Los mejores parques infantiles de Barcelona

¿Es el monstruo de la sombra de Stranger things? Lo parece, pero no. Es un pulpo gigante y es el protagonista del nuevo espacio de juegos del Parque de la Pegaso, en el barrio de la Sagrera. Un pulpo metálico con tentáculos que son toboganes y una cabeza con cuerdas y pasarelas por donde los niños pueden trepar y deslizarse. El espacio forma parte del Plan del juego en el espacio público que puso en marcha el Ayuntamiento para mejorar el tiempo de recreo de los niños y estimular una actividad lúdica diferente, desterrando los parques arcaicos que todavía hay por la ciudad y acercándose más a los modelos europeos.

Además de este imponente pulpo, hay más elementos según las edades de los niños, como una zona blanda, una pequeña cama elástica, columpios nido y pasarelas, todo con reminiscencias del mundo marino. Es la primera remodelación de la ciudad que se ha hecho a partir de un proceso de participación con 200 niños y niñas de sexto de primaria de las escuelas del entorno -Congrés-Indians, Pegaso y Turó Blau-. Hay pequeñas cosas a pulir, como añadir zonas de sombra, pero el parque ha ganado en modernidad.

El Parque Central de Nou Barris, en el barrio de la Guineueta, cuenta con casi 17 hectáreas y está repleto de historia: podemos encontrar masías y un acueducto de hace siglos. El agua es uno de sus elementos centrales, y la vegetación del espacio concentra una gran biodiversidad con un distinto número de especies de arbolado.

Y preparad la imaginación porque en este parque con los más pequeños nos transportaremos en medio del mar: su espacio de juego incluye nada menos que dos ballenas gigantes que nadan juntas. También encontramos un barco, una aleta móvil y otras figuras del ecosistema marino. Además, los niños y niñas también podrán deslizarse por toboganes, columpiarse en hamacas de cuerdas y subir a la zona de escalada.

En los Jardines de la Industria en el barrio de La Sagrada Família, entre otras cosas, encontramos un espacio de juego para los más pequeños. El elemento más singular: una gran golondrina. Se puede jugar dejando correr la imaginación junto a otras figuras de animales más pequeñas, que pretenden crear un entorno lúdico para fomentar un vínculo con la naturaleza. El área también cuenta con toboganes, rampas, juegos de equilibrio, columpios y redes en un espacio abierto con zonas de estancia para acompañantes y mobiliario urbano rodeado de vegetación.

Este pulmón de la ciudad cuenta con 20.400 metros cuadrados de superficie verde, antiguamente dedicada al tráfico. Y de todo ese espacio, 1.200 metros cuadrados se destinan al ocio de los más pequeños. Encontramos una gran extensión de caucho de varias alturas para que los niños jueguen y disfruten, junto con sus espectaculares toboganes. En 'La Gran Clariana' podrás tumbarte en la gran zona de césped para el descanso. Un parque que da pie a que los más pequeños se diviertan en las superáreas de juego, a la vez que contribuye a la sostenibilidad.

Este jardín histórico del distrito de Horta-Guinardó es el más antiguo que se conserva en la ciudad. El laberinto es un clásico para los más pequeños: intentar salir poniendo a prueba nuestra orientación. Sin embargo, el laberinto es solamente una pequeña parte del parque, ya que cuenta con 9 hectáreas de verde. Está ubicado en la antigua finca de la familia Desvalls a los pies de la Serralada de Collserola, y podemos encontrar con un jardín neoclásico del S.XVIII y un jardín romántico del S.XIX. Además, en este primer jardín podemos hay diversas esculturas relacionadas con la mitología griega, como las princesas Ariadna y Danae, el héroe Teseo o los dioses Eros y Dionisio. También tiene otros elementos como el palacio de la familia, fuentes o una cascada.

Justo en la entrada, fuera del recinto, encontramos una zona de juego infantil, y la parte exterior cuenta con una zona verde con mesas de pícnic. Ir a perderse en el Laberinto de Horta, pues, se convierte en un perfecto plan del domingo, ya que es el día que la entrada es gratuita junto con los miércoles (los otros días tiene un coste de 2,23€, y 1,42 € con el carné joven o los menores de 14 años. Para los menores de 5 años, vecinos y jubilados la entrada es siempre gratuita). El horario de verano es de 10h a 20h y el de invierno de 10h a 18h.

Con el calor, el lago es la principal atracción de este parque. Los vecinos suelen bañarse en verano, y recientemente lo han remodelado y habilitado para convertirlo en una piscina que desde el 18 de junio de 2022 hasta el 4 de septiembre abre toda la semana de 10 ha 19 h, pagando una entrada de 2,49 €.

En el parque también se extiende una explanada de tierra con una zona de juegos infantiles, dos mesas de ping-pong y una cesta de baloncesto. ¡El lugar perfecto para disfrutar en verano con los más pequeños en medio del agua y la vegetación!

Los fines de semana, los más pequeños se pueden subir en unos pequeños trenes y dar una vuelta por este parque! Su zona de juegos cuenta con tirolinas y planchas de goma para poder saltar. Todo de madera y rodeado de arena.

El Parc del Castell de l'Oreneta, en el barrio de Sarrià, es un gran espacio forestal que se convierte en un lugar de conexión con la sierra de Collserola, el acceso al bosque que penetra la ciudad. Se abrió al público en 1978 y conserva casi intacta la vegetación primigenia del tipo mediterráneo, con especies muy características de la sierra de Barcelona.

Brazos de hormigón que son como olas, montículos cubiertos de hierba y, de fondo, una mezcla de bloques inmensos, modernos y acristalados y grandes chimeneas que recuerdan el pasado fabril del barrio. Sí, estamos en el parque de Diagonal Mar. Justo antes de llegar a la zona más diáfana, donde se encuentra el campo de fútbol... ¡Sorpresa! Unos toboganes gigantes nos esperan. ¿Lo mejor? Que son amplísimos. Vaya, ideales para que os tiréis toda la familia junta. ¿Un consejo? ¡Llevad una prenda o un cartón para resbalar mejor!

Este conocido parque tiene una cascada monumental y un lago artificial, que encantarán a los niños. Además, encontramos a LaLudo, una ludoteca donde se promueve el juego libre y la participación activa en la conservación de la sostenibilidad, y donde los niños y niñas pueden disfrutar de talleres, juegos y actividades culturales en diferentes espacios.

Podréis dar un paseo en barca en el lago, jugar a ping-pong o realizar otras actividades de temporada, como bailes en el quiosco del parque. Dentro del parque se pueden dar paseos entre fuentes, esculturas y otros elementos ornamentales muy atractivos e interesantes.