la escalivada. Durante la temporada de otoño-invierno está abierto los fines de semana, de 12 h hasta la puesta del sol.

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  • Mediterránea
  • precio 2 de 4

En la Barceloneta, en la planta cuarta del Museo de Historia de Cataluña, encontramos una azotea que no necesita demasiada altura para ofrecer una de las mejores vistas de la ciudad. El restaurante se llama así en honor al año en que –inspirándose en las construcciones portuarias inglesas– se proyecta el edificio del Museo, 1881. Es del grupo Sagardi, y encontraréis su cocina vasca, de excelente lento producto y estricta temporalidad que les ha hecho triunfar entre locales y turistas. La despampanante vista del puerto de Barcelona y con Montjuïc en el horizonte no sabemos si es digestiva, pero sí vertiginosa.

  • Cocina creativa
  • El Raval
  • precio 2 de 4

Este lujoso restaurante tiene una vista humana y viva de la Rambla. Una carta 4x4, todoterreno, pensada para satisfacer los gustos de todos. Tapas clásicas, principales de carne o pescado y arroces. Platos con acento de aquí (huevos rotos con chicharrones de tocino) y también de foráneos (carpaccio de langostinos y fruta de la pasión con pico de gallo). Tienen un menú cerrado de 32 euros en el que se puede escoger entre dos entrantes, cuatro arroces (paella incluida) y dos postres. Abre todos los días del año y la cocina está abierta de 12.30 a 23 h. Más fácil no os lo pueden poner.

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  • Coctelerías
  • La Barceloneta

En el Surf House puedes pasar las horas oliendo la brisa salada que llega del mar embravecido. Su interior es una oda a la pasión surfera, pero lo mejor es su megaterraza: un espacio tocado por la mano de Dios a pocos metros de la playa; un mirador que se convierte en una purificación espiritual de narices. Probad las hamburguesas, tártaros de atún, sándwiches, ensaladas, nachos y terminad con un cóctel.

  • Mediterránea
  • Sants - Montjuïc
  • precio 3 de 4

Situado al lado de las piscinas municipales de Montjuïc, que dejaron al mundo boquiabierto con sus vistas durante la competición de saltos en los Juegos Olímpicos del 92, El Xalet de Montjuïc regala a los comensales una de las vistas más espectaculares de la ciudad, tanto desde la terraza, como desde el salón giratorio rodeado de grandes ventanales. Pertenece al Grup Travi, garantía de cocina seria, y sirven platos mediterráneos con toques creativos.

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  • Sarrià - Sant Gervasi
  • precio 2 de 4

Allí donde termina el tranvía azul comienza el Mirablau y sus vistas alucinantes de la ciudad. El espacio está dividido en tres; El Balconet (el bar con terraza), el restaurante homónimo y el club (solo abierto las noches de viernes y sábados). En la carta del restaurante encontraréis entrantes clásicos (mejillones, buñuelos, croquetas), ensaladas y verduras eco, arroces y brasa. El sitio es único, así que atrae clientela intergeneracional y ecléctica.

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