¿Tirolina? ¡Va! Sí, sí, todo es posible en Barcelona. En el parque de Joan Miró (Eixample) hay una combinación de neumático, cable y polea que os llevará directos a vuestra infancia. Seguramente, está dirigida a los más pequeños de la casa pero si la veis os aseguramos que no os podréis resistir a la tentación de usarla. Nosotros caímos rendidos a su encanto. Eso sí, mucha velocidad no cogeréis, el espacio es limitado y… ¡pesáis más que un niño de cinco años!
Son los grandes pulmones de la ciudad. Oasis de naturaleza y vegetación a los que nos acercamos a pasear el perro, tomar el sol, leer o charlar un rato. Los parques y jardines de Barcelona son esos rincones secretos en los que nos refugiamos cuando queremos huir de la urbe. Pero, ¿sabéis qué?, la próxima vez que acabéis en uno de ellos, pensad que también podéis acercaros a ellos para hacer deporte.