Si visitáis Montjuïc buscando chiringuitos, espacios abiertos que permitan que el aire nos acaricie la cara, hay para todos los gustos. Como el más 'trendy' Martínez (Ctra. de Miramar, 38), una arrocería ubicada cerca del Teleférico que nos bajará, si queremos, a la Barceloneta. El Martínez es el sitio que probablemente todo guiri se imagina cuando escucha la palabra Barcelona, un espacio informal y 'cool' donde se puede comer pescados y carnes de alta calidad hechos con carbón de quebracho, cocina marinera, vermuts a cualquier hora, ostras y unos arroces notables que, no lo negaremos, se alejan del precio estándar que muchos esperan de un chiringuito.
Pero vale la pena. Abrió en 2013 como chiringuito, se convirtió en un restaurante acristalado, con vistas de 360º a toda la ciudad que quitan el aliento. Y se recupera frente a arroces excelentes a cargo del chef Juanba Agreda, que combinan el grano seco a la valenciana con la riqueza del sofrito del arroz catalán. Un ejemplo, su maravilloso arroz seco con pollo y conejo, versión de la paella valenciana. Por cierto, no está tan lejos como parece. Desde Drassanes, son 15 minutos a pie.